Habría tregua entre oficialismo y oposición y el Senado volvería sesionar después de casi cinco meses
El Frente de Todos y Juntos por el Cambio coincidieron en pedir los mismos temas para una sesión especial el próximo jueves; enojo de los peronistas disidentes, que fueron dejados de lado
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El kirchnerismo y Juntos por el Cambio parecen haber alcanzado una tregua en el Senado que podría terminar con la parálisis que afecta a una cámara legislativa que no aprueba un proyecto desde hace casi cinco meses, en la ya lejana última sesión del 16 de noviembre del año pasado.
El acercamiento entre la tropa que responde a Cristina Kirchner y el principal conglomerado opositor quedó reflejado en la exacta coincidencia de los sendos pedidos de sesión especial formulados el último miércoles por ambos interbloques. No sólo coinciden en el día y la hora, jueves próximo a las 14, sino que comparten todos y cada uno de los proyectos que proponen debatir.
La pax romana o la prolongación de la tensión política se terminaría de definir en una reunión de labor parlamentaria, encuentro en el que los jefes de bloque acuerdan los términos de cada sesión, que tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio también coincidieron en pedir para el próximo miércoles al mediodía.
El principio de acuerdo viene a poner un manto de piedad luego del papelón que protagonizó el Senado hace diez días atrás, cuando oficialismo y oposición entraron en una pulseada política por demostrar quién tiene el control de la Cámara alta y no hicieron más que prolongar la parálisis que vive la Cámara alta.
El eje de la disputa fue la figura de Cristina Kirchner, quien tras bambalinas controla los movimientos de la bancada oficialista que preside el formoseño José Mayans y que hizo todo lo posible para evitar la dura señal de debilidad política que implicaba que la unión de dos bancadas opositoras (Juntos por el Cambio y los peronistas disidentes de Unidad Federal) terminara manejando la Cámara alta sin necesidad de la bancada oficialista.
Sin embargo, el temor a que aquella unidad opositora vuelva a reeditarse comenzó a diluirse en los últimos días. Casi al borde del inicio de los feriados de la semana santa, los formoseños Mayans y Luis Naidenoff, jefe del bloque radical, hablaron y encontraron un principio de acuerdo. El norte que unificó criterios y que obligó a dejar de lado los orgullos políticos que hay ambos lados de la grieta es la necesidad de terminar con los casi cinco meses sin funcionar que lleva el Senado.
El acuerdo llegó después de que unas horas antes Juntos por el Cambio elevara la tensión política al presentar, con la firma de su presidente, Alfredo Cornejo (UCR-Mendoza) y el de todos los miembros de la conducción del interbloque, un pedido de sesión especial.
Hasta ese momento, en el oficialismo imperaba la idea de dejar pasar la semana santa “para reflexionar”, como le había dicho a este diario un miembro de la conducción de la bancada. Pero la presentación de Juntos por el Cambio fue tomada como un nuevo desafío.
Pero al final la sangre no llegó al río. Mayans habló con Naidenoff y todo decantó para el lado del principio de acuerdo, el cual se transparentó cuando el oficialismo presentó su propio pedido de sesión especial con días, horarios y temarios idénticos al del conglomerado opositor.
Peronistas disidentes y enojados
La jugada de Juntos por el Cambio no fue consultada con los peronistas disidentes, lo cual se notó en el malestar demostrado por el presidente del bloque de Unidad Federal, el exoficialista Guillermo Snopek (Jujuy).
“Que junten el quórum las mayorías, nosotros dimos el puntapié inicial y planteamos cuáles son los temas que queremos que se traten; si están, vamos a bajar al recinto”, afirmó Snopek, dejando en claro que la unión de criterios con Juntos por el Cambio parece haber sido muy efímera.
El eventual temario en el que coincidieron el Frente de Todos y Juntos por el Cambio contempla los proyectos reclamados por Unidad Federal salvo uno. Es el presentado por el entrerriano Edgardo Kueider que busca bajar las tarifas eléctricas mediante la reducción del IVA que pagan los consumidores
Sin embargo, parece que esta vez sí podrán ser aprobados los tres pliegos judiciales para Rosario, zona asolada por la violencia narco, que el oficialismo mantuvo cajoneados desde septiembre del año pasado. Se trata de las postulaciones de Gastón Salmain para el juzgado federal 1 y de Elena Dilario y Eduardo Rodrígues Da Cruz como vocales del tribunal oral criminal 2 de la ciudad santafecina.
Pero la gran sorpresa es la posibilidad de que el Senado sancione la reforma judicial para Santa Fe, aprobada por Diputados hace diez días. Tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio pidieron tratar el tema.
El temario se completa con otros tres pliegos judiciales para Córdoba, uno de ellos en la ciudad de San Francisco, y la denominada Ley Lucio, de capacitación a operadores judiciales y del sistema educativo y policial sobre violencia infantil.
A ellos se suman iniciativas como el reconocimiento del lenguaje de señas, el plan nacional de cardiopatías congénitas, la eliminación de la fe de vida para jubilados, la exención de ganancias para los trabajadores de la salud y la agilización en el trámite del certificado único de discapacidad.