Investigan gastos sin control durante la gestión de Coscia en Cultura
La ministra Parodi abrió un sumario contra Víctor Ramos, ex director del Museo del Cabildo, y persona de confianza del ex secretario; investigan sobreprecios, facturas falsas y deudas millonarias
Viajes a Miramar por casi $ 24 millones, tareas de sonido por unos $ 6 millones, mantenimiento de edificios por $ 4 millones, armado de escenarios por casi un millón... y la lista continúa. Se trata de algunos de los detalles del sumario interno que el Ministerio de Cultura abrió para investigar presuntas irregularidades en la gestión del ex secretario del área Jorge Coscia y, en particular, de un hombre de su máxima confianza, Víctor Ramos.
Según el informe al que accedió LA NACION, las autoridades del ministerio a cargo de Teresa Parodi examinan gastos millonarios sin justificación, sobreprecios "exorbitantes", empresas contratadas que se repiten y presentan facturas correlativas o falsas, y deudas millonarias que no pueden ser abonadas por la "desprolijidad" y "poca transparencia".
En todos los casos, el responsable sería Ramos, ex coordinador de la Casa de la Cultura de la villa 21 y ex director del Museo del Cabildo echado por Parodi hace poco más de un mes en medio de un escándalo y cruce de acusaciones. Pero para Ramos no hay dudas: se trata de la lucha interna por el poder dentro de Cultura y responsabilizó a La Cámpora.
Entre los ejemplos se destaca la contratación de la empresa de turismo Van Dyke, representada por Bibiana Martínez, para realizar viajes a la costa atlántica. Según el sumario, hasta mayo se abonaron $ 18.340.875, bajo la modalidad "reconocimiento de gastos" y el ministerio aún adeuda otros $ 5.537.600. Se trata de viajes "culturales" para jóvenes de bajos recursos.
LA NACION se comunicó con Martínez, que es dueña de Van Dyke Resto Bar, en Miramar, pero no quiso responder preguntas. En el sumario, se detalló que la mayoría de los viajes -con contingentes de 120 personas- costaron $ 1.129.650, casi $ 10.000 por viajero; hubo meses en los que se hicieron hasta cuatro viajes por mes.
"Está claro que buscan perjudicarme. La Cámpora quiere manejar las villas", explicó Ramos a LA NACION.
El cineasta apuntó su acusación contra Franco Vitali, secretario de Políticas Socioculturales, y su segundo, Emiliano Gareca, subsecretario de Promoción de Derechos Culturales y Participación Popular. Ambos jóvenes camporistas.
"La Cámpora quiere ganar burocráticamente en los barrios, lo que no ganó con los votos. Mandamos centenares de jóvenes de las villas al mar. Ahora suspendieron los viajes. Vitali me pidió que le fundamente el porqué de esos viajes. Le dije que un peronista no podía preguntar eso. ¡Que lea cualquier texto de Perón, ahí encontrará los fundamentos!", se defendió Ramos.
Gastos sin control
Desde la salida de Coscia -durante muchos años socio de Ramos en Raíces Producciones Culturales SRL-, el poder de la agrupación juvenil más cercana a la Presidenta y que fundó su hijo, Máximo, creció dentro de la estructura de Cultura, jerarquizada con rango de ministerio. Esa puja por el control del área es la que señaló Ramos como la que determinó su salida y la de su ex jefe.
De la pesquisa, en la que principalmente se indagaron los gastos de la Casa de la Cultura de la villa 21, en Barracas, surgen varias dudas. Según el texto que derivó en la investigación, ese organismo se administraba con una "llamativa autonomía" y su funcionamiento "dependía de decisiones informales". Además, "se incumplían todas las normativas del Estado en cuento a compras, contrataciones y licitaciones".
Otra de las irregularidades que se repiten tiene que ver con las facturas que presentaron algunas de las empresas. E-Travel, firma contratada "básicamente para tareas de sonido", entregó facturas correlativas. Van de forma consecutiva del 0003-00001037 al 0003-00001090. Es decir, el único cliente que tenía E-Travel era la Secretaría de Cultura.
También se encuentran bajo sospecha las contrataciones de personal. Según el detalle, la Casa de la Cultura cuenta con 96 contratos de locación de obra (representan $ 7.722.540 anuales), de los cuales un tercio realizan tareas de logística. De enero a mayo, mes en el que la Secretaría de Cultura fue elevada a ministerio -renunció Coscia y asumió Parodi-, los gastos de Ramos ya sumaban $ 106.162.352. El presupuesto total de Cultura es de $ 1200 millones, y la mitad, aproximadamente, se utiliza para pagar los sueldos. En ese escenario, los gastos de Ramos dispararon las alarmas de la nueva gestión.
"Se quejan de que gasté mucha plata en las villas; yo digo que gasté muy poco. Cada peso que gastamos en cultura, son 10 que la sociedad se ahorra en seguridad", dijo Ramos, ex director del Inadi y, recientemente, apartado de la presidencia del Instituto Manuel Dorrego.
Tras el hallazgo, las autoridades del área intentaron abrir un canal de diálogo con Ramos y otros referentes de la Casa de la Cultura, como Nidia Zarza, para resolver las "anomalías", pero, según lo expresaron en el sumario, no sólo recibieron objeciones, sino que Ramos "continuó generando gastos cada vez más grandes sin autorización".
En diálogo con LA NACION, Ramos negó todas las acusaciones: "Tenía un cargo menor. Los pedidos los hacía por nota al secretario de Cultura [Coscia]. Y éste lo mandaba a la dirección administración y al departamento de compras. Eran ellos los que resolvían las contrataciones".
Desde el Ministerio de Cultura confirmaron a LA NACION que están "analizando" la actuación de Ramos, pero aún no está decidido si avanzarán con una denuncia penal. Coscia, en tanto, no quiso opinar al respecto.
Infracciones y desprolijidades
En el sumario interno se destacan varias irregularidades
Viajes culturales
Cultura contrató a la empresa Van Dyke para realizar viajes a la costa. Se abonaron $ 18.340.875 y se adeudan $ 5.537.600. La mayoría de los viajes (120 personas) costaron $ 1.129.650, casi $ 10.000 por viajero
Seguridad récord
La Organización Anselmi facturó $ 27.883.178 por seguridad en la villa 21 durante tres meses. Sumó 15.000 horas más adicionales cuando cualquier museo tiene como máximo 1000 horas de seguridad
Escenarios millonarios
Fly de Ara Sur se encargó de montar los escenarios en las villas 21 y 31. Ya cobró $ 1.022.000 y tiene para cobrar $ 661.000
Transporte caro
Hasta mayo de este año, lo que gastó Cultura en transporte suma $ 32.594.469. Incluye a varias empresas
Sonido e iluminación
Todas las facturas presentadas para la villa 21, el Instituto Dorrego y el Cabildo corresponden a E-Travel; por casi $ 6 millones
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