
Heredero de un estilo de hacer política
El senador Cantarero creció en la política a la sombra del caudillo salteño Romero
El caudillo salteño Roberto Romero lo consideraba su hijo adoptivo. Tanta era la confianza en Emilio Marcelo Cantarero que no sólo lo cobijó en sus empresas privadas, sino que también lo colocó en uno de los sitios preponderantes de su gestión pública.
Cantarero se había recibido de contador público en la Universidad Nacional de Salta y comenzó su carrera en el diario El Tribuno, fundado por Romero, en 1958.
Allí hizo carrera y comenzó a forjar su personalidad, siempre con un bajísimo perfil. Llegó a ser presidente del directorio hasta el 9 de diciembre de 1983, cuando dejó el matutino sólo para ocupar el cargo de ministro de Economía y Obras y Servicios Públicos en su provincia.
En 1987, cuando se alternaba el peronismo la conducción política de la provincia, llegó a la Cámara de Diputados como representante de la capital. Presidió la Comisión de Hacienda y Presupuesto desde 1987 hasta 1991.
Cuando se desempeñaba como legislador, se vio envuelto en un caso de corrupción que fue bautizado por la prensa como el "Saltagate".
Denuncia
Sucedió en 1988 durante el gobierno de Hernán Cornejo. El entonces titular del radicalismo, senador Alberto Espeche, hizo una denuncia por que involucraba a Cantarero por "hechos de gravedad institucional".
Lo que se consideró un escándalo por aquellos días fue la presunta conversación entre el presidente de la Corte y el diputado Cantarero, según grabaciones clandestinas que se hicieron públicas, para manejar a la Justicia.
Se hablaba de tener "un juez de confianza" en una demanda por 600.000 dólares iniciada por un particular contra una mesa de dinero propiedad del ex gobernador Romero, por entonces compañero de bancada de Cantarero.
El escándalo por coimas provocó la renuncia de dos jueces de la Corte Suprema, el presidente, Luis Adolfo Saravia, y el vocal Restom Abraham y salpicó a dos jueces locales.
Para investigar el caso iba a formarse una comisión. La conducta de Cantarero no había sido examinada a pesar de que se lo nombraba como uno de los protagonistas de las conversaciones telefónicas. Con el voto de diputados justicialistas, la Cámara baja provincial rechazó una iniciativa para formar una comisión especial.
El argumento que detuvo políticamente la pesquisa fue que "todo se trataba de una maniobra de la oposición para desacreditar al justicialismo".
Cantarero nació el 4 de septiembre de 1943, es casado y tiene tres hijos.
En 1995 fue elegido senador nacional por el justicialismo y ayer quedó otra vez envuelto en un escándalo por coimas denunciado por su compañero de bancada Antonio Cafiero.
Romero, su padre político, fue el factótum del triunfo de Cafiero en Salta, en 1988, cuando el menemismo arrasó en todo el país en las elecciones internas del justicialismo. Aquella vez, Cantarero apoyó a Cafiero. Paradojas de la política.