En medio de los rumores de cambios de gabinete, Alberto Fernández buscó dar una imagen de unidad

Frente a una nueva ola de rumores de cambios en el gabinete, el Gobierno buscó este martes dar una imagen de unidad y respaldo al presidente Alberto Fernández. Fue en Chapadmalal en la reinauguración del Hotel 6 de la Unidad Turística, que permaneció cerrado por más de 15 años y cuya construcción comenzó durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, impulsada por la Fundación Eva Perón, de cuya muerte se cumplen 70 años.

Los rumores sobre una posible llegada del titular de la Cámara Baja, Sergio Massa, a la jefatura de ministros volvieron a reeditarse en las últimas horas, en línea con lo que pasó desde el 3 de julio, un día después de la dimisión de Martín Guzmán al cargo de ministro de Economía. La versión de ese cambio, y los que se originarían como un enroque a partir de allí, abrieron distintas posturas en la coalición gobernante. Mientras que en el albertismo se alejaron de esa posibilidad, y ubican al Frente Renovador como la usina desde la que salen los rumores; en el kirchnerismo hay reserva sobre el tema, y desde el massismo, por su parte, buscan tomar distancia de la posibilidad.

Las primeras divergencias sobre posibles cambios comenzaron en las horas posteriores a la salida de Guzmán. Ese domingo, Massa fue señalado casi como un número puesto dentro del equipo de gobierno, tanto con versiones como que llegaría al cargo de jefe de Gabinete, como que sería un súper ministro, con todo el área de Economía bajo su órbita. Nada de eso sucedió y solo hubo un cambio de nombre, con el ingreso de Silvina Batakis. Desde el massismo siempre se dejó claro que eso “no era suficiente” y que era “solo maquillaje”, al tiempo que explicaban que el jefe del Frente Renovador evaluaba necesario un cambio mayor, con modificaciones en la AFIP y el Banco Central, dos puntos que Fernández no consideró.

Desde entonces, con el agravamiento de la situación económica, y un dólar blue que superó los 320 pesos, las versiones volvieron con fuerza. Todo con un telón de fondo no solo marcado por la fuerte crisis económica y social, sino también política.

Las versiones, además, surgen en un contexto de expectativa para el gobierno, con Batakis de visita en Washington, intentando tender lazos con el FMI, el Tesoro norteamericano y empresas de ese país. Tras su vuelta es que el Gobierno podría avanzar con medidas, que a su vez fueron perdiendo forma en los últimos días.

En ese escenario de endeblez para el oficialismo, todas las posibilidades parecen estar sobre la mesa. Desde cambios de nombres hasta reducción de ministerios, pero en línea con los comportamientos habituales del gobierno, nadie se anima a afirmar nada en este contexto de profunda inestabilidad.

Frente a esas versiones, en el atardecer de ayer, desde Casa Rosada se activaron llamados a los distintos ministerios, para que los ministros asistan a la inauguración. Nueve titulares de carteras y el propio jefe de ministros, Juan Manzur dijeron presentes, en una imagen que pareció cerrar filas. Cerca de Fernández estuvo Manzur, los ministros de Turismo, Matías Lammens; Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, junto a las ministras de Salud, Carla Vizzotti; y de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Por esos fondos también andaba el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, entre otros de su rango. En primera línea también estuvo la titular de ANSES y única miembro de La Cámpora, Fernanda Raverta, que jugaba de local en la ciudad atlántica.

También los legisladores Eduardo Valdés, Carolina Gaillard, Victoria Tolosa Paz, Marcelo Casaretto, Alicia Aparicio y Daniel Gollán, la portavoz Gabriela Cerruti y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello.

De vuelta en Buenos Aires hubo otra imagen que fue leída en clave política frente a las versiones. Manzur visitó a Scioli, cuya llegada al gabinete no cayó bien en las filas del massismo. En un encuentro en la cartera de Producción ambos funcionarios se mostraron juntos y dirigiéndose elogios mutuamente.

En uno de los tramos de su discurso, Fernández además, Fernández admitió que la Argentina tiene tiene dificultades, pero aseguró que el país está “creciendo”, y apuntó al campo al afirmar: “Algunos siguen especulando con una devaluación para vender lo que tienen que vender y hacer ingresar los dólares que le permitan a la Argentina seguir produciendo, seguir dando trabajo y seguir creciendo”. En lo que conformó otro ataque al sector que, se suponía, podía ser beneficiado por algunas de las medidas en estudio.

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