Horacio Rodríguez Larreta regresó a Cumelén y charlará con Mauricio Macri en una cumbre de alto voltaje para Pro
El jefe de gobierno porteño y el expresidente tienen previsto reunirse mañana a la noche en Villa La Angostura en medio de las tensiones por el armado electoral
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El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tendrá una nueva cumbre de alto voltaje político con su antiguo mentor, Mauricio Macri, en el country Cumelén. Después de descansar unos días en San Martín de los Andes, Larreta regresó hoy al refugio donde está instalado el expresidente desde fines de año, para disfrutar unas horas de los paisajes paradisíacos del lugar junto a familiares de su pareja, Milagros Maylin, quienes se alojan en una casa en ese mismo club ubicado en Villa La Angostura.
El búnker de Macri en el Sur, en donde se hospedó Patricia Bullrich la semana pasada, será sede de una nueva conversación de verano entre ambos referentes de Pro, en medio del revuelo interno en Juntos por el Cambio por la estrategia electoral de 2023.
Fuentes que tratan a menudo al jefe de gobierno porteño y al exmandatario aseguran que ya agendaron la reunión para mañana. Se verán a solas, según fuentes larretistas. En tanto, dirigentes cercanos a Macri comentan que está previsto que cenen mañana: “No habrá nada definitorio ni fuera de lo común. Es una charla como la que tuvo con Patricia”, dice un allegado a Macri.
Si bien en Pro hay quienes afirman que la relación entre ambos está deteriorada, políticos cercanos a Larreta sostienen que el diálogo nunca se cortó y que lograron pacificar el vínculo después de los últimos cortocircuitos por el armado en la Ciudad -el aval de Bullrich a Jorge Macri como sucesor de Larreta y el lanzamiento de Fernán Quirós hicieron reavivar la tensión-. Es más, Larreta aseguró en charlas cerradas que le había ido “muy bien” en la conversación que mantuvo con Macri en Cumelén durante los últimos días de diciembre.
En esas jornadas se cruzaron varias veces, sobre todo, en encuentros sociales en los que estuvieron presentes las parejas de ambos, Juliana Awada y Maylin, entre otros. “No hubo foto porque no se dio la situación”, afirmaron desde el entorno de Larreta. Y repiten que los dos jefes opositores charlan con frecuencia por teléfono.
Larreta y Maylin tenían previsto volver a Cumelén desde fines de diciembre. Allí se alojan sus familiares, quienes sabían que la pareja regresaría a fines de enero.
Si bien el jefe porteño regresó a la Capital a principios de enero sin certezas de qué jugada prepara Macri, aceleró su campaña para posicionarse en la carrera presidencial. Quienes dialogaron con él en la intimidad sostienen que Larreta imagina a Macri como candidato -lo infiere por cómo mueve sus fichas en el tablero-, pero asumió que no habrá una definición hasta marzo o abril. Por eso, además de poner en marcha una estrategia de comunicación para despolitizar su figura y llegar a segmentos de la población que lucen desencantados con la clase dirigente, se subirá al ring con un lanzamiento electoral. Lo prepara para fines de febrero o principios de marzo y tiene previsto ultimar detalles junto a sus colaboradores cuando regrese a Buenos Aires.
En el larretismo relativizaron que Macri haya hospedado a Bullrich en su casa durante dos días, un gesto que fue leído como una nueva señal de beneplácito a su postulación. Dicen que otros dirigentes también se quedaron a dormir. “Parece la casa de Gran Hermano. ¿Quién quedará en placa? ¿A quién llamará Mauricio al confesionario?”, comentan en tono irónico colaboradores de Macri en la intimidad.
Además, laderos de Larreta buscaron minimizar el efecto de la foto que se sacó el expresidente junto a la titular de Pro. Según fuentes del partido opositor, Macri y Bullrich no solo acordaron difundir esa imagen, sino que también consensuaron una suerte de comunicado de prensa sobre el contenido de sus charlas. Por un lado, quisieron resaltar que la gestión de Sergio Massa le provocará más daños a la economía. Y, por otro, coincidieron en remarca que las reformas que necesitará el país deben ser “profundas” y “valientes”.
Está claro que uno de los motivos que enfrentan a Macri y Larreta es la velocidad de las reformas y la manera de concretarlas. Tienen miradas diferentes sobre cómo debe proyectarse el espacio opositor hacia el futuro. El expresidente desconfía del modelo acuerdista del jefe porteño y su política de alianzas. De hecho, Macri no esconde su malestar por la incorporación de Martín Redrado al Gabinete porteño. En Pro aseguran que Hernán Lacunza, referente económico del espacio y jefe del armado del plan 2023, también masculla bronca por ese anuncio. ¿Bullrich buscó contenerlo? Esas son habladurías para el larretismo. Lacunza no solo charló con Macri en el Sur, sino que también se vio con Larreta en la casa de la familia de Maylin para evaluar detalles del programa que prepara para un eventual próximo gobierno.
En su charla patagónica con la titular de Pro, Macri evitó revelar su incógnita pero le dio indicios a su heredera de que no desea volver a disputar la presidencia. Machaca con que no se anota en la carrera, aunque no confirma un retiro ni muestra pretensiones de ceder su liderazgo. Quienes se cruzaron con él en su refugio de Cumelén, donde se vio con Bullrich, Lacunza, empresarios o el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, lo notaron muy distendido. A la tarde suele caminar junto a Awada por el club. También se anotó en los torneos de paddle.
En ese country también estuvo hace unos días Nicolás “Nicky” Caputo, el íntimo amigo del expresidente que estrechó lazos con Larreta durante el último tiempo. Pese que luce relajado, Macri sigue de cerca los temas de coyuntura. Repite a quienes charlan con él que la bomba de las leliq pondrá en jaque a la próxima administración. El jueves el expresidente volverá a la acción: irá a la ciudad de Santa Rosa, en La Pampa, junto a Miguel Ángel Pichetto, su compañero de fórmula en 2019, para respaldar la precandidatura a gobernador de Martín Maquieyra, antes de las PASO del 12 de febrero. Luego, Macri volverá a su refugio patagónico. Y en marzo tiene previsto viajar a Italia, donde visitará varias ciudades. Eso lo mantendrá alejado de la Argentina y el escenario electoral. ¿Otra señal?
Incógnita
La incógnita de Macri mantiene en vilo a todo el Pro. En el larretismo se preguntan qué rol asumirá en caso de que decida no jugar. ¿Se mantendrá como un árbitro ecuánime o usará el dedo? En el macrismo no descartan esa opción. Sin embargo, Macri y Bullrich evaluaron el escenario electoral en Cumelén con una sola certeza: habrá competencia interna en Juntos por el Cambio para definir las candidaturas. Confiada en el respaldo que tiene en las encuestas y la sintonía política con Macri, Bullrich da señales de que no piensa declinar su candidatura. El expresidente lo sabe: “No la controla”, repiten los suyos.
A lo largo de esa conversación, Macri y Bullrich también analizaron la actualidad del radicalismo. Ven que aún no tiene un candidato a presidente competitivo, pese a los intentos de Facundo Manes y Gerardo Morales por mejorar su posicionamiento a nivel nacional. El jujeño se convirtió en un aliado clave para Larreta, que necesita a la UCR para contener el avance de Macri y quitarle poder de influencia. El problema para el alcalde es que el radicalismo no tiene un liderazgo claro y luce atomizado. De hecho, Rodrigo de Loredo, Martín Tetaz o Alfredo Cornejo orbitan cerca de Macri. Comulgan con su cosmovisión y lo necesitan para ganar en Córdoba o Mendoza respectivamente. A su vez, Larreta debe aún resolver el dilema de su sucesión. Con Martín Lousteau lanzado en la carrera, el radicalismo espera un gesto del alcalde en el bastión de Pro para apuntalar su proyecto presidencial. Es una jugada compleja para el jefe porteño y un test de fuego para su liderazgo, ya que lo obligaría a romper con Macri. Para el expresidente, la Ciudad, la fortaleza de su poder, debe quedar sí o sí en manos de Pro. Y le asombra que Larreta no haya preparado a un sucesor después de ocho años de gestión. Esa es una de las críticas que le hace a su heredero porteño.
Antes de irse a San Martín de los Andes, Larreta buscó interiorizarse sobre los planes de María Eugenia Vidal, quien se anota en la carrera presidencial. Si bien cenó con ella hace unos días en Pinamar -un encuentro social-, ahora tiene pensado reunirse con la exgobernadora cuando vuelva a la Capital. ¿Aún tiene esperanza de que acepte ser su sucesora como prenda de unidad con Macri?
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