Horacio Rodríguez Larreta hizo una demostración de fuerza hacia la interna de Pro y reunió 150 dirigentes de todo el país
El jefe porteño hizo una puesta en escena para consolidar su proyecto presidencial; juntó a referentes de la coalición opositora en las provincias, entre ellos varios probables candidatos a gobernador
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Decidido a pelear por la presidencia y neutralizar a sus contrincantes internos en Pro, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, juega a fondo y mueve sus piezas para acumular capital político y consolidar su proyecto nacional.
Mientras pulsea con Mauricio Macri y Patricia Bullrich por el liderazgo opositor y el contenido de la propuesta que ofrecerá Juntos por el Cambio a la sociedad en 2023, Larreta hizo hoy una fuerte puesta en escena para fortalecer su candidatura presidencial.
En un intento de exhibir su articulación a nivel nacional -el lunes pasado buscó mostrar a los socios que reclutó para su armado en la provincia de Buenos Aires, el escenario donde se definen las elecciones-, Larreta reunió en un salón de eventos en Palermo a 150 dirigentes de Juntos por el Cambio de todo el país.
Entre los asistentes hubo varios eventuales candidatos a gobernador, como Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Luis Juez (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut); Claudio Poggi (San Luis) o Martín Maquieyra (La Pampa). También participaron del cónclave larretista Gustavo Santos (Córdoba), Héctor Baldassi (Córdoba), Soher El Sukaria (Córdoba), Pedro Dellarossa (Córdoba), Sara Majorel (Córdoba), Anita Martínez (Santa Fe), Gabriel Chumpitaz (Santa Fe), Dionisio Scarpín (Santa Fe); Germán Alfaro (Tucumán), Marcelo Orrego (San Juan), Alfredo Schiavoni (Misiones), y Gabriela Neme (Formosa), entre otros.
La mayoría de los dirigentes que aspiran a gobernar en 2023 no quieren que la interna nacional de Pro altere el tablero en sus distritos. Por esa razón, más allá de la buena sintonía con Larreta, conservan los lazos con Bullrich y Macri. Es más, varios prefieren la neutralidad o abogan por que haya un acuerdo en la cúpula de Pro para unificar la candidatura presidencial. “Si nosotros organizamos esa reunión, también vienen”, dicen cerca de la exministra. Y deslizan que la Ciudad pone a disposición de los potenciales postulantes en el interior sus equipos técnicos para la campaña o contratos para acelerar los alineamientos.
Macri, en tanto, habilita la competencia “natural” por la candidatura presidencial, pero le inquieta que la pulseada entre Larreta y Bullrich diversifique la oferta de Pro en los distritos o municipios y complique las chances de los “territoriales” que ya están instalados. Por lo pronto, Macri podría reaparecer mañana en Buenos Aires, en una nueva inmersión para tantear su nivel de aceptación en el territorio.
“Muchos dirigentes no sabían a qué venían”, deslizó un macrista paladar negro que no fue invitado al mitin del larretismo.
Con su puesta en escena en Palermo, Larreta ostentó su red de alianzas. Por eso, no solo convocó a referentes de Pro sino a representantes de los partidos aliados, como Juez, Poggi y Felipe Álvarez (La Rioja) e incluso integrantes del radicalismo. En la sede porteña se jactan de haber juntado a legisladores o jefes municipales de veintidós provincias. Para preservar el espíritu federal del cónclave, no hubo emisarios de la Ciudad ni de Buenos Aires.
El pretexto para reunir a la tropa de JxC en el interior del país era debatir sobre los desafíos que presenta la economía bajo el slogan “Preparándonos para gobernar un país federal”. Sin embargo, el objetivo de Larreta y sus estrategas es enviarle un mensaje a Bullrich, su principal retadora interna en la carrera presidencial, y sobre todo a Macri, quien mantiene el misterio en torno a su futuro político y coquetea con un doble rol: candidato o gran elector.
En una jugada que ejecutan de manera gradual, quieren doblegar la resistencia de la exministra y restarle capacidad de influencia a Macri al mostrar la “musculatura” del proyecto de Larreta.
El encuentro, que se realizó en la Escondida de Palermo, comenzó con una exposición del exministro de Hacienda Hernán Lacunza, quien anticipó los ejes del plan que prepara bajo el paraguas de la Fundación Pensar bajo el paraguas de la Fundación Pensar, el think tank del macrismo. También expusieron Jorge Faurie, excanciller; Enrique Szewach, exdirector del Banco Central, y Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera. Julia Pomares, jefa de asesores de la Ciudad, se encargó de moderar la charla.
El cierre estuvo a cargo de Larreta, quien desde el escenario ratificó su deseo de alejar a Juntos por el Cambio de los extremos. Convencido de que la elección se gana en el centro, el jefe porteño machaca con que pretende “terminar con la grieta” y ampliar la base de sustentación del frente opositor para impulsar reformas estructurales en la economía. “Es difícil ponerse de acuerdo, pero es lo que cambia la Argentina. Hay que tener más coraje para consensuar con el que piensa distinto que para pelearse”, enfatizó.
Frente a las tensiones en el peronismo y los efectos de la crisis económica, en el larretismo evalúan con optimismo el tablero electoral de 2023. Se entusiasman no solo con la chance de que la principal coalición opositora se imponga en los comicios nacionales -confían en que lograrán mantener la unidad pese a los constantes cortocircuitos entre Pro, la UCR y la CC-, sino que aspiran a que JxC podría ganar en varias provincias, como Santa Fe, Córdoba o Entre Ríos. Así, especulan, JxC tendría un mayor crédito político y social que Macri en 2015 si logra regresar al poder el año próximo. “Para sacar el país adelante no nos alcanza con el gobierno nacional. Tenemos que lograr un apoyo inicial más sólido”, enfatizó Larreta
Envalentonado, Larreta llamó a “pelear” con el kirchnerismo en todas las provincias y municipios. Y enumeró los bastiones del PJ y del kirchnerismo donde JxC aspira a tener una buena performance en 2023, como San Luis, Tucumán, Formosa, Santa Fe, San Juan, Misiones y Santa Cruz, entre otros. Pese al optimismo del larretismo, está claro que el posible desdoblamiento de los comicios en esos distritos o la eventual eliminación de las PASO complicaría las chances del frente opositor.
“¿Por qué no le podemos ganar a [Jorge] Capitanich en Chaco o a [Gildo] Insfrán en Formosa? Era imposible ganarle al peronismo en Lanús y ganamos”, arengó.
En otro tramo de su discurso, Larreta resaltó la necesidad de que Juntos por el Cambio pueda unificar posturas y consensuar un programa económico con miras a 2023. “Lo que va a cambiar el país no es aprobar leyes los primeros días, sino que éstas se mantengan veinte años”, señaló.
Desde hace meses, Larreta busca consolidar su articulación en el interior del país. Con ese fin incorporó a Omar de Marchi (Mendoza), quien modificó la estrategia y la modalidad de visitas del jefe porteño a las provincias. La intención del equipo de Larreta es exhibir el nivel de adhesión al proyecto presidencial en el interior del país y la provincia de Buenos Aires. “El 80% apoya a Horacio y el 20% a Patricia”, dicen en la mesa chica del alcalde. Por ese motivo, especulan, la exministra de Seguridad intenta “refugiarse” en la UCR y explora acuerdos con radicales. De hecho, Bullrich viajó hoy a Mendoza, donde comparte actividades con el exgobernador Alfredo Cornejo: “Con Alfredo coincidimos en algo muy importante: con qué carácter y con qué decisión vamos a hacer los cambios que el país necesita”, lanzó la titular de Pro.
Anteayer, Larreta había dado el primer paso en su intención de consolidar la estructura propia con miras a los comicios de 2023 y, en paralelo, posicionarse en la interna de Juntos por el Cambio cuando reunió a su tropa de la primera y tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires en la localidad de San Martín. En ese distrito Larreta apuesta todas sus cartas a la candidatura a gobernador de Diego Santilli. “En esa foto había más un millón de votos”, celebraron en el entorno del jefe porteño.
En la contienda por la presidencia se anotan Bullrich, Facundo Manes (UCR), Gerardo Morales (UCR) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal). Mientras Macri medita si tiene deseos o no de volver a competir, María Eugenia Vidal recorre el país y no descarta subirse al ring nacional.
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