Guiño del embajador Stanley al Gobierno ante un auditorio de empresarios
El diplomático estadounidense rescató aspectos de la economía y alentó inversiones; elogió a Massa, Argüello y De Pedro; Cafiero calificó la relación bilateral de “potente”, pero marcó diferencias
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Pasaban las dos de la tarde del jueves cuando el embajador de Estados Unidos en el país, Marc Stanley, llegó sonriente al palacio San Martín. Luego de bromear con la eventualidad de una derrota de Estados Unidos ante Irán en el mundial de Qatar (“menos mal que no ocurrió”, sostuvo entre risas), el diplomático norteamericano emitió nítidas señales de apoyo al Gobierno, ante un auditorio de representantes de empresas de su país que aún miran con desconfianza a distintos sectores del Frente de Todos en el poder.
“Lo que nosotros vemos en el Gobierno es a veces distinto a lo que ven en el sector privado”, dijo Stanley en la apertura del foro empresarial organizado por la cámara de empresarios de Estados Unidos, AmCham, en el primer piso del palacio de la Cancillería. “Se va acelerando el ritmo de los intercambios”, aseguró el diplomático, un rato después de destacar las visitas a su país del ministro de Economía, Sergio Massa, y luego la de los gobernadores junto al ministro de Interior, Eduardo de Pedro, ambas-aseguró-centradas en conseguir la “prosperidad global” entre ambos países. “Nos fue muy bien”, dijo el embajador al referirse a ambos viajes.
La mención a Massa, sobre todo, expresó en tono diplomático la sintonía de la administración de Joe Biden con el tigrense, ministro de Economía desde principios de agosto y de históricos buenos vínculos con Estados Unidos. Autodenominado el “embajador antigrieta”, Stanley también elogió a Jorge Argüello, embajador argentino en Washington y cercano al presidente Alberto Fernández, a quien definió como un “gran embajador”.
En relación a Vaca Muerta, Stanley afirmó que “no hace falta inventar la rueda” en ese punto, y que Argentina “puede explotar mucho más” ese yacimiento “y cumplir con la demanda global” de gas. Mencionó “el respeto a los derechos humanos” como uno de los principios compartidos, aunque esta vez evitó referencias a los “amigos” del Gobierno, como Venezuela, Nicaragua o Cuba, una mención que el diplomático hiciera en otra reunión de Amcham, en mayo pasado.
“Argentina tiene un rol esencial para mitigar el hambre en el mundo”, continuó Stanley, en referencia a la demanda de alimentos derivados de la “agresión de Rusia a Ucrania”, un conflicto que, un rato después, el canciller Santiago Cafiero, definió simplemente como “guerra”.
Cuando le tocó hablar, en el final del acto de apertura, el canciller también reconoció de modo implícito las dudas del empresariado en relación a las inversiones en el país.
“No nos interesa representar el modelo del default, sino al modelo de desarrollo con con justicia social”, dijo el canciller, quien valoró la nueva etapa de la relación bilateral, dónde se “reconocen y hay respeto por miradas distintas”. También puntualizó que “Argentina tiene que poder discutir qué rol ocupa en las cadenas de suministros. Si sólo somos proveedores de materias primas, entonces eso no incluye a los 47 millones de argentinos”, afirmó el canciller, en referencia indirecta al gobierno de Cambiemos.
“Es una relación potente, de 200 años, y estamos comprometidos a fortalecer los vínculos”, afirmó el canciller, acompañado por su vice, Pablo Tettamanti, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca. Los acompañaron en el panel inicial el representante comercial de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental (USTR), Daniel Watson, mientras que la AmCham estuvo encabezada por su presidente, Facundo Gómez Minujin.
Días atrás, el Gobierno acordó con las empresas petroleras (varias de las cuales tienen capitales norteamericanos) porcentajes de alrededor de un 4 por ciento de aumentos progresivos en el precio de las naftas. “Es YPF la que controla el 60 por ciento del mercado, si ellos no aumentaran, no podría aumentar nadie”, se defendieron desde ese sector luego de las críticas que desde el oficialismo se hicieron al sector antes de anunciarse el acuerdo.
Precisamente la “seguridad energética” fue el tema del primero de los cuatro paneles de discusión que siguieron a la apertura. Los otros tres tuvieron como tema central la electromovilidad y la explotación del litio; la economía del conocimiento; y la agroindustria. Entre otras empresas, hubo representantes de Exxon Mobil, Excelerate Energy, Cargill, Corteva, Globant, Google, Microsoft y General Motors.
“Me pone muy nervioso si Argentina y Estados Unidos juegan en el Mundial. Y si pierde Argentina, no sé, me voy a Brasil”, había dicho Stanley en el comienzo de su discurso. “Vamos Argentina, y vamos Estados Unidos”, exclamó, con lógica futbolera y luego de sus nítidas señales hacia el Gobierno.