Grabois celebró “un millón de votos”, se mostró “preocupado por el panorama general” y se suma a Sergio Massa
Derrotado en la interna de Unión por la Patria, el candidato alternativo se mostró “preocupado por el panorama general” que se abre tras las PASO
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Juan Grabois irrumpió en el escenario del teatro Verdi de La Boca pasadas las 22:30 de este domingo, cuando todavía no había datos oficiales sobre el resultado electoral. “Hemos sacado más de un millón de votos”, comenzó celebrando en medio del frenesí de su militancia. Agregó que lo hicieron con “dos escarbadientes”, para rápidamente decir que buscaba que se derogue el acuerdo con el FMI, al que consideró “leonino”. Y agregar, sin perder tiempo, que iría a reunirse con Sergio Massa, en el Complejo C, principal búnker del espacio.
Con ese mensaje, Grabois despejó rápidamente qué sucedería con sus votos de cara a las elecciones generales. “Tenemos una porción importante de nuestro pueblo a la que la política no le ha dado respuesta”, dijo en referencia a los resultados de la elección que muestran una buena performance de Javier Milei.
Antes de anunciar que iría a ver a Massa –para quien siempre tuvo conceptos muy duros– con su programa de gobierno, apuntó a Patricia Bullrich, a quien llamó “verduga”, y también a Milei, aunque sin nombrarlo. Sobre el final de su breve exposición renovó su idea de que Cristina Kirchner está “proscripta” por la Justicia.
Todo se dio en medio de la celebración de su militancia, que terminó coreando: “Patria sí, colonia no”. También de trompetas, canciones y los aplausos de sus militantes, que habían llegado poco antes del discurso y que se quedaron en el lugar pese a que Grabois salió rápidamente para la señal de unidad en el búnker principal de Unión por la Patria.
Grabois, que siempre dijo que no competiría por la presidencia si lo hacía Eduardo “Wado” de Pedro, fue autorizado a competir luego del giro que bajó al ministro del Interior de la carrera presidencial. En la previa al cierre de listas, el 24 de junio pasado, tras anunciarse que Sergio Massa sería el candidato de unidad del espacio, el ala dura del kirchnerismo, en especial Máximo Kirchner, dio el visto bueno a la candidatura de Grabois como estrategia para contener el voto “puro”, que resistía la candidatura del tigrense.
En el medio, la figura de Grabois comenzó a volverse amenazante más que contenedora para el oficialismo. Con recorridas por buena parte del país y el conurbano, se mostró con referentes kirchneristas como el gobernador Axel Kicillof, los intendentes Mayra Mendoza y Leonardo Botto y la propia Alicia Kirchner en Santa Cruz, entre otros.
Durante la campaña, Grabois también recibió el apoyo de sectores estratégicos gremiales como la CGT y la CTA, al igual que Massa, y hasta recibió en sus oficinas la visita del embajador estadounidense, Marc Stanley.
La preocupación del massismo por la performance de Grabois llegó a niveles tales que la propia Malena Galmarini, titular de Aysa, esposa de Massa y precandidata a intendenta de Tigre, dijo: “Votar a Juan Grabois es tirar el voto”. A eso se sumó el exvicepresidente Amado Boudou, cercano a Massa y casi un “vocero” de la campaña, que también aportó críticas al dirigente cercano al Papa Francisco.
A la espera del líder
El teatro Verdi comenzó a nutrirse cerca de las 21. Antes era un páramo que solo encontraba explicación en las palabras de los organizadores, que detallaban que la militancia estaba todavía en los centros de votación, fiscalizando la elección. Grabois llegó al búnker en el barrio de La Boca pasadas las 21 y se dirigió tras bambalinas, por una puerta lateral. Poco antes lo había hecho su compañera de fórmula, Paula Abal Medina.
La elección del teatro para Grabois no es casual. En ese lugar el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), fundado y liderado por el dirigente, hizo sus primeras elecciones cartoneras y también un acto que, aseguran desde el propio espacio, un 1° de Mayo “fue fundante en el vínculo con el por entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio”, hoy Papa Francisco.
Con el Sumo pontífice precisamente había varias fotos de Grabois en las paredes del lugar, que con el correr de las horas lucían algo alicaídas.
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