Intensas gestiones para acelerar una audiencia en Roma
El entorno de Fernández inició los contactos, pero en el Vaticano piensan que lo mejor sería esperar a 2020
ROMA.- Días después de la victoria de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales del 27 de octubre, desde su entorno comenzaron frenéticas gestiones para lograr una audiencia con el papa Francisco antes del día de la asunción, el 10 de diciembre. Así pudo saberlo LA NACION de fuentes confiables.
Nadie descarta que pueda darse este encuentro, aunque sobrevuelan las dudas. Desde que asumió al frente del trono de Pedro, en marzo de 2013, Jorge Bergoglio jamás le cerró la puerta a quien le pidió audiencia, en virtud de su apuesta por la misericordia y por la cultura del diálogo y del encuentro.
Sin embargo, después de los primeros años como papa, en los que debido a su buen predisposición a las puertas abiertas fue víctima de manipulaciones varias de parte de muchos compatriotas, como él mismo lamentó en varias entrevistas, en los últimos años puso límites.
Para evitar polémicas, decidió no recibir más a políticos -de cualquier color- antes de citas electorales, algo que hizo en vista de los comicios de medio término de 2017 y de las últimas elecciones nacionales.
Ahora -pasado el 27 de octubre-, la "veda" papal terminó. Tanto es así que, tal como pudo confirmar LA NACION, el Papa recibió el sábado pasado a un viejo conocido, el reelegido jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta, junto a su mujer, Bárbara Diez. La reunión tuvo lugar en la residencia de Santa Marta, en un encuentro privado en el que no hubo fotos, marcado por el perfil bajo.
Rodríguez Larreta, que ya en otras oportunidades estuvo con Francisco en el Vaticano, quiso que esa audiencia pasara inadvertida.
Con la veda papal levantada, nadie descarta ahora que Alberto Fernández logre en las próximas semanas un deseadísimo encuentro con Francisco en el Vaticano, con foto incluida. Desde que se anunció un probable viaje a Francia por invitación del presidente de ese país, Emmanuel Macron, se especuló con una visita del exjefe de Gabinete a Italia y, por qué no, "ya que estamos", al Vaticano.
En una Argentina eléctrica, polarizada y con sensibilidades a flor de piel, una foto del presidente electo con el Papa significaría mucho más que una bendición a la madre patria.
Desde que comenzaron, por lo bajo y por lo alto, las gestiones para lograr una audiencia del presidente electo con el máximo jefe de la Iglesia Católica, Jorge Bergoglio, nadie descartó que el encuentro pudiera darse. No obstante, por cuestiones de protocolo, en la Secretaría de Estado del Vaticano piensan que sería más correcta una audiencia de Francisco con Alberto Fernández más adelante, el año que viene. Un encuentro con un presidente ya asumido y en funciones.
Más allá de lo protocolar, existen problemas de agenda: el Papa partirá hoy en su 32º viaje apostólico internacional, con destino a Tailandia y Japón, gira de la que regresará recién en la tarde del martes 26 de noviembre.
La polémica por el aborto
El artículo publicado ayer en Facebook por el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, el Tucho, uno de los prelados más cercanos a Francisco y mejor intérprete de su sentir y actuar, también podría cambiar las cosas.
Aunque es claro que no tuvo ningún "imprimatur" de parte del Santo Padre, que como dijo el propio Fernández en otro posteo en Facebook lejos está de estar pendiente de la política vernácula de su país y de lo que dicen los diarios argentinos, esa salida de Tucho podría bien demorar la ansiada foto del presidente electo con el Papa. Lo último que quiere el exarzobispo de Buenos Aires, en efecto, es polarizar aún más a su madre patria. Como repiten quienes lo conocen: su gran deseo es unir.
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