Coronavirus: intendentes y movimientos cuestionan la estrategia sanitaria en las villas
Se despegan de lo ocurrido en Villa Azul y señalan que no existe la posibilidad de aplicar un cerco en otros asentamientos; admiten que hay temor por la expansión de los contagios y reclaman mayor cantidad de testeos en la población más vulnerable
La posibilidad de que los contagios de coronavirusse multiplicaran a toda velocidad en un asentamiento del conurbano bonaerense se hizo realidad con el brote que se produjo en la villa Azul, partida entre Quilmes y Avellaneda. Los casos superaron los 200 y el gobierno de la provincia de Buenos Aires cercó el barrio.
El riesgo de la propagación de los contagios y la idea del aislamiento barrial tiene muy preocupados tanto a intendentes del conurbano como a líderes de movimientos sociales, que no tienen problemas en remarcar que no comparten la estrategia adoptada por la gobernación bonaerense.
Distintos municipios en los que todavía no desembarcó el programa Detectar despliegan sus propios operativos en asentamientos, mientras los referentes de las agrupaciones miran de reojo la estrategia del cierre barrial, que varios intendentes no ven viable poder generalizar.
"Lo vivimos con mucha preocupación, porque hay cosas que se inician en un distrito pero sabemos que pueden replicarse en otros. Ajustamos los operativos municipales, en las zonas con más contagios. Hicimos una selección de barrios, en algunos de ellos se sumará el programa Detectar", señala a LA NACION Mariel Fernández, intendenta de Moreno, distrito que tiene 91 barrios populares, según datos municipales.
Moreno registra 155 casos de Covid-19. "No tenemos testeos masivos. No podemos comprarlos, Moreno es el distrito más comprometido económicamente de la provincia", agrega Fernández, que califica de "experimental" el cierre de Villa Azul. "Al ser nueva esta pandemia, algunas cosas son experimentales. Estamos todos viendo cómo le va a Mayra [Mendoza, intendenta de Quilmes]. Si se propagara el brote, no sé si sería posible hacerlo en todos los lugares", indica.
Julio Zamora, intendente de Tigre, afirma: "Estamos haciendo operativos casa por casa buscando casos sospechosos; no estamos haciendo testeos. Tenemos una capacidad limitada de testeo. Si la provincia quiere hacer operativos en el distrito, bienvenida. Por ahora, no detectamos circulación comunitaria".
Con 117 casos confirmados y 65 barrios vulnerables, el intendente comenta que se hicieron operativos en 14 de esos barrios y que en una próxima etapa se completará el resto. "Tenemos algún grado de duda sobre la efectividad de cerrar un barrio completo. El municipio no podría hacerlo", considera ante la consulta sobre la decisión que se tomó con la villa que comparten Quilmes y Avellaneda.
El operativo Detectar llegará a Pilar, aseguran en ese distrito. "Lo tenemos pedido", afirman. Tras el impacto del brote en Villa Azul, "la preocupación es permanente, por lo que pasó en la villa y por lo que pasa en el mundo", sostiene el intendente, Federico de Achával, en diálogo con LA NACION. En Pilar hay 119 casos. El municipio informa que tiene 44 barrios populares, que el virus no ingresó masivamente en ninguno de ellos y que, eventualmente "se podría aislar un barrio", pero apuesta a que "funcione la cuarentena".
Por el momento, los operativos masivos en villas bonaerenses se realizaron en Quilmes, Lanús, San Martín, Merlo, La Matanza, San Vicente, La Plata, Florencio Varela y Morón. Esta semana, el programa Detectar se anunció en Almirante Brown, San Isidro y Tres de Febrero, según informó la Secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, en su informe del miércoles, y continuó en Quilmes y Avellaneda, por la situación del barrio Azul. En al menos ocho asentamientos se detectaron contagios.
"Es algo que nos puede pasar a cualquiera. Puede darse en un barrio vulnerable, en un edificio o en un country", afirma Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, en diálogo con LA NACION. "Como no soy de los distritos que más casos tienen, no me toca el Detectar. Pero lancé el operativo con enfermeros y médicos municipales, y Nación me ayuda con el testeo", subraya. En el distrito contabilizan unos 14 barrios muy vulnerables y 121 casos en total. Para Gray, "la cuestión de cerrar Villa Azul es una medida excepcional para una situación particular, que no es necesariamente aplicable para todos los casos".
El intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, dice que en su distrito "no generó impacto" lo sucedido en Villa Azul. "Hoy no tenemos asentamientos grandes. El Detectar, por ahora, no nos tocó", indica. En el distrito hay 119 casos.
Desde la municipalidad local informan que hay 16 barrios de alta vulnerabilidad, en los que están realizando controles casa por casa. "Hay que evaluar el contexto. Ahí [por Villa Azul] se disparó el contagio masivo, es una medida evaluativa", dice Nardini sobre el cerrojo.
Los movimientos sociales
El bloqueo de Villa Azul repercute en otros barrios y es visto con desconfianza por líderes de distintos movimientos sociales. "A primera vista, nos pareció raro porque no se estaba interviniendo de esa manera, pero también somos conscientes de que nadie tiene la fórmula para esto", plantea a LA NACION Gildo Onorato, referente del Movimiento Evita y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
"Hay preocupación en otros barrios, pero las villas en general son más porosas que Azul. El mismo operativo sería impracticable en otros lugares. Hay miedo al contagio en muchos barrios que están abandonados", completa.
Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, afirma que en las villas hay "preocupación" y "desconcierto" a partir del brote en Villa Azul.
"Claro que hemos visto preocupación en otros barrios. No estamos de acuerdo con la metodología de cerrar, es asegurar que no haya conflicto más que enfrentar la pandemia. Pedimos que activen la prevención, no que vayan después con la televisión y los ministros", reprocha el dirigente social.
Asegura que "hay mucho desconcierto en los barrios" y pide "un cronograma de entrega de alimentos y artículos de limpieza, para darle certeza a la gente sobre cuándo llegarán".
"En los barrios populares hay mucho miedo", sentencia Juan Carlos Alderete, diputado nacional por el Frente de Todos y líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Sobre el cierre de villas, opina: "Se tiene que consensuar con las organizaciones sociales para aislar. Hay barrios que son picantes, que necesitan policía, pero no es necesaria en todos".