
Iribarne: "El ciclo de Kirchner está terminado"
El ex ministro de Justicia rompió con el oficialismo y ahora será el armador del peronismo disidente

El 19 de agosto de 2008, Alberto Iribarne le mandó una carta a la presidenta Cristina Kirchner. Con sólo cuatro párrafos de palabras distantes renunció a la postulación como embajador argentino en el Vaticano. El argumento formal: "Responsabilidades políticas y profesionales le imposibilitaban cumplir tareas en el exterior".
Era el principio del fin de un conflicto de ocho meses entre el Gobierno y la Iglesia, que rechazaba la nominación de Iribarne por su condición de divorciado, dato que el dirigente se encargó de advertir a la Presidenta apenas ella le ofreció el cargo. Se terminaba además el servicio al kirchnerismo que el dirigente había prestado durante casi cinco años, en los que se desempeñó como síndico general de la Nación, secretario de Seguridad Interior y ministro de Justicia. Peronista de extensa militancia, antes había sido funcionario de Eduardo Duhalde y de Carlos Menem.
Flamante apoderado del PJ Federal, el espacio que reúne a los peronistas opositores al Gobierno, Iribarne cuenta que, en realidad, su distanciamiento de la Casa Rosada había comenzado unos meses antes de esa renuncia, durante el conflicto con el campo.
"El Gobierno tuvo una mirada completamente equivocada de la realidad del interior y de los pueblos chicos. Se adoptó como idea central el concepto de amigo-enemigo y se abrazó la confrontación como método para resolver todo tipo de problema", dice a LA NACION, en su estudio jurídico de la calle Lavalle. Esa misma batalla también determinó la salida del Gobierno del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, mentor del ascenso de Iribarne en la estructura kirchnerista.
El ex ministro de Justicia cuenta que su nueva tarea consistirá en elaborar la ingeniería electoral del Peronismo Federal, pero aclara que aún no están elegidos los postulantes presidenciales, ni las alianzas ni el método para dirimir las candidaturas.
Cargos vacíos
Cosas del peronismo, Iribarne aún conserva sus cargos como vicepresidente 1º del PJ Capital y como presidente del Instituto de Formación política Norberto Ivancich. Un ciclo de charlas que había organizado desde ese espacio provocó el recelo del presidente del PJ Capital, Juan Manuel Olmos, leal a Néstor Kirchner. En mayo pasado, Iribarne debió suspender, a último momento, una exposición del ex interventor del Comfer Julio Bárbaro, otro ex kirchnerista. "Como estamos en guerra con éste o con aquél, no nos está permitido el disenso por mínimo que sea", se quejó entonces el ex ministro.
"Se entendía que iba a haber una nueva etapa en el diálogo, que se iba a formular un nuevo pacto social, que se iba a mejorar la calidad institucional y a tener una mejor relación con el mundo, pero todo eso no ocurrió", dice Iribarne, para explicar su viraje político.
Aunque reconoce en Kirchner a un buen jefe, que le dio libertad y lo respaldó en el manejo de temas delicados, como el de la inseguridad, no duda en afirmar que "el ciclo de Kirchner ha concluido". Y avanza un paso más en las críticas: "Se degradaron dos banderas que eran de todos, como los derechos humanos y la renovación de la Corte Suprema".
Promotor de la candidatura de Duhalde, sabe que en su nueva tarea debe mantener el equilibrio entre los diferentes postulantes del PJ Federal. "El próximo presidente debe aprovechar las oportunidades que le da el mundo a la Argentina y que no se están aprovechando y cualquiera de los cuatro candidatos del espacio está en mejores condiciones de hacerlo que Kirchner", concluye.
ALBERTO IRIBARNE
PJ Federal
- Profesión : abogado
- Edad : 60
- Con Néstor Kirchner fue jefe de la Sigen, secretario de Seguridad Interior y ministro de Justicia. Antes había sido funcionario de Menem y de Duhalde. Ahora será uno de los encargados de motorizar al peronismo disidente.
SOLÁ BUSCA APOYO EN EL CAMPO
- Santa Rosa.- El diputado y precandidato a presidente Felipe Solá (Peronismo Federal) y Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), coincidieron ayer en la exposición rural de Santa Rosa y pronosticaron que el gobierno nacional tiene los días contados. Solá pidió eliminar las retenciones a las exportaciones de trigo, y dijo que el Gobierno no sabe "a dónde va" con el campo. "Se debería tener un política agropecuaria, pero no la hay, y para eso se necesita un nuevo presidente, que conozca al interior, su idiosincrasia y las diferentes producciones", expresó.