Guillermo Francos asumió como jefe de Gabinete: encuentro informal con los ministros, café en un bar y contacto con la prensa
En su primera jornada en ese cargo, el ya exministro del Interior buscó diferenciarse de Nicolás Posse, con quien dialogó por la transición
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“Venite, acá al lado”, le dijo Guillermo Francos con una sonrisa al portavoz Manuel Adorni, que después de dudar unos segundos subió a la tarima y acompañó al flamante jefe de gabinete en su primera conferencia de prensa, horas después de asumir su cargo de modo formal.
Activo desde temprano, y en contacto permanente con la prensa desde sus primeras horas de gestión, Francos intentó mostrar un perfil abierto y distendido, opuesto al silencio que su antecesor, Nicolás Posse, mantuvo en los casi cinco meses en los que ocupó el despacho más cercano al del presidente Javier Milei.
Habían pasado las 9.20 cuando Francos llegó a la Casa Rosada. Habían pasado ya dos entrevistas radiales, en las que el flamante jefe de Gabinete había agradecido al Presidente por el nombramiento, dado explicaciones sobre sus planes de imprimir “empuje a la gestión”, defendido a Posse y afirmado que su rol seguiría siendo el contacto directo con distintos actores de la política. “El Presidente me eligió porque se da cuenta de que con la política argentina se le hace complicado porque no la entiende”, dijo en una de esas entrevistas, todavía en viaje hacia Balcarce 50.
En el salón Eva Perón lo esperaban, desde las 8.30, la mayoría de los ministros, llegados a una reunión de gabinete, ya sin Posse al mando y con Milei en el inicio de su gira por los Estados Unidos y El Salvador. Una reunión que el propio Francos calificaría como “informal”, y que uno de sus colaboradores definiría como “un cafecito de gabinete”, con un repaso general de los temas de gestión, ya con la novedad del cambio de mando.
“Nadie nos dijo que no vengamos”, bromeó al pasar uno de los participantes de la reunión de gabinete, que duró menos de una hora y en la que los únicos ausentes fueron Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que acompañó al Presidente en su viaje a San Francisco.
Un rato antes de verse con sus ministros, Francos pasó un rato en lo que pronto será su exdespacho de ministro del Interior con el propio Posse, que cumplió de ese modo con la formalidad de iniciar una “transición ordenada”, ya fuera del cargo. En realidad, Francos y Posse ya habían conversado, largo y tendido, durante todo el lunes, horas antes de que quedara confirmada la salida del ya ex jefe de gabinete, a quien fuentes del Gobierno le adjudican un nuevo cargo, en el área de inversiones internacionales.
Luego de ese encuentro a solas y de la reunión de gabinete, Francos dio una conferencia de prensa desde el Salón Héroes de Malvinas. “Que sean preguntas fáciles por ser el primer día”, bromeó antes de recibir las preguntas. Contestó seis, con tono amable y de modo breve, y con su amigo y secretario de Turismo, Daniel Scioli, sentado en la primera fila junto al secretario de Interior, Lisandro Catalán, el diputado Agustín Romo y el asesor presidencial Santiago Caputo, atento a las preguntas y respuestas de Francos.
A Santiago Caputo se le ocurrió, según testigos, continuar la charla con los ministros en un bar cercano, cruzando la Plaza de Mayo. Allí fueron, Francos y los demás ministros, seguidos por una marea de periodistas, con alguna respuesta esporádica del nuevo ministro coordinador, y algún enojo momentáneo porque no lo dejaban “caminar con tranquilidad”. Estuvieron un rato en un reservado, en planta baja, y completaron la reunión con la foto, a la vista de curiosos y comensales, siempre sonrientes.
“La cuenta la pagó (Mariano) Cúneo Libarona”, contaron desde el Gobierno, luego del encuentro, en el que Francos estuvo rodeado por Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa), mientras alrededor de la mesa se sentaron la canciller Diana Mondino, Adorni, el ministro de Salud, Mario Russo, Caputo y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien al salir del bar se metió directamente en un auto oficial, sin hacer declaraciones y con sus custodias abriéndole paso a los empujones.
Para Francos, la jornada continuaba en el Senado, adonde pasado el mediodía se reunió con la vicepresidenta Victoria Villarruel, con vistas al debate de la ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara alta. “Espero estar a la altura”, repitió una y otra vez, consciente del desafío que implicará, de ahora en más, coordinar las acciones de un Gobierno que acaba de pasar una de sus peores tormentas, con la desordenada salida de Posse.
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