Impuestos al tabaco | La negociación secreta entre la UCR y el PJ que le torció el brazo al oficialismo y a Pro

Gracias al aporte de una veintena de votos de Unión por la Patria, un sector de la oposición dialoguista se salió con la suya e incluyó, en el proyecto de Ley Bases, un capítulo nuevo para elevar de 70 a 73% la alícuota del impuesto interno al tabaco y eliminar el tributo mínimo que hoy rige. Este artículo estaba contemplado en la iniciativa original que había presentado el Gobierno en diciembre pasado, pero llamativamente lo eliminó en la nueva versión en medio de versiones sobre lobbies cruzados entre las dos principales empresas tabacaleras: Sarandí y Massalin Particulares.

Fue la sorpresa de la jornada. Luego que el oficialismo sorteara invicto todas las dificultades de la discusión en particular de los artículos de la Ley Bases, el diputado Juan López, de la Coalición Cívica, propuso que se replicara en la iniciativa en debate el capítulo que había sacado el Gobierno. La iniciativa se aprobó con 82 votos positivos, en su mayoría de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. Un lote de 77 diputados votaron de manera negativa –en su mayoría de Pro y de La Libertad Avanza- mientras que 69 se abstuvieron, casi todos de Unión por la Patria.

¿“El Poder Ejecutivo quiere recaudar o solo ajustar?”, acicateó la diputada jujeña Natalia Sarapura, de la UCR, al proponer la incorporación de este capítulo en el proyecto. “¿Por qué elimina el Gobierno la modificación de los impuestos internos? ¿Es cómplice de quién? ¿Están los libertarios de acuerdo con el kirchnerismo en esto? ¿Se sigue avalando que se actúe fuera de la ley, atentando contra los pequeños productores?”, planteó.

“Nos traen a los empujones a tratar este tema. Acá lo que está pasando es un lobby infernal de las tabacaleras Sarandí y Phillip Morris”, se quejó Germán Martínez, jefe de bloque de Unión por la Patria.

López, a sabiendas de que buena parte de ese bloque iba a abstenerse en la votación, mandó un aviso. “No sabemos cómo van a votar los bloques de esta cámara; estamos yendo a ciegas a la votación. Pero si hay más abstenciones que votos positivos o votos negativos, no habrá aprobación alguna. Sepan de lo que se abstienen que están votando en contra de lo que planteó la diputada Sarapura”, advirtió.

Lo cierto es que el oficialismo intentó, a toda costa, evitar que el tema recale en el recinto. Contaba con el apoyo del bloque Pro, presidido por Cristian Ritondo, quien estuvo en la mira por el tema. Se supo que, después la votación de la Ley Bases, Ritondo partió raudo al despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y planteó sus dudas sobre cómo se desarrolló la votación. Sostuvo que lo que se había votado era solo la incorporación del capítulo en el texto, pero faltaba la aprobación en particular de sus artículos. López, en el recinto, despejó toda duda en el recinto.

“Se votó la incorporación y la votación en particular, eso quedó claro”, enfatizó el jefe de la CC.

Puertas adentro del bloque de Pro la cuestión generó cierta incomodidad. Si bien a la hora de la votación casi toda la tropa obedeció sin chistar la orden de votar en contra, hubo algunas deserciones. El rionegrino Aníbal Tortoriello, por caso, votó a favor. Otros cinco se ausentaron: Alejandro Bongiovanni, Daiana Fernández Morlero, Alvaro González, Marilú Quiroz y Ana Clara Romero.

La UCR también tuvo sus propias deserciones: Facundo Manes, Pablo Juliano y Marcela Colli también se retiraron discretamente del recinto. Dos radicales de Evolución, Mariela Coletta y Danya Tavella, votaron en contra.

La votación fue precedida de varias horas de incertidumbre, expectativa y tensión contenida. Unos y otros pulseaban por imponer su criterio. El momento clave sobrevino cuando uno de los negociadores de la UCR, Alejandro Cacace, logró el guiño de la diputada Victoria Tolosa Paz, de Unión por la Patria, quien se comprometió a reunir apoyos en su bloque que, en su mayoría, se inclinaba por la abstención.

“Quitar el impuesto mínimo y aumentar la alícuota (al 73%) para dar un criterio de igualdad y que todas las tabacaleras en la Argentina tributen para robustecer al fisco era lo que yo sentía que había que hacer. Finalmente se logró”, celebró Tolosa Paz tras la votación.

Así fue. Un total de 21 legisladores de Unión por la Patria apoyaron la moción. Además de Tolosa Paz, votaron a favor Carlos Castagneto (extitular de la AFIP en la anterior gestión), Eduardo Valdes, Pablo Yedlin, Hugo Yasky, Martín Soria, Santiago Cafiero, Carolina Gaillard, Pablo Carro, Aldo Leiva, Juan Pedrini, entre otros. El jefe de la bancada, Martínez, optó por la abstención, igual que Máximo Kirchner y Cecilia Moreau y otros 60 legisladores de la bancada. También se abstuvieron los diputados de izquierda.

El Gobierno, en la voz del ministro del Interior, Guillermo Francos, había propuesto discutir esta cuestión en un proyecto de ley aparte dentro de una reforma tributaria integral; sin embargo, el argumento no conformó al resto de la oposición que, hasta último momento, pulseó para torcerle el brazo al Poder Ejecutivo.

Son tres los jugadores de peso en el mercado local del tabaco y que concentran casi el 90% del negocio: Massalin Particulares (filial de Phillip Morris Argentina), Tabacalera Sarandí (del empresario Pablo Otero), y British American Tobacco (ex-Nobleza Piccardo). Actualmente, la compañía de Otero es beneficiaria de una serie de cautelares contra el impuesto interno mínimo que le permiten comercializar las marcas de su empresa a valores inferiores a los de la competencia. Con el texto aprobado en Diputados, que incrementa el tributo del 70% al 73% y pone fin al impuesto mínimo actual, la Tabacalera Sarandí debería cumplir con sus obligaciones fiscales. Habrá que ver si el Senado avala este capítulo y, de ser así, si el Poder Ejecutivo lo mantiene o lo veta.

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