Indisposición sorpresiva del Presidente y una nueva postergación del encuentro con Sturzenegger

La reunión que Javier Milei y Federico Sturzenegger iban a tener este jueves, a la vuelta del acto en Rosario por el Día de la Bandera, debió ser reprogramada por un problema de salud del mandatario, según aseguraron fuentes cercanas al Presidente. Para disipar los rumores que envuelven la demorada llegada del economista a la administración libertaria, en la Casa Rosada ratificaron este jueves que su desembarco está completamente definido: “Federico va a ser ministro, porque además se lo necesita sentado en las reuniones de Gabinete”, dijeron. “El nombre (de la cartera) aún no está, pero ya está definido que va a absorber lo que salga de la Jefatura de Gabinete, con la reformulación que se hará”, aseguraron.

El desembarco de Sturzenegger en el Gabinete se espera desde que el 27 de mayo, cuando Nicolás Posse salió eyectado de su cargo. En ese momento, además de su reemplazo por parte de Guillermo Francos, se conoció la reformulación de la jefatura de ministros y la entrada del economista. Sin embargo pasaron casi cuatro semanas desde entonces y no hubo definiciones, en el marco de los rumores de una siempre tensa relación entre Sturzenegger y Luis “Toto” Caputo, ministro de Economía y funcionario de extrema confianza del Presidente.

La primera reunión entre Milei y Sturzenegger iba a ser el martes, pero finalmente no se concretó pese a que el economista estuvo en Casa Rosada, donde tiene despacho. Luego se definió que se verían este jueves en Casa Rosada, en la víspera del encuentro de Milei con lo gobernadores de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, pero no hubo novedades sobre eso. El Presidente, en cambio, asistió al encuentro.

En el entorno del Presidente explicaron que la reunión con el economista no se concretó “porque en el vuelo de vuelta de Rosario, el presidente se descompuso por dos medialunas que comió en Rosario, previo a volver a Buenos Aires y que le hicieron mal”, a lo que agregaban que es un alimento al que tiene cierta intolerancia y normalmente evita, pero que estaba en ayunas y lo consumió. En ese sentido agregaron que Milei igual fue a ver a los gobernadores, “porque ya estaban citados y habían viajado especialmente para verlo, pero se seguía sintiendo mal mientras estaba con ellos y apenas pudo volvió a reponerse a Olivos, para su viaje de la noche”, en referencia a la gira que emprendió este jueves a Europa.

“Cuando llegó a Olivos se sentía pésimo y quedaron que se verían a la vuelta y ahí se cierra todo: Federico va a ser ministro y absorber las áreas para avanzar en la desregulación que el país necesita”, insistieron.

Por estas horas, el Gobierno trabaja en un megadecreto que podría ver la luz en diez o quince días, según detallan en Casa Rosada, que contemple no solo el desembarco de Sturzenegger al Gobierno sino también realizar varios cambios en el organigrama de las ocho secretarías que están en la órbita de Jefatura de Gabinete.

“La idea es que Sturzenegger entre al Gabinete, estamos definiendo las funciones”, dijo Milei este martes en una entrevista televisiva. Tras lo que agregó, buscando derribar las versiones sobre la incompatibilidad entre ambos economistas: “(Caputo y Sturzenegger) pueden convivir, hay un jefe y ese jefe soy yo, que además soy economista”. Más adelante completó: “Nadie va a violentar los logros de Toto. Nadie le va a tocar el culo a Caputo”.

Colaboradores estrechos del mandatario resaltan que, así como Milei “tiene una relación simbiótica” con Caputo, tiene para con Sturzenegger, “un nivel de lealtad enorme, que es como el que Sturze tuvo con (Mauricio) Macri, pese a que Macri no tuvo lealtad con él”, en referencia a su paso y salida por el Banco Central durante el gobierno del macrismo y del que el expresidente echó a Sturzenegger en 2018, potenciando a Caputo.

En la administración libertaria, Sturzenegger tiene un lugar desde el comienzo con la Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía. Y estuvo detrás del famoso DNU 70/2023, que buscó desregular la economía y quedó trabado en algunos aspectos, como el de reforma laboral, en la justicia. Su diálogo con el mandatario es permanente.

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