Hernán Iglesias Illa: "Tenemos que hablar el lenguaje de la gente y cumplir las promesas"
El coordinador de políticas públicas de la Jefatura de Gabinete dice que lo importante para el Gobierno es generar confianza
Soy un fundamentalista", dijo alguna vez Hernán Iglesias Illa, cuando la adhesión a la política comunicacional del Gobierno era tema de una sobremesa de trabajo. En diálogo con LA NACION, el coordinador de políticas públicas de la Jefatura de Gabinete se ríe de aquella frase terminante. "No somos todopoderosos, los whatsApp que manda la gente durante el día no son de política", dice, con la lógica de su referente, el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Convencido del camino elegido, y en un salón de la Casa Rosada, Iglesias Illa defiende los timbreos y el uso de las redes sociales, que son marca registrada del gobierno de Mauricio Macri, aunque advierte: "Hay que trabajar día a día para lo más importante: que la gente nos crea, hablar su lenguaje y cumplir lo que prometemos. Si no, la gente te lo hace pagar", asegura el ex periodista devenido funcionario.
-¿Después de estos meses la gente les sigue creyendo?
-Lo más importante para el Gobierno es generar una relación de confianza, con la gente y los actores políticos y sociales. Nuestra manera de tomar la comunicación y la política como una conversación tiene que ver con esto. En general estamos satisfechos con la reacción.
-¿En qué se ve esa confianza?
-Ha sido un año difícil para mucha gente. Hace casi un año les dijimos que la situación era delicada, que para volver a crecer teníamos que tomar una serie de medidas en el corto plazo que serían difíciles, y creo que mucha gente entendió esto. Lo peor ya pasó y en los próximos meses se van a ver los frutos del esfuerzo que los argentinos hicieron este año.
-Para hoy está previsto otro timbreo, al que ustedes dicen que van "más a escuchar que a aprender". ¿No creen que la gente necesita respuestas sobre temas como la economía o la inseguridad?
-Es que se generan conversaciones de ida y vuelta, no es que sólo vamos a escuchar. Lo que le decimos a los voluntarios es: no vayan a "vender" nada, vayan a escuchar.
-¿Ya convencieron a los radicales de ir convencidos a esos timbreos?
-Cada mes que pasa se suman más dirigentes de la UCR y la CC-ARI a los timbreos.
-¿Y la dicotomía marketing-política cómo se salda?
-La política se puede hacer de muchas maneras, hay diferentes estilos y formas. En la campaña había una división tajante entre el armado político, a cargo de Emilio Monzó, y la comunicación con Marcos Peña. Hoy los roles se han mezclado, la gestión te obliga a hacer cosas que querés y otras que tenés que hacer, los límites son mucho más borrosos. Nuestro modelo es la conversación, en comparación con el gobierno anterior le bajamos el volumen a la voz presidencial para que se escuchen otras voces.
-Hay una utilización fuerte de las redes sociales. ¿Sienten que de este modo se acercan más a la gente que con los medios tradicionales?
-Valoramos de verdad el trabajo de la prensa en una sociedad democrática. También aparecieron cambios tecnológicos y sociales que nos obligan a tener una paleta más amplia, para relacionarnos con toda la sociedad.
-El Gobierno cree mucho en las encuestas. ¿Lo que pasó en las elecciones de Estados Unidos -sumado al Brexit y la elección en Colombia- no los hace cambiar de opinión?
-No somos tan adeptos a las encuestas de intención de voto, que son importantes días antes de la elección. Son más importantes los sondeos de imagen, entender cómo la gente está pensando y el humor social. Parece estar poniéndose más difícil medir en un entorno de polarización.
-Los aumentos de tarifas, los cambios en la Corte por decreto, el segundo semestre..., ¿fueron problemas de comunicación o de gestión?
-Tratamos de decir siempre la verdad, no esconder con trucos argumentativos lo que estamos haciendo. Lo del segundo semestre es una expresión que tomó vida propia en la gente, en los expertos, y la respetamos. Pero dijimos que en estos meses íbamos a bajar la inflación y generar más empleo, y estamos a tiempo de hacer ambas cosas.
-Ningún gobierno dice siempre la verdad...
-Hay miles de niveles de mensajes, pero somos mucho menos enroscados o maquiavélicos que otros, tratamos de decir las cosas como son. Si tratás de suavizar o edulcorar, el votante de hoy te lo hace pagar.
-Daniel Arroyo dice: éste es un gobierno que gobierna pensando en el siglo XXI, pero no se da cuenta de que hay mucha gente en el siglo XX y aun en el XIX...
-Claramente no estoy de acuerdo. El Gobierno ha hecho un esfuerzo importante en políticas sociales, acompañando a los que necesitaban ser acompañados este año y continuando las cosas buenas que se han hecho en el pasado.
-¿Tener la comunicación armada es una ventaja con respecto a otros partidos?
-Si digo que sí queda un poco arrogante, pero tratamos de ser lo más horizontales y abiertos posible, entender que la gente ya no vota por lealtades anteriores o porque su intendente, o un medio o la Iglesia les dijo que vote de determinada forma. Y, además, no somos todopoderosos, la mayoría de los mensajes que una persona manda y recibe en su whatsApp no son de política. Hay que trabajar todos los días para ganarse la confianza de esa persona, hablarle de su problema concreto y cumplir lo que uno promete.
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