Insiste Brinzoni en proponer una mesa de diálogo nacional
Cuestionó la libertad de jefes montoneros
FORMOSA.- "Con violencia se trató de imponer otro modelo y con violencia se defendió a la República. Nadie quedó exculpado de una guerra fraticida en la que todos somos derrotados", afirmó ayer el jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni.
El concepto fue extraído de su discurso al conmemorar los 25 años del intento de copamiento por parte de Montoneros del Regimiento de Infantería 29 de Monte, en el que murieron doce militares, un policía y seis guerrilleros muertos.
Fue el operativo subversivo más importante que se haya logrado desplegar durante la convulsionada década del 70. Bautizado como "Primicia", incluyó la toma del aeropuerto provincial, con rehenes, y el secuestro de un avión.
Ante la mirada del gobernador justicialista Gildo Insfran y una veintena de generales, más de 1500 efectivos y unos 5000 alumnos, pobladores y familiares de los muertos, el jefe del Ejército sumó otro eslabón en la búsqueda de redefinir la imagen de la fuerza tras "los excesos" -según sus palabras- durante los años 70.
La ocasión elegida tiene que ver con la acción terrorista de tal magnitud que llevó al entonces presidente en ejercicio Italo Argentino Luder a ampliar el radio de lucha antisubversiva a todo el país. La envergadura del enfrentamiento hace 25 años derivó ahora en una de las tomas de posición más fuerte del Ejército en la búsqueda de una verdad completa sobre la dictadura militar.
Entre tanta evocación dolorosa, Brinzoni saludó a familiares de los muertos en aquel ataque subversivo, hubo una buena noticia para los formoseños:el jefe del Ejército anunció que este regimiento que, por razones presupuestarias fue desactivado en 1996, será rehabilitado en diciembre próximo.
¿Qué pasó?
Fuera del discurso, en declaraciones formuladas a La Nación , Brinzoni profundizó sus ideas: "Sería importante preguntarse hoy en qué fallamos. Qué pasó, dónde estaba la acción preventiva y de contención que todos debíamos realizar. Por qué no se pudo impedir esta masacre entre argentinos. No se supo, no se quiso....".
Con estas palabras, Brinzoni dirigió la mirada a su pretendida mesa de diálogo, circunstancia que no halló interlocutores. Y agregó:"Cuando hablamos de verdad completa, pedimos una mirada justa, no exenta de cierta piedad por parte de todos, para años tan desoladores, tan tristes.
"El Ejército -señaló- ha pedido perdón a la sociedad por los excesos del pasado, pero quiero destacar que también ofrecemos nuestro perdón a todos aquellos que favorecieron o ignoraron la amenaza o fueron indiferentes al desarrollo de un flagelo que tanto dolor provocó a nuestra República. Nuestro perdón, entonces, a quienes alentaron, toleraron o profundizaron la violencia."
La intención de la jefatura del Ejército es sentarse en un foro de diálogo con más partes que los protagonistas directos de la lucha armada. Partidos políticos y la Iglesia son instituciones en los que ya encontró algún eco. En sus palabras para La Nación , Brinzoni procuró mantener un equilibrio muy delicado.
"No valoramos ni compartimos los valores que llevaron a perpetrar este ataque en Formosa u otros, tanto en épocas de gobiernos democráticos como después, pero no ignoramos la fuerza de esos motivos que llevaron a morir y matar en edades en que recién se empieza a vivir", indicó el jefe del Ejército en tono de consenso.
Una forma que exhibió en el discurso, como al hablar de las tragedias por luchas del totalitarismo, cuando se refirió a "una cultura de la muerte que olvidó que la vida de todo ser humano vale por sí misma y no por su asociación con determinadas ideas".
Críticas sin nombres
"No hay odio en nuestros corazones", dijo Brinzoni momentos antes que dar públicamente un concepto inesperado: "Quien lideró el ataque montonero al pueblo de Formosa es hoy un hombre libre. No es recriminado ni discriminado ni incriminado. Otros como él se han integrado desde sus profesiones al modelo de sociedad democrática que combatieron. En buena hora".
Sin nombres, con un tono más diplomático que castrense, el jefe militar aludía, entre otros, a Mario Eduardo Firmenich, indultado por Carlos Menem, quien reside en Barcelona, España, cuya Justicia lleva adelante varias causas por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura por las que se reclama la extradición de militares argentinos.
En la ceremonia, Brinzoni regresó a su idea fuerza "sin olvidos ni recuerdos parciales", y agregó: "Sin minimizar la acción terrorista ni disimular la ilegítima represión".
Pasó el recuerdo de Formosa, la conmemoración en la que el Ejército esperaba hacer eje en su política en favor de cerrar heridas de maneras diferentes a las buscadas hasta ahora. Fue el tercer discurso de gran peso de Brinzoni desde mayo último. Pero la mesa de diálogo todavía parece lejos de concretarse...
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