Atentado a la AMIA: hallan pistas sobre la compra del explosivo usado en el ataque
Al cumplirse 26 años del atentado a la AMIA y cuando en breve se conocerá un veredicto en el juicio oral que se lleva adelante contra el Carlos Telleldín, el primer detenido acusado de proporcionar la camioneta usada como coche bomba, la Justicia argentina avanzó un pasito más en la reconstrucción de cómo ocurrió la explosión: descubrió pistas sobre dónde pudo haberse comprado el explosivo y sumó pruebas contra el coordinador del ataque.
Los investigadores determinaron ahora que el libanés Salman El Reda, supuesto coordinador local del atentado, realizó un llamado telefónico a un vivero de la localidad de Del Viso que vendía amonal, un fertilizante que fue usado como explosivo en el coche bomba con el que fue volada la mutual judía, dijeron a LA NACION fuentes ligadas al caso.
El dato fue dado a conocer por el abogado de la AMIA y la DAIA en la causa, Miguel Bronfman, durante una charla virtual de la filial argentina del Partido Laborista israelí, Avodá, en la que repasó lo que se pudo esclarecer en estos 26 años y las muchas deudas de la investigación.
Con este dato, el comerciante fue llamado a declarar ante la fiscalía especializada que sigue la investigación del atentado, a cargo de Sebastián Basso. El hombre explicó que, efectivamente, en 1994 tenía un comercio que proveía insumos agrícolas, entre ellos fertilizante. Recordó que el amonal era uno de ellos y que se vendía en bolsas de 50 kilos. Pero no pudo recordar nada anormal para la época del ataque, 18 de julio, ya que después de todo una venta de 6 bolsas de 50 kilos de fertilizante era una operación habitual.
Está establecido en la causa que la mutual judía fue volada por una camioneta Trafic cargada con 300 kilos de amonal, que fue conducida por la calle Tucumán por un conductor suicida, dobló por Pasteur, aceleró, se subió a la vereda e impactó sobre el frente de la AMIA.
Salman El Reda tiene pedido de captura por el ataque. La Cámara Federal acaba de pedir al Gobierno que active los resortes del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr que el Líbano juzgue o extradite a El Reda.
Las llamadas bajo sospecha
Se llegó a este sospechoso porque el entonces juez Juan Galeano ordenó en 1994 a las telefónicas conservar todas las llamadas efectuadas en días anteriores y posteriores a la voladura de la AMIA.
Allí se detectaron patrones de llamadas. El 1 de julio de 1994 se efectuó desde un locutorio de Ezeiza la primera serie de llamadas a un número de la Triple Frontera, uno del Líbano y otro de la mezquita de Flores. Y el 18 de a las 8 de la mañana, dos horas antes del ataque, se detectó la misma secuencia.
Se cree que quien hizo estas llamadas era El Reda, que vigilaba la concreción del atentado. Se investigaron otros llamados efectuados desde esos locutorios en las mismas fechas y se estableció que tras hablar a la Triple Frontera y al Líbano, quien marcaba había llamado también a este negocio de fertilizantes de Del Viso, por lo que se supone que es el mismo El Reda.
Se sabe también que quien conducía la Trafic era un integrante del Hezbollah de apellido Berro, de una familia donde otros integrantes se inmolaron en otros ataques y que tiene un monumento en su homenaje, en el sur del Líbano.
"El fracaso se debe a la corrupción en la investigación"
En la charla del partido Avodá, Bronfman destacó otros países que sufrieron atentados, los esclarecieron y condenaron a sus culpables. Mencionó "el permanente uso político de la causa judicial que hace que el dolor está siempre a flor de piel" y puso como ejemplo simbólico del destino de la causa que el comisario que escribió la foja 1 del expediente, Carlos Castañeda, fue condenado dos veces por
"El fracaso se debe a la corrupción en la investigación del atentado y en la causa. Corrupción pública y privada y la falta de compromiso del Estado", disparó. Dijo que nada cambió en 26 años, y enumeró: "Siguen los casos de corrupción, la inteligencia parece que se dedicó a la vigilancia interna de propios y extraños, no hubo profesionalización en la lucha contra el terrorismo, no hubo leyes antiterroristas como en otros países, sigue la injerencia de la política en la Justicia y una anunciada reforma judicial que parece una nueva manera de acomodar el Poder Judicial a los intereses de quienes están a cargo del Poder Ejecutivo".
En la causa AMIA está probado que el ataque fue organizado por el Hezbollah, que lejos de desaparecer, se fortaleció con un presupuesto millonario en dólares, ramificación de sus actividades y alianzas con grupos de narcotraficantes, contrabandistas y criminales en Brasil, como el Comando Vermelho o el Primer Comando de la Capital (PCC), dijo Bronfman.
Hezbollah y las circulares rojas
También están vigentes los pedidos de captura internacional con circulares rojas de Interpol sobre exfuncionarios iraníes acusados de planificar y ejecutar el ataque. Está identificado y prófugo el coordinador local que organizó y supervisó al terrorista que se inmoló en la explosión, Salman El Reda.
Los sospechosos con circulares rojas son Imad Mugniyah (exjefe de Hezbollah), supuestamente abatido por el Mossad; Ali Fallahijan (exjefe de inteligencia de Irán); Mohsen Rabbani (exagregado cultural de Irán en Argentina); Ahmad Reza Asghari (extercer secretario de Irán en Argentina); Ahmad Vahidi (exjefe de la Fuerza Quds y ministro de Defensa de Irán entre 2009 y 2013), acusado de ser el autor intelectual del atentado; Mohsen Rezai (exjefe de la Guardia Revolucionaria iraní).
La Argentina también pidió capturar al expresidente de Irán Ali Rafsanjany, el exministro de Relaciones Exteriores Ali Akbar Velayati y el exembajador en Buenos Aires Hadi Soleimanpour, pero Interpol no respaldó estos pedidos.
Es falso que no se sabe nada del ataque a la AMIA, se sabe mucho
El veredicto contra Telleldín
Uno de los principales capítulos judiciales de la causa se cerrará en los próximos dos meses cuando se conozcan el veredicto contra Carlos Telleldín, el primer detenido de la causa que está siendo juzgado acusado de entregar la camioneta a la banda terrorista a sabiendas de que iba ser usada para el ataque. La historia de este juicio es tan absurda como la investigación que lleva 26 años de ese caso impune.
Se llegó a Telleldín el primer día por el número del motor de la Trafic hallado entre los escombros del atentado. Estuvo preso desde 1994 a 2004. Fue juzgado en 2001 junto con un grupo de policías bonaerenses y todos fueron absueltos porque el tribunal declaró nulo todo. Pero la AMIA apeló y llegó a la Corte que confirmó la nulidad, excepto para Telleldín, a quien dijo en 2009 que había que juzgar de nuevo. El juicio legó 10 años más tarde y terminará antes de fin de año. Está en la etapa final y, a instancias del presidente del tribunal, Andrés Basso, se reanudó por Zoom.
Es difícil predecir si Telleldín va a ser condenado o no. Se debe probar que entregó la Trafic y que sabía su uso. Si hay condena, será perpetua o nada. "Confío en que esta vez puede haber una condena, quiero ser muy cauto, es difícil lograrlo", dijo Bronfman.
La Fiscalía también es prudente, pero al igual que la querella acusará en busca de condena. Un comentario de una testigo que no había declarado aún, una hijastra de Telleldín que tenía 15 años al momento del ataque, puede ser determinante. Yesica Schiavone dijo que iba en el auto con Telleldín cuando escucharon la noticia en la radio sobre el atentado y su padrastro se volvió loco de los nervios. Y relató que al extraño personaje que firmó en su casa el boleto de compra venta de la Trafic hablaba con acento árabe.
Ahora, el juez Basso y sus colegas Javier Ríos y Fernando Canero, tienen que decidir para llevar otro pedacito de certeza a la investigación del caso que aún sigue impune.
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