Habló Florencia Kirchner tras regresar al país: "ensañamiento judicial", su salud y el vínculo con Cristina
LA NACION
A pocos días de haber regresado de Cuba donde estuvo bajo tratamiento médico por más de un año, Florencia Kirchner dio su primera entrevista. En ella, volvió a vincular a la Justicia con su enfermedad al sostener que "tenía dos jueces haciendo lo que querían" con ella y denunció "una persecución judicial" contra su madre, la expresidenta Cristina Kirchner, y su familia. Sobre su salud manifestó que ya no se encuentra deprimida.
"Empezó a haber un ensañamiento judicial conmigo. Había dos jueces haciendo conmigo lo que querían. Eso es lo que me enfermó a mí. Y obvio, lo mediático sumó un montón. Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio del 2016, fue una cosa que nunca había visto ni siquiera en otra persona", dijo la hija de la actual vicepresidenta, de 29 años, en una extensa entrevista anoche con radio Futurock.
Hoy también conversó con el programa "Fuerte y al medio", de El Destape Radio, y allí aclaró: "No me interesa que me pidan disculpas". Florencia sintió, por años, que le "disparaban" de todos frentes y, entonces, enfatizó: "Me sentí muy atrapada". Según dijo, este sentimiento la llevó al silencio.
"Me persiguieron, me volvieron loca, me enfermaron. Utilizaron casi todas las herramientas posibles para hacerme pelota a mi y a mi madre", disparó. Y agregó: "Veo como trataron a los hijos de otros presidentes y a nosotros nunca nos trataron así. Por los intereses que tocaron nuestros padres".
Para ella, el ensañamiento estuvo dado por su estrecha relación con su madre. "Ser la hija más chica de mi vieja y, porque ella, cada vez que salía del [Instituto] Patria venia a verme a mi y a mi hija, Helena. Hay una relación muy cotidiana con ella. y se la empezaron a dar por ahí", sostuvo y ejemplificó: "Teníamos que ir a Comodoro Py y a mi hermano (Máximo Kirchner) no le mandaban prensa y a mí, sí. Tenía cinco cámaras en la puerta de mi casa".
"Nunca me importó mucho exponerme. Qué iba a hacer yo en ese momento, teniendo 26 años contra todo una maquinaria política, judicial, mediática", dijo. "Me guarde porque fue lo único que pude hacer y cuando me fui curando fui sintiendo ganas de hablar", explicó -entonces- sobre la poca exposición pública que tuvo cuando era señalada en distintas causas judiciales por corrupción.
La joven está acusada en las causas Los Sauces y Hotesur. Al formar parte de los directorios de estas empresas, Florencia, su hermano y su madre, son investigados por recibir parte del dinero con que fueron beneficiados los empresarios Cristobal López y Lázaro Báez por los contratos que recibieron del Estado.
Sobre los efectos que le produjo el "ensañamiento judicial" al que se refirió, Florencia Kirchner dijo: "Estuve seis meses sin salir a la calle. Me costó volver a hacerlo. Me daba mucho miedo". Y agregó: "Tenia dos meses en los que andaba bien y tres, no. Hasta que me empezó a hablar el cuerpo con cosas que me empezaron a pasar no solo a nivel psíquico sino físico, como una somatización".
Hoy Florencia Kirchner se reconoce en un mejor estado de salud. "Ahora estoy mejor, pero tengo mis días. Deprimida ya no estoy, todavía estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy".
Según confesó, si bien siempre le gustó Cuba, nunca se imaginó que ese iba a ser el país donde se iba a curar. "La calidad de atención de los médicos en Cuba no lo había visto nunca", remarcó, y añadió: "De Cuba extraño el olor, los gritos, la manera que tienen ellos de hablar. Cosas muy mínimas de lo cotidiano".
Sobre la victoria de Alberto Fernández
"En ese momento no quería saber nada de la Argentina. Le dije a mi mama que no me cuente nada. [Sobre la elección de Alberto Fernández como candidato a presidente] me enteré por Facebook. Justo estaba media molesta con mi mamá así que no estábamos hablando en esos días y le mandé un mensaje por otra persona. Me enteré como todes y no me sorprendió: estaba muy en otra".
"El día que ganó Alberto fue muy gracioso. Justo ese día se me cortaba mucho internet. Estaba con la gente del espacio en el que estaba y trataban de darme internet. Al enterarme no me podía dormir. Me emocioné mucho. Hablé con mi hermano. A su vez, me sorprendió porque no entendía bien lo que iba a pasar. Ese día puse C5N. Yo no veía nada. Tenia prohibido ver las noticias".
Sobre el reencuentro con su hija Helena, de 4 años:
"Fue genial. Venía estando ella muy eléctrica y ahora como que está re tranquila. Vio que yo deshice las valijas, que me instalé acá. Me preguntó mil veces: ‘No volvés a la casa de Cuba, ¿no?". Y le dije: ‘¿No viste que desarmé las valijas?’. ‘Porque yo no quiero que te vayas’, me dijo".
"Es mucho más simpática que yo -yo no soy simpática- pero es muy malhumorada también. Me siento a veces identificada. A veces me echa del cuarto y digo: ‘No tengo una hija de 15 años’. A mi mamá también se lo hace. Le dice ‘abu’. Se llevan estupendamente bien. Tengo como algunos garronazos porque para mi mamá todo tiene que ser que sí. La malcría, pero es demasiado. Yo ya les dije: ‘Miren que me voy y las dejo solas’. Helena tiene devoción por mi mamá".
Sobre Sinceramente, el libro de su madre:
"No lo leí. Mañana voy a tener problemas con mi madre. No lo leí porque habla de todo lo que a mí me llevó a enfermarme. Le dije: ‘Más adelante, cuando lo sienta más lejos, lo voy a agarrar’. Lo tengo, pero no lo leí. Fue motivo de pelea en su momento, pero bueno, lo entendió. Hay algunas partes que me leyó ella. Y algunas otras capturas que me mandaron amigos. Más adelante voy a agarrarlo porque quizás me sirva para ordenar un poco".
Sobre Néstor Kirchner:
"Mi papá para mi es todo. Me cuesta ser crítica con él. Tal vez por que lo perdí de muy chica. Me quede partida al medio cuando se murió mi papá. No entendía cómo se podía vivir si no estaba él".
"Mi papá no podía hablar de la dictadura sin que le aguaran los ojos recordando compañeros de el que ya no estaban. Los 24 de marzo es imposible no acordarme de mi papa".
"A mí me encanta hablar de mi papá. Tengo dos recuerdos que se me vienen a la cabeza. Uno: yo tenía seis, estábamos en Pinamar. Yo estaba con unos flota flota en la pileta de la casa y medio que me hundo. De golpe siento los brazos de mi papá, que me saca, y estaban mi vieja cagándose de risa, mi hermano cagándose de risa, yo llorando y mi papá que me lleva abrazada adentro. Y otro en que yo me caí de una silla y me agarró. Para mí, mi papá era un poco como la protección".
"A Helena le dije que su abuelo está en un libro. Me dice: ‘¿Podemos entrar?’, y le dije que no. ‘¿Porque es un cuento?’ ‘Sí, porque es un cuento’".
Sobre sus padres:
"Yo siempre digo: no tuve dos padres presidentes; tuve dos padres que fueron líderes políticos. A mí no se me trato además como hija de presidentes. Porque esta gente que se acaba de ir [por el gobierno anterior]... hay un montón que no se les conoce ni la cara. Mi madre es y mi padre fue... dos líderes políticos. Y sé que por eso viene la agresión".
Sobre su rol en la postura de Cristina Kirchner frente al aborto:
"A ella le impactó mucho el tema de las pibas, a mi mamá eso es algo que siempre la va a interpelar. Es cierto que hubo peleas [entre las dos], portazo, todo, pero sí la interpeló el movimiento de mujeres, sobre todo las pibas más jóvenes. Yo le gané discusiones, pero ella no lo va a decir".
Sobre el feminismo:
"A mí me pasó que siempre me había sentido muy incómoda con un montón de cuestiones. No sabía que esas cosas tenían un nombre. Se acentuó mucho cuando me embaracé. Pero ya el año anterior venía como incómoda con varias cuestiones a las que no les encontraba nombre. Leyendo, metiéndome en blogs, viéndolas a ustedes... como con un poquito de todo, fui armando y dije: ‘Bueno, soy feminista yo también’".
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