Graciela Camaño: “Lo que frena una reforma judicial son las causas penales de Cristina Kirchner y Mauricio Macri”
"No tengo ninguna duda de que a este grupo que gobierna lo conduce Cristina Kirchner", afirma Graciela Camaño, quien rechaza que existan "coaliciones gobernantes" en el país. "Si en el país se lograra una coalición de gobierno seríamos muy felices porque se estaría gobernando de manera coherente", remata.
En diálogo con LA NACION, la diputada de Consenso Federal rechazó ser "la que define" dentro del Consejo de la Magistratura, sostuvo que el impuesto a la riqueza"es un mensaje inoportuno y no es constitucional", cuestionó duramente la fórmula previsional y expuso una posición terminante frente al proyecto para despenalizar el aborto: "Para mí el aborto es inadmisible".
–¿Por qué votó en contra del impuesto a las grandes fortunas?
–Si hacemos un examen de constitucionalidad de las leyes, advertimos que estamos en presencia de una doble imposición. No creo que nosotros tengamos que seguir poniendo impuestos. No podemos seguir poniéndole el pie en la cabeza a las personas que tienen que crear trabajo: es una cosa o la otra. Este es un Estado con mucha avaricia recaudatoria y una población muy pobre. El que se quedó en Argentina en blanco tiene cada vez más responsabilidades: es un mensaje inoportuno y no es constitucional.
–¿Qué piensa de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria?
–La fórmula de la inflación es apostar a un país decadente y la fórmula atada al crecimiento es una mentira. Vivimos en un país que no crece. Es como decirle al jubilado que no va a tener ninguna recomposición. Las dos perjudican a los jubilados.
–¿Cuál es su mirada acerca del presupuesto 2021?
–Yo no voté al presupuesto porque era necesario explicar que no es un presupuesto correcto, era el primer presupuesto del Gobierno y eso nos hacía dudar en cuanto a otorgarle la herramienta, pero necesitábamos poder explicar lo que pensábamos y ese tiempo no nos fue dado. En cinco minutos no se puede explicar un presupuesto, optamos por no estar en la sesión.
–¿Hay internas en la coalición gobernante?
–Me parece que no hay coaliciones gobernantes en la Argentina, la palabra le queda grande. Si en el país se lograra una coalición de gobierno seríamos muy felices porque se estaría gobernando de manera coherente. Lo que hay son acuerdos políticos de dirigentes. Lo hubo con Cambiemos, lo hay con el Frente de Todos. No tengo ninguna duda de que este grupo político que hoy gobierna lo conduce Cristina Kirchner. Por trayectoria y votos, su voz es fuerte, es escuchada, sus acciones son miradas.
–El Presidente quiere que se trate el pliego para procurador de Daniel Rafecas y, por otro lado, el Senado busca cambiar la ley del Ministerio Público Fiscal. A su vez, la comisión de asesores judiciales recomienda modificar la mayoría para elegir al procurador general. ¿Cómo se dirime esto?
–No tengo tan claro que esa batalla exista. Creo que hay una gran chicana política entre la oposición y las internas del oficialismo. Cuando querés tratar algo, lo tratás. Si realmente la oposición de Cambiemos quisiera que Rafecas fuera procurador, ya lo sería. La comisión asesora al Presidente, pero la legitimidad de la representación la tiene el Congreso. Están poniendo a la comisión en un lugar en el que no existe institucionalmente.
–¿Cuál es su opinión sobre el pliego de Rafecas?
–Es muy importante que tengamos un procurador nombrado. Lo que tenemos es un procurador interino. Tener un procurador interino habla del fracaso de la política.
–¿Qué posición tiene usted con respecto al cambio de la ley de Ministerio Público Fiscal?
–Yo tengo presentado un proyecto. En 2017 avanzamos en un acuerdo con Cambiemos y con el peronismo del Senado en una reforma del instituto. Es necesario modificar la ley, el problema que tenemos es que la encarnadura política para estas reformas necesita acuerdo de toda la política y de la Justicia. Tiene que haber un acuerdo muy grande para poder reformar la Justicia, si no siempre es la reforma de uno o de otro.
–¿Qué es lo que busca la dirigencia política con estas reformas?
–Lo que está parando las posibilidades de tener una reforma judicial son las causas penales de Cristina y también las de Macri.
–¿Qué piensa de los cambios que la comisión propone para el Consejo de la Magistratura?
–Hay muchos proyectos de los representantes del pueblo en el Congreso para cambiar el Consejo. Hay que hacer modificaciones, podría haber una representación más amplia y animarnos a discutir si los representantes del Senado y de la Cámara de Diputados debemos ser diputados y senadores, porque es un trabajo muy grande. También hay que discutir la participación de otros estamentos de la sociedad. Quizás habría que pensar de qué manera se abre más a la participación de los claustros universitarios o de otros estamentos de la sociedad. Hoy, en el Consejo hay seis miembros del oficialismo y seis de Cambiemos. Y yo soy la oveja negra.
–La que define…
–No, ese es un error, no defino nada. El año pasado hicimos unas reformas sobre el número que se necesita para las elecciones de jueces y le pusimos mayorías especiales. O sea que yo no defino nada. El oficialismo tenía la idea de que tenía que notificarse al Poder Ejecutivo de que estos diez traslados estaban mal hechos y la oposición sostenía el argumento de que como eran actos que habían sido realizados por la anterior composición nosotros no teníamos que revisarlos. Cambiemos no quería reconocer que esos diez jueces estaban mal trasladados, y es por eso que yo acompañe el dictamen del oficialismo. Luego, lo que ocurrió con estos tres jueces es que hicieron de su problema una épica y decidieron no acudir al Senado, iniciar una acción. Después de que la primera instancia les dijera que era incorrecta la interpretación que hacían y que sus traslados estaban mal hechos, piden el per saltum y la Corte define. El fallo de la Corte es ejemplar, dice lo que yo creo, que la única que establece de qué manera un juez es juez es la Constitución Nacional, o sea, por concurso.
–¿La escuela está tomada por la ideología, como afirma la ministra de Educación de la ciudad, Soledad Acuña? ¿Hay adoctrinamiento, docencia militante, sindicalismo que cree más en luchar que en educar?
–Hay un tironeo político, la identidad de la dirigencia sindical también genera eso. No todos los sindicatos tienen la misma postura, pero hay algunos gremios sindicales que son parte del gobierno. Nosotros tenemos un problema muy serio en materia educativa. Tenemos un enciclopedismo del siglo XIX en los contenidos, tenemos maestros formados en el siglo XX y tenemos alumnos del siglo XXI. Este tironeo existe desde el mes de abril, esto es un desastre. Fueron desafortunadísimas las palabras del Ministro [de Educación de la Nación, Nicolás Trotta] que dijo que hasta que no venga la vacuna no hay clases. No le veo cualidades y dotes al Ministro de Educación, es el ministro de la no educación. No ha puesto nada para resolver, armar una mesa de debate de búsqueda de resoluciones.
–¿Cómo evalúa el manejo de la pandemia?
–Con el diario del lunes todos somos grandes opinadores, pero lo cierto es que el miedo que hubo era legítimo y luego no se tuvo la capacidad de advertir que el daño económico es muy grande y que había que hacer algo más inteligente.
–¿Cuál es su postura sobre de la ley del aborto?
–Creo que al momento del embarazo empieza el ciclo de la vida. Estoy convencida, no tengo dudas de que ahí empieza la vida y creo que tenemos la obligación de la defensa de la vida de todos. Para mí el aborto es inadmisible.
–¿No cree que es un tema de salud pública?
–No, creo que es un tema de educación, creo que a nosotros nos falta educación sexual, saber que el cuerpo que me pertenece tiene que ser llevado con educación y conciencia. Mi cuerpo es mío, si me embarazo es una decisión mía, salvo, como dice el código civil, en los temas de violación. Estoy en contra de que la sociedad crea que la solución pasa por decir que no hay vida donde sí la hay.
Trabajo, militancia y mujeres
Abogada recibida en la Universidad de Morón y con un doctorado en Ciencias Jurídicas, Graciela Camaño fue ministra de Trabajo en el gobierno de Eduardo Duhalde. "Para mí, el tránsito que estuve en el Ministerio de Trabajo fue una gran prueba". Recuerda que "la Argentina estaba en llamas" y todos los desafíos que aquella situación social y política le representaba diariamente: "Aquello pasó de repente, hizo un desastre social, pero se salió, llegamos abajo y subimos".
Viene de una familia de mujeres de armas tomar. Su abuela, hace cien años, se fue con sus nueve hijos y dejó a su marido: "El viejo les pegaba a los hijos y a mi abuela, y un día se fue. Nunca más lo vio. Era muy poderosa mi abuela". Acaso, aquella garra y valentía familiar fueron heredadas por esta mujer que se anima a decir que no "existe una coalición gobernante: la palabra le queda grande al Gobierno".
Lejos quedaron sus tiempos de militancia. "Al peronismo llego entusiasmada por lo que significó el retorno del general Perón a la patria: fue una epopeya muy grande para los jóvenes de la época, que después tomaron otros caminos, pero en ese momento era muy convocante la idea de un expresidente que tenía los antecedentes que tenía Perón y que regresara al país", rememora. Un tiempo que estaba asociado a las posibilidades de gobiernos democráticos. Con toda la influencia de los movimientos de afuera, las primeras brisas del ecologismo, el hippismo: "Quien no fue hippie a mi edad, vivíamos una época de libertad. Las peleas de algunos personajes del momento en procura de un mundo de paz, los Beatles, Cassius Clay".
Alejada circunstancialmente de su pareja, el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, la pandemia la obligó a proteger a su madre, con la que vive mientras trabaja desde su casa como diputada e integrante del Consejo de la Magistratura. "Mi madre es una mujer sabia, tuvo una vida difícil pero siempre con la capacidad de salir. Una mujer trabajadora; te abrumaba con la lectura, eso le posibilitó tener sabiduría. Exigente con ella y también con nosotros", reflexiona.
Quizás Camaño busca reflejarse en ese mandato: "Traté siempre de hacer las cosas de manera correcta y ser fiel a mi misma, sentir que estaba haciendo las cosas bien".
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