Alberto Fernández se reunió con Benjamin Netanyahu en Israel y ratificó el compromiso de saber qué pasó con el atentado de la AMIA
JERUSALEN.- Misión cumplida. Alberto Fernández concluyó hoy su primer viaje oficial al exterior en el que ratificó su compromiso de esclarecer los atentados contra la AMIA y la embajada de Israel y obtuvo, a su vez, lo que había venido buscar: el respaldo de Israel, aliado principal de Estados Unidos, superpotencia clave para la renegociación de la deuda, la prioridad en este momento.
"Quiero felicitarlo por seguir manteniendo la clasificación de Hezbollah como organización terrorista, así como por su lucha persistente en pos de la verdad y por el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Creemos que esto es sumamente importante, lo valoramos mucho", dijo el primer ministro Benjamín "Bibi" Netanyahu, en una declaración conjunta que hizo junto a Fernández en un jardín cubierto de su residencia de esta ciudad, justo cuando caía un chaparrón terrible sobre Jerusalén.
"En la Argentina somos todos argentinos, sin distinciones, siempre quisimos, amamos y asimilamos a los judíos por lo que son, argentinos y por eso siempre nuestro compromiso por saber la verdad con lo que lo pasó en la AMIA y los atentados. Fue nuestro compromiso y es nuestro compromiso. Necesitamos saber qué pasó, por la memoria de todos los que murieron allí y todos los que murieron en la embajada de Israel", retrucó a su vez Fernández.
Protocolar y diplomática
En una aparición muy protocolar y diplomática, hubo intercambio de flores entre los dos mandatarios. Y, cumpliéndose uno de los objetivos de este primer viaje internacional de Fernández, los roces registrados en los últimos años en la relación bilateral debido al memorándum firmado con Irán, país enemigo de Israel de alguna forma involucrado en los atentados contra la embajada del estado hebreo en Buenos Aires y en la AMIA, parecieron quedar superados.
Netanyahu, en efecto, no sólo agradeció al Presidente su primera visita a Israel, sino también su participación, ayer, en un evento sin precedente para recordar el Holocausto, que contó con la presencia de más de 40 líderes del mundo y que para Fernández significó un debut internacional más que importante. En perfecto inglés, que un intérprete le traducía al presidente argentino, el primer ministro israelí evocó su visita a la Argentina de hace unos años y aseguró la necesidad de "seguir fortaleciendo una verdadera amistad, aprovechar verdaderas oportunidades para nuestros pueblos", y estrechar las relaciones en todos los ámbitos, como tecnología, ciencia y turismo.
La postura sobre Hezbollah
Justo cuando la lluvia se transformó en un chaparrón violento con granizo, Netanyahu fue más allá y felicitó a Fernández por haber mantenido a Hezbollah en la lista de organizaciones terroristas. Esto había sido puesto en duda, causando escozor, por la ministra de seguridad, Sabina Frederic, en un traspié que fue subsanado luego por el canciller, Felipe Solá, pero que en su momento, según pudo saber LA NACION, determinó que Israel decidiera no enviar a ningún representante a la asunción de Fernández.
Pero el viaje de Fernández tuvo su efecto. Tanto es así que Netanyahu también elogió a Fernández por su "persistente lucha" en pos de la verdad y por el esclarecimiento del atentado a la AMIA, un verdadero espaldarazo. Sobre todo considerándose que Israel jamás va a dejar de reclamar que se sepa qué pasó con esos ataques y tampoco con la muerte del fiscal Alberto Nisman -quien investigaba a la expresidenta Cristina Kirchner por el memorándum con Irán-, un tema delicado que Netanyahu, para no poner en apuros a su invitado especial, prefirió no tocar.
"Se ve que no hay sequía en Israel", bromeó Netanyahu cuando debió por algunos segundos detener su discurso debido al ruido del agua cayendo sobre la carpa, algo que sirvió también para aflojar tensiones. El premier israelí incluso adelantó que estaba próximo a finalizar arreglos con países del norte de África para que se pueda volar de manera mucho más directa a la Argentina y, así, "reforzar vínculos".
"Nunca más"
A su turno, Fernández confirmó también su compromiso con el "nunca más" contra cualquier genocidio. "Estamos en esta ciudad bendita de Jerusalén, donde ayer conmemoramos la tragedia del Holocausto, que fue una tragedia de la Humanidad. Y estuvimos para decir nunca más", advirtió. "Ustedes saben que en la Argentina tuvimos nuestra propia tragedia, una dictadura que se llevó a 30.000 personas, desparecidas, hubo torturas, asesinatos, persecuciones y exiliados. Lo soportaron miles de argentinos. Y cuando la víctima era judía padecía más, porque nuestros genocidas fueron particularmente violentos con la comunidad judía", subrayó.
"Así que estamos para estar siempre juntos", agregó, al recordar que se firmó en el pasado un tratado de libre comercio entre Mercosur e Israel que "debe profundizarse". "Hay mucho para trabajar en lo comercial, en lo tecnológico y espero que sea este el inicio", auspició, al contar que en el avión que lo trajo hasta Roma se encontró con Vera Jarach, italiana de una familia judía que emigró a la Argentina para escapar de la persecución fascista, cuya hija Franca desapareció durante la dictadura.
"Yo la quiero mucho a Vera y en ella se sintetiza la tragedia de la humanidad, su abuelo muerto en un campo de concentración, ella va a la Argentina a rearmar su vida, su hija desaparecida. A todo eso le decimos nunca más", concluyó.
Un brunch de parejas
Luego de esta declaración conjunto que marcó un cierre perfecto para su primer viaje internacional a Israel, Fernández y Netanyahu, acompañados por sus mujeres, Sarah y Fabiola -que también estuvieron a su lado durante la declaración-, tuvieron un "brunch" de una hora y media. No se sabe si entonces, Netanyahu, que suele ser alguien muy directo, le recriminó a Fernández haber recibido ayer al exgeneral Benny Gantz, su rival en las elecciones del 2 de marzo próximos. Sí se sabe que, en un gesto importante, "Bibi" acompañó a la pareja hasta la puerta para despedirla, que fue una reunión "excelente" y que no se habló de Nisman, dijeron fuentes de la comitiva.
En simultáneo, el canciller, Felipe Solá, se reunió con el responsable de América latina de cancillería, Modi Ephraim.
Por la mañana y para coronar un viaje que fue el segundo de un presidente argentino desde la visita de Carlos Menem en 1991, Fernández, junto a la comitiva de este viaje -formada por Solá, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz y el diputado Eduardo Valdés-, fue recibido por el presidente de Israel, Reuven Rivlin, en su residencia. Según fuentes presidenciales, la reunión duró 40 minutos. "No se habló de Nisman y fue muy cordial", dijeron a La Nación, al destacar que Rivlin recibió a Fernández diciéndole que su nieto estaría contento de saber que recibió al presidente del país de donde vienen Messi y Maradona.
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