Habló la militante de 18 años que se vacunó en Avellaneda: “Es injusta la acusación”
Stefanía Purita Díaz señaló que ella quiso “desistir” de su dosis pero no se lo permitieron; le echó la culpa “al sistema” y pidió desligar a Ferraresi
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Stefanía Desirée Purita Díaz, la becaria de la municipalidad de Avellaneda de 18 años que fue vacunada contra el Covid-19 sin ser población de riesgo o personal esencial, habló este martes con Eduardo Feinmann en LN+ y trató de explicar su posición. La joven se desligó de su responsabilidad en el tema y señaló: “La culpabilidad no está en quién se vacuna, está en un sistema que no actuó como corresponde”.
La becaria también pidió desvincular de este caso al exintendente de Avellaneda y actual ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, a quien, según ella, “se está ensuciando a costa de esta situación”.
En principio la joven contó que ya no trabajaba más como becaria en la municipalidad de Avellaneda desde esta semana. Allí se había desempeñado en la Subecretaría de Ceremonial y Protocolo hasta noviembre del año pasado, y luego en una dependencia de la Secretaría de Educación, según manifestó.
Purita Díaz, quien en estos días cumplirá 19 años, explicó que se había anotado en diciembre “cuando se abrió la página de vacunación” para darse las dosis. “Fui llamada por la vía formal por la cual me había inscripto -aseguró-. Quiero recalcar que a mí nadie me acomodó, ni es real lo que se dijo. Es fundamental desvincular a un funcionario público que se está ensuciando a costa de esta situación”.
Cuando Feinmann le preguntó a quién se refería, ella mencionó a Ferraresi, que “no tiene absolutamente nada que ver, porque no está en sus cabales (sic) ni es su función gestionar o no quién se vacuna”.
Hecha la aclaración, continuó hablando de su situación, que fue, según ella, “a costa de una injusticia”. “La culpablidad no está en quién se vacuna, en quién es llamado para vacunarse como todo ciudadano que se inscribe. Yo tuve la voluntad de ceder la dosis, pero la responsabilidad de la vacunación está en un sistema que está procediendo o improcediendo y que hoy por hoy se ve vulnerabilizado por la situación que se está viviendo”, dijo.
Purita Díaz añadió que ella se dio la vacuna el 5 de marzo, y volvió a insistir en que ella quiso “donar” su dosis. “Cuando me llega el turno quiero desistir de la vacunación porque no es el escenario en que me inscribí, me pongo en voluntad de querer donarla y no se me lo permitió. Me dijeron que, aunque no fuera docente, mi responsabilidad era dármela porque estaba en contacto con compañeros que sí profesaban la carrera”.
Más tarde, en diálogo con Telenoche, contó: “Todo parte del proceso de inscripción. Fue antes de que lleguen las dosis. Me ofrecí como voluntaria. Tengo una madre paciente oncológica y una abuela de 95 años. Tuve la voluntad de ceder la dosis, se lo comuniqué a los responsables pero no era posible. Yo estaba afectada al ámbito educativo. Mis superiores no me dijeron que me vacunara, simplemente me dijeron que no podía ceder mi dosis”.
“Mi propia vacunación es una injusticia. No somos responsables los propios vacunados. El sistema de vacunación está fallando, totalmente”, aseveró la joven.
Consultada sobre si está arrepentida de darse la vacuna, la joven reflexionó: “No me volvería a inscribir si hubiese sabido que el sistema iba a funcionar de esta manera, porque sí me parece injusto. Quise desistir de la segunda dosis, pero sé que es complementaria de la primera, entonces es imposible desistir”.
“Quisiera pedir respeto a mi intimidad. Quiero poner la cara, el pecho, defiendo la verdad, mi verdad, tengo una familia detrás y esto nunca tendría que haber sucedido”, manifestó la joven.
Cruce con Feinmann
En LN+, la muchacha admitió que solo hacía tareas administrativas en su trabajo y que se inscribió para la vacuna porque “convivo con una mujer de 62 años que viene de un cáncer muy grande y una abuela de 95 años”.
Ante esta información, Feinmann le preguntó a la joven si no había pensado que esa vacuna podía ser para su mamá o para alguien más. “Vos tenés en el brazo la vacuna que le correspondería a una persona mayor”, dijo el periodista.
“Eso no lo estoy discutiendo por eso me ofrecí como voluntaria para ceder mi dosis. No me parece correcto, pero yo fui puesta en responsabilidad para vacunarme”, señaló. Cuando Feinmann le preguntó si no le parecía inmoral lo que había hecho, ella respondió: “Es injusta la acusación porque me vi involucrada en un proceder de un sistema que no actuó como corresponde”.
Cuando fue consultada sobre si se arrepentía de lo que había hecho, Purita Díaz se limitó a decir: “Estoy arrepentida de haber estado involucrada en una injusticia, porque esa gestión de la vacuna no la hice yo”.
Como la joven insistía en que había una responsabilidad en el sistema de vacunación, Feinmann apuntó a los organizadores de ese sistema: “¿Entonces el responsable es el gobernador Axel Kicillof, porque el sistema lo crea un hombre, o el gobernador, o el ministro de Salud?”. “Eso lo decís vos”, contestó ella.
“Vos con tus 18 años le robaste la vacuna a alguien que la necesita”, acusó Feinmann. “No la robé. Me inscribí como cualquier ciudadano. Yo desistí, y prácticamente me obligaron a dármela”, sentenció la joven.
Sobre el final, el periodista le preguntó por qué se había sacado la foto que luego salió en redes sociales, con el comprobante de la vacuna. “La foto fue un error inocente, no la publiqué yo, fue la persona que me acompañó, como yo no estaba con batería para mostrar a mi familia él la sacó y la mandó”, dijo.
Para cerrar, la joven volvió a pedir que desliguen a funcionarios públicos que “no tienen nada que ver”. Y concluyó su defensa con un análisis particular de la situación: “Se confabuló un escenario que nada tiene que ver con la verdad”.
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