Javier Milei dejó en sus ministros la primera reacción contra Cristina Kirchner: polarización y “respeto político” por la dirigente que está en sus antípodas
En las primeras horas posteriores a la carta de la expresidenta fueron los ministros los encargados de apuntarle por su programa económico; la valoración que hace el Presidente sobre la líder del kirchnerismo como cuadro político; Milei brindará entrevistas televisivas
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LA NACIONMaia Jastreblansky
Habían pasado varias horas desde que Cristina Kirchner había irrumpido en la escena pública con una carta -esta vez de 33 páginas- y Javier Milei solo había replicado al respecto una publicación en X de un economista liberal. El mensaje utilizaba una cita de la expresidenta para reafirmar que “la dolarización es el único camino para evitar los desmanes del populismo”.
El Presidente, habitualmente verborrágico en esa red social, dejó en manos de sus ministros la primera reacción contra la carta que Cristina publicó para atacar a su gobierno. El jefe del Estado ni siquiera replicó el mensaje que elaboró el ministro de Economía , Luis Caputo, para responderle a la expresidenta -un texto que tuvo el aval de la Casa Rosada- o el que escribió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Las repercusiones aún no se agotaron, porque Milei tiene en agenda brindar dos entrevistas televisivas en las próximas horas.
“Si Cristina reapareció para cuestionar al Gobierno, bienvenido sea”, reaccionó un muy estrecho colaborador presidencial que apuntó que Milei quiere promover una polarización política con el kirchnerismo para disminuir al espacio de centro que se prestó a negociar -y también logró condicionar- el tratamiento de la ley ómnibus. El líder libertario ya había utilizado esta estrategia en la campaña. En ese momento, buscaba confrontar con Sergio Massa y borrar de la escena a Bullrich. Ahora Milei pretende conformar un polo de centroderecha con Pro como aliado para neutralizar a la oposición moderada.
Pero más allá de la estrategia y a la narrativa que elaboran en Casa Rosada frente a la reaparición de Cristina, lo cierto es que Milei nunca atacó abiertamente a la expresidenta de manera personal, siendo que él nunca tuvo filtros inhibitorios para emitir los peores calificativos de otros dirigentes. “Al Papa se le animó, a Cristina no”, reconoció un colaborador que fue testigo del devenir del líder libertario antes de alcanzar el poder.
Quienes han escuchado hablar a Milei sobre Cristina dicen que él siempre la criticó por su programa económico y apuntan que el libertario considera que ella “no sabe nada de economía”. Pero reconocen -y Milei lo ha deslizado en público- que él la respeta como cuadro político, porque le reconoce su liderazgo y sus “agallas” para defender sus ideas.
Un ladero presidencial hoy refrendó esa mirada y apuntó: “Estamos en las antípodas ideológicas de Cristina y consideramos que hizo lo peor para el país. Pero la figura de Cristina es respetable, más respetable que otros dirigentes, porque tiene sus ideas y las defiende”.
Milei tampoco hizo una bandera de las denuncias contra la corrupción del kirchnerismo, como sí hizo en su momento la gestión de Mauricio Macri. Al líder libertario no se lo suele escuchar hablar de los asuntos judiciales de Cristina. Le rinde más hablar de todo el sistema político tradicional como “corrupto”, en sintonía con su discurso contra la “casta”.
Por eso, cuando se frustró la ley Bases, él dijo que iba a exponer los “negociados, los privilegios y la corrupción” de los “políticos” que no acompañaran los “cambios”. Hoy, por caso, Patricia Bullrich y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona anunciaron que perseguirán a los “intermediarios” de los planes sociales. Pero no hay una mirada hacia atrás ni están en agenda las causas de corrupción kirchnerista.
Más allá de Bullrich, Milei no sumó al gabinete figuras muy involucradas con la denuncia contra la corrupción K. En su momento, muchos leyeron en esa clave la marcha atrás con el nombramiento de la exvicepresidenta de Unidad de Información Financiera (UIF) María Eugenia Talerico, miembro y fundadora de la ONG Será Justicia, que sonó para conducir Migraciones y finalmente no asumió.
Cruces e hipótesis
Los ministros que salieron al cruce de la expresidenta apuntaron todos a su política económica. Cristina apuntó duramente a Caputo por la deuda contraída durante la gestión de Macri (dijo que hizo un “safari endeudador”) y el titular del Palacio de Hacienda le replicó que tenga “un poco de dignidad” y le pidió que permaneciera “callada”. Bullrich equiparó a la expresidenta con “los criminales que regresan a la escena del crimen para gozar del desastre que dejaron”. Guillermo Francos (Interior) señaló que “el documento (de Cristina) es surrealista, plantea algo en donde no hace ninguna autocrítica de lo que fueron sus 16 años de en el poder”.
En el Gobierno ensayaron distintas hipótesis sobre momento que eligió Cristina para reaparecer. Una teoría apunta al acercamiento entre Milei y Macri. “Ella debe querer evitar que Javier se acerque mucho a Pro porque ellos sí la quieren ver presa. Los kirchneristas piensan que Macri es peor que Milei”, apuntó un colaborador de la Casa Rosada.
Recuerdan que cuando se debió designar al titular de Diputados, la exvicepresidenta advirtió que votaría a un libertario puro pero no estaba dispuesta a apoyar la designación de un aliado, como el jefe de la bancada de Pro, Cristian Ritondo. “El kirchnerismo todavía tiene cómo presionar al Gobierno. La tensión social en el conurbano es su mejor resorte”, consideró un colaborador oficial.
Un ladero muy cercano a Milei especuló con que Cristina pudo haber querido recuperar protagonismo luego de que el gobierno libertario decidiera confrontar con otra parte del espectro político, como el radicalismo o los sectores de centro. “También puede ser que, como se acerca marzo, ella vea la oportunidad de pronunciarse sobre la situación económica y reagrupar al peronismo”, aventuró.
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