Incómodo silencio en el Gobierno por el futuro de Luana Volnovich en el PAMI
La titular de la obra social de los jubilados volvió a su cargo pero no se reunió con el Presidente; trascendió el enojo de Cristina Kirchner y se habla de separar del cargo a Martín Rodríguez, el número 2 del organismo
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En la sede central del PAMI, en plena calle Corrientes y a pocas cuadras del Obelisco, el movimiento de empleados llegando a su puesto de trabajo era el normal durante la mañana del lunes, con algunos fumadores en la puerta comentando las alternativas de sus vacaciones mientras miraban los nubarrones que oscurecían el cielo. No se percibían movimientos en el tercer piso, donde tiene su despacho Luana Volnovich, que según distintas versiones tenía previsto regresar ayer a sus tareas, luego de sus polémicas vacaciones en el Caribe junto a su segundo, Martín Rodríguez. Ambos regresaron al país el viernes a la noche tras haber pasado juntos unas vacaciones en Holbox una paradisíaca isla de la Península de Yucatán, a unos 140 kilómetros de Cancún. Finalmente, Volnovich volvió a ocupar su sitio, y el rumor de una reunión con el presidente Alberto Fernández quedó en veremos, con la sensación de que el Gobierno no quiso exponerla, en el día de su regreso, a las críticas opositoras. “Tema cerrado”, comentó un vocero oficial al promediar la tarde, como modo de desinflar las expectativas en torno de renuncias en el elenco oficial.
Nadie, ni en el Gobierno ni en el PAMI, luce cómodo con el escándalo protagonizado por la titular de la entidad, que derivó en denuncias judiciales de la oposición y desoyó el mandato presidencial de vacacionar “en lo posible cerca y dentro del país”, en momentos de crisis económica y energética, falta de dólares e incertidumbre.
“No hay nada agendado ni novedades”, fue la respuesta que, desde temprano, dieron desde la oficina de la portavoz Gabriela Cerruti, en relación a una eventual reunión de Volnovich cara a cara con el presidente Alberto Fernández, que no se expresó sobre un viaje que dividió aguas dentro del gabinete y también en La Cámpora, la organización que encabeza Máximo Kirchner y de la que Volnovich forma parte desde sus inicios.
Mientras los voceros de Presidencia se mantenían en silencio, fuentes del PAMI aseguraron al comenzar la tarde que Volnovich “estuvo firmando expedientes”, aunque no pudieron precisar si lo hizo en persona o mediante el sistema de firma a distancia. Sus voceros en el organismo leían los mensajes, pero evitaban contestarlos. “No creo que la expongan a Luana haciéndola venir hasta acá”, descontaba otra fuente oficial, que veía como improbable una reunión a la luz del día y en Balcarce 50. Por la tarde, desde la Rosada afirmaban que la funcionaria estaba “trabajando”, sin aportar más datos.
En los últimos días, trascendió que Volnovich ya había conversado sobre sus vacaciones, no solo con el Presidente, sino también Máximo y Cristina Kirchner. Más allá del silencio oficial, corrió en las últimas horas el rumor que adjudica a la vicepresidenta un “enojo” con la “rebeldía” de la exdiputada, que desoyó las recomendaciones oficiales de veranear “en la costa argentina o dentro del país” y eligió la isla de Holbox, en México.
Posibles salidas
Como anticipó LA NACION, y ya desde antes del regreso vía Uruguay de la funcionaria, se manejaron en reserva tres posibilidades de salir de la encerrona mediática y política. La primera opción era que Volnovich presente la renuncia para no desautorizar el liderazgo presidencial; la segunda, aún con chances de producirse, consistía en que se traslade a su novio Martín Rodríguez, también camporista, a otra dependencia del Estado; en tercer lugar, que se pongan paños fríos sobre el asunto para que el Gobierno no se vea corrido por las críticas de la oposición, el remanido “vamos viendo” que el Gobierno ya aplicó ante otros casos polémico, como los de la titular del Inadi, Victoria Donda. “Es escandaloso porque dejaron acéfala a la institución. Son nombrados por el Presidente y no pueden delegar sus firmas, tampoco irse los dos a la vez de vacaciones”, afirmó a LA NACION Graciela Ocaña, extitular del PAMI y diputada nacional de Juntos por el Cambio que presentó ayer una denuncia ante la Justicia contra Volnovich y Rodríguez.
En el gabinete, días después de estallado el escándalo, aún imperan el malestar y el silencio. El único ministro que se expresó concretamente fue el titular de la cartera de Seguridad, Aníbal Fernández, quien afirmó que no es “celador de nadie”, pero tomó distancia de la funcionaria. “No sé. Mirá dónde estoy yo. Yo también estoy en el Caribe”, ironizó el miércoles pasado, en la Casa Rosada. Entre quienes la defendieron sobresale Ariel Sujarchuk, intendente con licencia de Escobar y hoy a cargo del ente de control de la Hidrovía, quien le pidió a la funcionaria que “disfrute y traiga tequila” de su controvertido descanso. “La defendieron muy pocos”, se extrañaba un funcionario cercano a Volnovich, sugiriendo que el clima, puertas adentro del Gobierno, no es precisamente el mejor, pero que todo se aclaró sin necesidad de ofrendar la cabeza de nadie.
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