Impugnan a una candidata a juez
Por un escándalo que protagonizó el ex senador Cantarero
Un escándalo ocurrido hace 17 años en Salta -que desnudó como pocos los nexos entre la Justicia, el poder político y sus intereses económicos- se ha convertido durante los últimos días en uno de los temas de mayor actualidad en el Consejo de la Magistratura.
El motivo del resurgimiento del "caso de las cintas magnetofónicas" -como se lo conoció- es el avance del proceso de selección para ocupar una vacante en la Cámara Federal de Salta, que se encamina a una pronta definición.
La intención de algunos consejeros es que las cosas no queden como están ahora: en la primera posición del concurso se ubica María Rosa Ayala, actual jueza de la Corte de Salta y una de las involucradas en aquel escándalo.
La idea, según supo LA NACION de boca de tres consejeros, es atacar la candidatura de Ayala en la entrevista personal, el paso posterior al examen psicotécnico, que se realizará el 11 del actual. "Su designación le haría un gran daño a la credibilidad de la Justicia", dijo el senador Ricardo Gómez Diez a LA NACION. El consejero, también salteño, es el más indignado con esta situación y presentó una dura impugnación.
La jueza dijo, por medio de sus asistentes, que no hablaría del caso con LA NACION. Cuando estalló el escándalo, en 1988, Ayala era secretaria letrada del máximo tribunal salteño. Su nombre apareció mencionado en desgrabaciones de charlas telefónicas entre el ex senador Emilio Cantarero, entonces diputado provincial, y Luis Adolfo Saravia, entonces presidente de la Corte de Salta.
En esas conversaciones, Cantarero -uno de los nueve procesados en la causa por el presunto pago de sobornos a senadores- arreglaba con Saravia una medida judicial en favor de la Consultora Norte, una constructora del grupo económico del gobernador, Juan Carlos Romero.
El escándalo forzó el alejamiento de Saravia y de Restom Abraham, otro juez de la Corte salteña. Ayala fue suspendida y luego trasladada a un puesto menor, pero logró rehacer su carrera judicial en Tierra del Fuego. En junio pasado, 17 años después, volvió al máximo tribunal salteño, como jueza.
Ayala está al frente del concurso para la Cámara de Salta, con casi 30 puntos de ventaja sobre el segundo candidato. En su impugnación, Gómez Diez hizo un repaso del caso. Recordó que en una de las charlas entre Cantarero y Saravia, este último dijo: "La chica Ayala es muy bien [sic] pero guarda que es medio lenguda e indiscreta". A lo que Cantarero respondió: "Me ha dado muy buena impresión".
El objetivo de las conversaciones era que Saravia lograra una medida cautelar en favor de la Consultora Norte, en una causa que enfrentaba a Romero y Cantarero con un ex socio, Jorge Benjamín Méndez. En otro capítulo del escándalo, el abogado del grupo la Consultora Norte admitió que para ejercer la defensa del grupo había contado con la asistencia de Ayala, aunque, aclaró, como profesora universitaria y no como funcionaria judicial.