Guillermo Montenegro: “Los linchamientos son un llamado de atención a toda la clase política”
El ministro de Justicia y Seguridad porteño defiende a la policía y critica a la sociedad por no reconocer a las víctimas de las fuerzas de seguridad; elogios a Berni y Giuliani
La entrevista tiene lugar en el Ministerio de Justicia y Seguridad del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en Barracas.
-A usted se lo identifica como el padre de la Policía Metropolitana, que ya tiene siete años. Mirando hacia atrás, ¿qué errores se cometieron?
-Las policías perdieron la confianza de la gente . El gran esfuerzo que tenemos que hacer es que ellos entiendan que, para recuperar esa confianza, tienen que hacer un esfuerzo.
-¿Lo que pasó en el Borda fue un error?
-[Piensa] ¿El ataque de un grupo de personas hacia policías que estaban en el lugar? Porque no tengo ninguna duda de que fue así. Lo que estamos viviendo en la sociedad es el ataque al policía. Muere uno y los únicos que lloran son los compañeros de promoción y la viuda. Y esto lo digo enojado, creo que como sociedad perdimos muchísimo.
-Ahora volvemos al Borda. ¿Usted cree que la gente perdió sensibilidad por la policía?
-Absolutamente. El policía es el tipo que vos llamás únicamente cuando tenés problemas. La sociedad quiere que funcione como la policía de Nueva York, pero los trata y les paga como si fuera la peor policía del mundo. Esto es responsabilidad de la política. La policía tendría que quejarse más para estar en el lugar que tiene que estar.
-¿De qué manera deberían quejarse más?
-Planteándole al poder político que tiene que dar soluciones, no con una huelga.
-¿Concretamente cómo?
-No aceptar lo que aceptaron muchas policías durante cincuenta años: que el poder político hizo lo que quiso con las compras, las contrataciones, el equipamiento...
-¿Y quién sería el portavoz de ellos?
-[Se señala] El ministro.
-Pero usted no es policía.
-No, yo tengo un cargo político. El reclamo es a mí, y yo lo traslado al jefe de gobierno. Yo tengo que ser el secretario gremial.
-Se va a cumplir un año de lo del Borda y usted en su momento dijo que iba a auditar lo que pasó.
-Hay una causa judicial en la que se dictó el procesamiento de varias de las personas que agredieron a los policías, se dictó el procesamiento de dos policías metropolitanos y cinco fueron pasados a disponibilidad.
-O sea que hubo policías que accionaron mal...
-Por lo menos que ameritan una investigación. A ver, no me gustó lo del Borda.
-¿Y quién dio ahí la orden de reprimir?
-Cuando fueron agredidos. Acá hubo una decisión política muy clara para ir a agredir a la Metropolitana. A partir de ahí, sí por ahí hubo algún policía que cometió un exceso... Ahora, ¿cómo es que nosotros aceptamos que pueda pasar esto y que nadie diga nada? Hay un policía que perdió la vista. No hubo ningún legislador que me preguntara cómo está el policía y su familia. Ningún periodista. Vos tampoco.
-Es cierto. Hay juicios y prejuicios sobre la policía instalados en el inconsciente colectivo que a uno lo atraviesan. Pero también es cierto que la historia contemporánea argentina tiene mucha violencia policial.
-¡Sí! ¿Y la culpa la tiene un policía de 22 años? Le pegaron un tiro en el pecho. No hay un solo vecino que haya ido al velorio.
-¿Para usted la muerte de un policía qué representa?
-Para mí, es un ataque atroz a la democracia. ¿La policía hizo las cosas mal? No tengas dudas, por eso también está en ese lugar. Pero, ¿la responsabilidad es del policía o de la política, que no lo equipó, no lo capacitó, no lo entrenó y no lo controló?
-Usted dijo que la policía, en vez de actuar, hoy tiene que llamar al juez a ver qué le indica hacer.
-¿En un corte de calle qué hace el policía? ¿En una toma qué hace?
-¿Qué hace?
-¡Llama al juez! La política se metió tanto que el policía, en vez de actuar, duda: "¿Estaré haciendo bien o mal si me meto?" El gobierno nacional tomó la decisión política de no avanzar en el control de la calle.
-Un kirchnerista le diría: "Gracias a eso hubo muchísimos menos muertos por la policía".
-Yo no digo que hay que criminalizar la protesta social, pero sí llevarla a un lugar lógico. Hoy seis chicos de un colegio te cortan la calle porque no les pintaron el aula.
-¿Cuál es su postura sobre los linchamientos?
-Es un retroceso absoluto, es la peor forma en que una sociedad puede expresarse. Pero tiene que ver con que se está expresando -mal, pero se está expresando- una ausencia de respuestas que tiene que dar el Estado. Los linchamientos son un llamado de atención a toda la clase política.
-¿Cómo se lleva con este señor? [foto de Sergio Berni]
-Con Berni me llevo bien, es una persona que trabaja bien y mucho. No hemos discutido sobre políticas públicas, de dónde queremos que esté nuestro país de acá a quince años, sí de cuestiones operativas, y en eso reconozco su capacidad de laburo.
-¿Qué opinión tiene del juez Zaffaroni?
-Es uno de los estudiosos más importantes que tiene el derecho penal argentino. Hay algunas posiciones suyas que podés entender no como garantistas, sino que son casi abolicionistas, pero no por eso voy a discutir su capacidad.
-Usted tiene muchas fotos en su despacho. ¿Pondría esta otra? [Rudolph Giuliani]
-Yo tengo a mi familia nada más en mi despacho.
-¿La pondría o no?
-A ver, Giuliani yo creo que estuvo en el momento correcto, con un muy buen jefe de policía, en una realidad socioeconómica de Nueva York donde había una tasa de desempleo muy baja. No obstante, hay que reconocer que hizo un muy buen trabajo.
-Le objetan el método, la tolerancia cero.
-Sí, pero no fue solamente la tolerancia cero. Capacitó a la policía, le pagó bien, atacó la corrupción policial. Hoy la policía de Nueva York es marca, está registrada: te venden la remera, los autitos, el gorrito, todo.
-¿Para usted hay que "Giulianizar" la policía argentina?
-Si me dan la plata que tenía Giuliani para "giulianizarla", no tengo ningún problema. ¿Qué es "giulianizar"? ¿Tratar de que un policía tenga la mitad de su carrera en la universidad pública, como tiene en Nueva York, y cobrar más de cien mil dólares por año? ¡Y, sí!
-Pero ¿qué dice de las acusaciones de aprietes fuertes a los delincuentes?
-¿Aprietes en qué sentido?
-Físicos.
-¿Apretaban a los policías?
-¡No, a los delincuentes!
-Eran muy duros con los policías. Yo tuve la posibilidad de ver reuniones de él con los jefes de policía y era durísimo sobre el cumplimiento de metas. Yo no visualicé que hubiera una merma en las garantías individuales.
-Dejamos acá.
Historia clínica
Nombre: Guillermo Montenegro
Edad: 52
Ocupación: abogado. Ex juez federal. Ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de la ciudad.
Observaciones: cordial, franco y directo en el trato. Se quiebra emocionalmente cuando recuerda las escenas de los velorios de los policías. Impresiona un dolor genuino.
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