Vamos a responder tres preguntas que marcaron la agenda de la semana: ¿le da el perfil a Horacio Rodríguez Larreta para pelear contra la maquinaria K? ¿Es Amado Boudou una nueva María Julia, como plantea Hugo Alconada Mon?
Se conocieron las nuevas cifras de la pobreza en la Argentina que releva la UCA: más del 44% de los argentinos es pobre y 6 de cada diez chicos lo es ¿hay esperanzas para este país?
Máximo Kirchner subió al ring a Rodríguez Larreta el martes a la madrugada en el Congreso cuando finalmente logró quitarle a la Ciudad, si la media sanción de Diputados se convierte en ley, 65 mil millones de pesos para el año que viene: es 10% del presupuesto porteño. Te lo traduzco: la idea es desfinanciar y desgastar tres años antes a un candidato que tiene más de un 65% de aceptación popular en las encuestas y que podría ser un límite para un proyecto político que jamás archivó el "vamos por todo".
Me decía una figura muy importante de Juntos por el Cambio, aliado del PRO: "Horacio quiere llegar esquivando, como Nicolino Locche, pero ahora se va a demostrar si puede y quiere calzarse los guantes". ¿Puede, quiere?
Es como si vos estuvieras frente a una maquinaria que es como Hannibal Lecter, el psiquiatra psicópata de "el silencio de los inocentes", y le hablaras de diálogo, de encuentro, de convivencia pacífica. Ni Alberto Fernández, que venía con otra lógica de poder, pudo lograr mantener el equilibrio frente a esa maquinaria de conflicto permanente que es el kirchnerismo. Aun así, queriendo agradarlos con tantos gestos, como la apropiación del funeral de Maradona, le reprochan los aliados chavistas y del otro lado también. Un duro editorial del diario británico "The economist", describe a Alberto Fernández como "un presidente sin plan".
Pero el ataque de la maquinaria K no solo apunta a desfinanciar a la Ciudad y a vengarse de los porteños, que siempre votaron en contra del kirchnerismo, sino, lisa y llanamente, busca quitarle la autonomía; el decir, su rango de provincia.
También es cierto que el ataque de la maquinaria K lo victimiza y eso podría beneficiarlo, eso es lo que dicen los kirchneristas. Eso fue, en principio, lo que le pasó a Macri. Tanto le pegaron que finalmente lo ayudaron a llegar a la presidencia. Sin embargo, a Scioli, en una situación similar, le pasó lo contrario: salió a las pistas tan temprano que finalmente terminó desgastándose. ¿Cuál de estos dos destinos le tocará a Larreta, el de Macri o el de Scioli?
El debate por la quita de fondos a la Ciudad tuvo momentos delirantes como la intervención que hizo el senador Jorge Taiana cuando comparó los planteos de la oposición con los argumentos a favor de la violencia de género: cuando los victimarios se presentan como víctimas. Además de banalizar el tema de la violencia de género, hay que recordarle a Taiana que en los casos de violencia de género el que la ejerce es el más fuerte sobre la más débil, hay una relación asimétrica de poder, pero acá pasa al revés: los recursos los maneja el Estado Nacional –cooptado en gran parte por el aparato perokirchnerista- y está claro que, quien maneja los recursos, no solo detenta el poder, sino que tiene la capacidad de disciplinar a los demás, a tal punto que esa misma maquinaria ha logrado que los propios diputados porteños voten contra sí mismos y obviamente en contra sus representados. Más que violencia de género, Taiana parece un caso de síndrome de Estocolmo: cuando la víctima defiende a su victimario.
El apriete a la Ciudad –y a cualquier otra provincia- es posible porque no hay una ley que regule la forma en que se distribuye la recaudación entre la Nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ese agujero negro, ese limbo hizo posible que el aparato kirchnerista dominara a las provincias bajo el sistema del apriete y la extorsión: es decir, te doy si me votás. El chavista Diosdado Cabello lo dice un modo brutal, directo.
Kirchnerismo y Justicia: un "triunfo" y dos fracasos
La noticia judicial más importante del día y un dato político crucial en la trama del kirchnerismo es que Amado Boudou podría volver a la cárcel porque la Corte Suprema, por unanimidad, le confirmó la condena a cinco años y diez meses de prisión por haber intentado quedarse con el 75% de las acciones de la imprenta Ciccone, que fabrica papel moneda, a cambio de solucionar sus problemas fiscales.
Es muy reveladora la respuesta de Boudou a la decisión de la Corte. En un zoom con militantes kirchneristas le reprochó muy duro a Alberto Fernández no haber hecho nada por detener el "lawfare" en la Justicia. "Ningún mamarracho político sobre Cristina se solucionó", dijo. ¿Cómo se traduce esta frase? Alberto, no cumpliste con tu parte de garantizarnos la impunidad. Esa era parte del pacto para que vos fueras presidente.
Porque la otra mala noticia judicial para el kirchnerismo es que la Cámara de Casación Penal –el máximo tribunal penal del país- falló a favor de la constitucionalidad de la ley del arrepentido. ¿Qué significa esto? Un espaldarazo muy importante para la causa de los cuadernos de las coimas que destapó Diego Cabot y que reveló, con datos y hechos, la trama de corrupción entre funcionarios kirchneristas y empresarios.
En términos sencillos, lo que decidió la Justica es que los testimonios de los arrepentidos sirven como prueba para juzgar a Cristina Kirchner, que está acusada de haber liderado una asociación ilícita para recaudar coimas de empresarios de la obra pública. La decisión judicial desbarata el argumento del kirchnerismo y del propio Fernández de que los arrepentidos eran "extorsionados" para declarar bajo amenaza de ir a la cárcel.
Después del fallo de Casación, el futuro de Cristina Kirchner quedará en manos de la Corte Suprema: el lugar donde últimamente van a parar todos los conflictos de la política.
Que la Justicia siga manteniendo vivas las causas de Cristina desmorona la teoría de lawfare incluso para los propios. ¿Por qué? Porque revela que había pruebas verdaderas para juzgar y condenar los actos de corrupción de los funcionarios kirchneristas y que las causas no eran parte de una persecución política impulsada por el gobierno de Macri. Macri ya no está y las causas avanzan igual.
¿Cuál fue el éxito judicial que festejaron los K? Pasó lo que muchos temíamos que pudiera pasar. En la causa de los cuadernos, ahora el investigado es su autor, Diego Cabot. Lo investiga un juez de buena sintonía con el kirchnerismo, Martínez de Giogi, que pidió ver cámaras de seguridad para identificar a una fuente periodística con la que se reunía Cabot: una medida que es abiertamente inconstitucional porque nuestra constitución protege el anonimato de las personas que informan en una investigación periodística: es decir, protege el anonimato de las fuentes.
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