Habilitan la tarjeta Alimentar para comprar otros productos y se incorpora a la AUH
Hasta ahora solo se podía utilizar para la compra de alimentos; el Estado busca que los beneficiarios puedan extraer el dinero en cajeros y adquirir productos en locales o ferias donde no hay formas de pago electrónicas; son $19.000 millones por mes
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Con el objetivo de revitalizar el consumo, el gobierno nacional incorporó la tarjeta Alimentar a la Asignación Universal por Hijo (AUH). Así, los beneficiarios podrán utilizar el dinero para adquirir otros productos y no solo alimentos.
Se trata de 19.000 millones de pesos por mes que el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta, sumará a la AUH. Uno de los problemas que se registró en la implementación de la tarjeta Alimentar, según confió a LA NACION una altísima fuente de la Casa Rosada, fue la imposibilidad de comprar alimentos en los comercios de cercanía que no utilizan servicio de pago electrónico.
“A partir de noviembre, el monto de la Tarjeta Alimentar pasa a depositarse en la cuenta de la AUH. Así, las familias van a poder organizar mejor sus compras y se amplían las posibilidades de consumo. Podrán utilizar el dinero extrayéndolo del cajero o comprando con débito”, dijo el presidente Alberto Fernández.
El Gobierno continúa con los anuncios económicos tras la derrota electoral en las PASO. La inflación, que se volvió a recalentar en septiembre y octubre, es uno de los principales problemas que busca abordar el Presidente. El impacto de los incrementos sobre la canasta de alimentos encendió las alarmas cuando restan 27 días para las elecciones.
El objetivo de la medida es permitir que los beneficiarios de la tarjeta Alimentar –instrumento que se ideó para que todos accedan a la canasta básica alimentaria-, que dejará de existir a fin de mes, puedan adquirir productos en locales o ferias donde no hay formas de pago electrónicas.
El anuncio, que encabezaron Zabaleta y la titular de la Anses, Fernanda Raverta, se realizó esta tarde en la Casa Rosada, está dirigido a madres o padres con hijos e hijas de hasta 14 años de edad que reciben la AUH, embarazadas a partir del tercer mes que reciben AUH, personas con discapacidad que reciben AUH y madres con más de 7 hijos.
El monto que perciben es de $6000 para las familias con un hijo de hasta 14 años de edad o discapacitado, $9000 en el caso de familias que tienen dos hijos en la misma franja etaria o discapacitado; $6000 para quienes perciben la asignación por embarazo y $12.000 en el caso de familias con tres hijos o más menores de 14 años de edad.
“Las familias son responsables en el uso del dinero. No hay ninguna comprobación empírica que diga que cuando hay necesidades en una familia el dinero se use mal. Podemos decir con convicción que la asistencia a los que menos tienen siempre es utilizada de forma adecuada. No hay preocupación sobre lo que vayan a consumir”, respondió Raverta ante la consulta por el cambio de formato del cobro de ese dinero.
Pese a los señalamientos de que se trata de una medida en clave electoral, Zabaleta resaltó que se trata de “una medida que tiene que ver con que algunos almacenes y carnicerías de barrio no tienen posnet” y dejó un mensaje para los empresarios: “Durante toda la pandemia el Estado nacional asistió a las empresas para sostener a los empleados, es un buen momento para hacer una devolución. Necesitamos solidaridad de parte de los empresarios”.
En medio de la pandemia, la tarjeta Alimentar, que estaba destinada exclusivamente para la compra de alimentos, sin poder usarla para adquirir bebidas alcohólicas o retirar dinero en efectivo, redujo considerablemente la inseguridad alimentaria de quienes la recibieron, en comparación con aquellos de igual condición, pero sin este beneficio, según estableció un trabajo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Pero al mismo tiempo fue criticada por dos referentes de los movimientos sociales como el líder del Movimiento Evita y secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, y el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, quien la calificó como una “política estúpida”.
Desde el terremoto electoral del 12 de septiembre, el Frente de Todos salió decidido a responder a uno de los cuestionamientos que leyó en el rechazo de las urnas, volcando dinero en la calle. En poco más de un mes anunció el blanqueo de empleo doméstico, el cepo a la carne, la reconversión de planes sociales y jubilaciones anticipadas para desempleados. También se duplicaron los montos de las asignaciones por hijo, se incrementó el salario mínimo y se subió el piso exento del impuesto a las ganancias, entre otras medidas.
Aunque cerca del Presidente reconocen que es probable que el resultado de la PASO se confirme el 14 de noviembre, en sus recorridas por el conurbano el jefe del Estado recogió de primera mano que la inseguridad y el incremento de los precios de los alimentos son los principales reclamos de la sociedad. “Cometimos un error en basar la campaña en la lucha contra la pandemia. La gente estaba harta”, se sinceró Fernández en los últimos días delante de unos pocos testigos.
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