Coronavirus en la Argentina: a quiénes alcanzará el impuesto a los grandes patrimonios que impulsa el kirchnerismo
El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, estimó que el proyecto que propone gravar los grandes patrimonios generará una recaudación entre 3000 y 4000 millones de dólares, la cual estará destinada al afrontar la pandemia de coronavirus. El legislador anticipó que el nuevo tributo se aplicará sobre fortunas mayores a los 3 millones de dólares y que suman 12.000 las personas físicas que ostentan este nivel de riqueza.
"Este universo significa el 1,1% del total de los contribuyentes del impuesto a los bienes personales, el 0,08% de la población económicamente activa. Es un universo muy acotado", aclaró Heller, quien ayer, junto con el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, se reunió con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán. "El Presidente me dijo que le parecía bien (el proyecto), coincidimos en los objetivos y compartimos los enfoques", señaló Heller.
El diputado precisó que, en principio, este impuesto extraordinario estará dirigido sólo a las personas humanas, no a las empresas. Este es un punto relevante para empezar a calibrar qué apoyos logrará este proyecto en la oposición; cabe recordar que, por tratarse de la creación de un nuevo impuesto, se necesitarán mayorías agravadas en ambas cámaras para ser aprobado.
En Juntos por el Cambio, el principal bloque opositor, todas las voces coinciden en rechazar un nuevo gravamen que afecte a las empresas, más allá de su envergadura. "Las empresas son las que van a traccionar a la economía hacia la salida de la crisis cuando la pandemia amaine", sostienen. Sin embargo, si se trata de un impuesto extraordinario aplicado sólo a las grandes fortunas de las personas humanas (no empresas), el discurso cambia. "Si el oficialismo hace explícita esta diferencia en el proyecto sería mucho mejor. Si es así tiene lógica debatir una iniciativa que grave a las grandes fortunas siempre que quede bien claro que se aplicará sobre personas físicas a partir de un umbral bien alto y sin afectar a las empresas, que ya están en una situación de crisis", enfatizó el diputado Alejandro Cacace, miembro de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Heller precisó que el gravamen, de carácter extraordinario, "sería progresivo" y que las alícuotas se aplicarían por tramos que rondarían entre el 2 y el 3,5%, acorde a la magnitud del patrimonio. Señaló que la base de datos sobre la que elabora la iniciativa "es suficientemente confiable" pues está fundamentada sobre las declaraciones presentadas por los contribuyentes del impuesto a los bienes personales. Negó que haya recibido datos de la AFIP para su confección.
"La recaudación de este impuesto extraordinario no irá a rentas generales, sino a afrontar la pandemia de coronavirus", insistió Heller, quien detalló que los recursos, según el borrador del proyecto, se destinarán "a la compra y /o fabricación de equipamiento médico, de elementos de protección y medicamentos y cualquier otro insumo crítico para la prevención y asistencia sanitaria vinculada a la pandemia del Covid19". También, "a reforzar la transferencia a personas que hayan perdido sus ingresos por la crisis a fin de mejorar su situación social e impulsar el consumo".
"Si los recursos alcanzan, se prevé destinar parte de la recaudación a subsidios para las empresas Pyme más afectadas por los efectos económicos de la pandemia con el objetivo de sostener el empleo y las remuneraciones de sus trabajadores", enfatizó Heller.
El presidente de la Comisión de Presupuesto insistió en que esta iniciativa "no tiene nombres propios" ni significa "una persecución contra nadie". De todas maneras, no descartó que más adelante se impulse una iniciativa destinada a gravar las "grandes ganancias" de las empresas, aunque admitió que aún no tiene lista la base de datos sobre la cual definir el universo de aportantes.
"Por ahora el proyecto sólo apunta a gravar los patrimonios de las personas humanas. Si llegamos a tiempo podríamos anexar lo del impuesto a las grandes ganancias. Todo dependerá de los tiempos del Congreso, que está resolviendo cómo sesionar de manera virtual", dijo Heller.
En la oposición la intención de gravar con un nuevo impuesto a las empresas genera un rechazo casi unánime. "Mirando lo que hacen otros países, tan afectados como la Argentina, no hay ejemplo de ningún país que se le ocurra que es una buena idea aumentar impuestos en estos momentos con la caída dramática de la actividad económica", criticó Prat Gay en declaraciones a TN. "Lo que hacen todos es proteger a los que están empleados y a los que dan empleo", agregó.
A su vez, los jefes de bloque de diputados de Juntos por el Cambio cuestionaron el pedido de la vicepresidenta Cristina Kirchner a la Corte Suprema para que avale sesiones virtuales del Congreso en el marco de la pandemia del coronavirus y, en una nota dirigida al presidente del cuerpo, Sergio Massa, lo instaron a que agote todos los esfuerzos para que las sesiones que se realicen en la Cámara baja sean presenciales. Cristina Kirchner viene impulsando organizar una sesión virtual en el Senado para tratar el nuevo impuesto.
Los líderes parlamentarios de Juntos por el Cambio advirtieron que es una potestad exclusiva del Congreso definir su reglamento de funcionamiento y no corresponde, por lo tanto, acudir a la Corte Suprema para que se pronuncie sobre una facultad que le es ajena. La inquietud de la oposición surgió luego de que Massa anticipara que ya cerró acuerdos con Arsat y con el Registro Nacional de las Personas (Renaper) para avanzar en sesiones virtuales en la Cámara baja.
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