Irán: la Justicia evalúa si acepta el pedido de Cristina para anular la causa del acuerdo
El TOF 8 podría convocar a una audiencia oral y pública, como solicitó la vicepresidenta, para escuchar los argumentos y decidir si hace lugar a su planteo
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La Justicia deberá analizar si las visitas de los jueces de la Cámara de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a la Quinta de Olivos y a la Casa Rosada durante el gobierno de Mauricio Macri representan un motivo suficiente para cerrar la causa por el Memorándum con Irán, iniciada por la denuncia de Alberto Nisman y en la que ellos intervinieron.
El Tribunal Oral Federal 8, a cargo del expediente, tiene que definir si convoca a una audiencia pública para que la vicepresidenta Cristina Kirchner exponga sus argumentos de defensa, y luego deliberar si acepta, o no, su planteo, al que ya adhirieron varios de los demás acusados.
El juicio oral por esta causa, iniciada hace seis años, no tiene una fecha de inicio prevista. No solo Cristina Kirchner planteó la nulidad del caso sino también otros acusados en ese expediente, como el secretario de Justicia Juan Martín Mena, el senador Oscar Parrilli y el funcionario bonaerense Andrés el “Cuervo” Larroque.
Todos ellos apuntaron al corazón del proceso judicial: la reapertura del expediente dispuesta por la Cámara de Casación en diciembre de 2016, con los votos de los jueces Hornos, Borinsky y Ana María Figueroa. La causa había sido cerrada por el juez federal Daniel Rafecas, a quien luego la Casación apartó, al considerar que desestimó la denuncia de Nisman de manera “prematura, arbitraria y parcial”.
Ese fallo de la Casación fue el origen de una serie de decisiones judiciales -luego confirmadas por los mismos jueces- que llevaron a los acusados hasta la etapa del juicio oral. El camarista Mariano Borinsky visitó la Quinta de Olivos el 23 de diciembre, cuatro días antes de ordenar la reapertura de la causa, celebrada como un hito por el propio Macri. Ese dato motivó una lluvia de planteos de parte de los acusados por presunto encubrimiento del atentado contra la AMIA, que cuestionaron a los jueces por haber exhibido una “absoluta parcialidad”.
“Si un juez mantiene reuniones con el presidente de la Nación y al mismo tiempo interviene y decide en una causa sobre la que el mismo presidente de la nación está interesado, según surge de sus manifestaciones públicas, ¿puede realmente ese juez ser independiente e imparcial? Claramente no”, había planteado Cristina Kirchner, y calificó en su planteo a la causa como un proceso “de los más escandalosos de nuestra historia”.
El Tribunal Oral Federal 8, que está integrado por los jueces José José Antonio Michilini, Gabriela López Iñiguez y Daniel Obligado, recibió los planteos y le corrió vista a todos los acusados del expediente para que adhieran o no. Ya adhirieron el dirigente piquetero Luis D’Elía y la exprocuradora del Tesoro Angelina Abonna. El procurador del Tesoro Carlos Zannini pidió la nulidad de la causa el año pasado. Las querellas también deben contestar a los planteos. El fiscal del caso ante el TOF es Marcelo Colombo.
De convocar a una audiencia oral y pública para que los imputados expongan sus argumentos de defensa, los tribunales federales serán, una vez más, target y espectadores de una intensa exposición por parte de la vicepresidenta.
Es que todavía retumban en los oídos de algunos funcionarios judiciales las palabras pronunciadas por Cristina Kirchner en marzo pasado durante su alegato ante la Cámara de Casación por el caso dólar futuro, por el que finalmente fue sobreseída.
Cristina Kirchner acusó en esa audiencia a más de una decena de jueces y fiscales de Comodoro Py. Los apuntó con el dedo y los calificó como los responsables del “Lawfare” y del triunfo de Mauricio Macri en 2015. En ese momento todavía no habían trascendido las visitas del juez Borinsky a Olivos.
El abogado de Cristina Kirchner Carlos Beraldi intenta, ahora, una estrategia similar. Busca que el Tribunal convoque a una audiencia pública y que la misma sea transmitida por los medios de comunicación. La posibilidad no es descartada por algunos de los jueces que fueron consultados por este medio.
“Los temas que salieron a la luz son delicados y deben ser estudiados con atención”, dijo a LA NACION una fuente judicial que interviene en la causa. Y consideró: “La audiencia es oralidad y oralidad es transparencia, y yo creo eso es algo bueno siempre”.
A diferencia de otras causas que pesan en su contra por delitos de corrupción, este expediente no es uno de los que más preocupa a la vicepresidenta ni a los acusados. El fallecido juez Claudio Bonadio había considerado la supuesta maniobra denunciada por Nisman como una “traición a la patria”, pero no hay antecedente recientes de condenas por traición a la patria. Y el expresidente Carlos Menem también resultó absuelto del juicio en el que se lo acusaba por encubrir el atentado contra la AMIA.