Gesto político de Merkel hacia Cristina Kirchner
Habló de aumentar las inversiones de su país en la Argentina
BERLIN.- El tour de Cristina Kirchner por las multinacionales más grandes de este país terminó ayer con un gesto político alemán: la canciller conservadora Angela Merkel y su ministro de Economía, Michael Glos, le hablaron de aumentar las inversiones en la Argentina en el corto plazo.
Pero las promesas tuvieron un límite. Glos ratificó a la prensa argentina el disenso alemán respecto de la decisión expuesta aquí por la candidata oficialista de excluir al Fondo Monetario Internacional (FMI) del proceso de reestructuración de la deuda con el Club de París.
"Todavía tenemos la esperanza de que la Argentina acepte las condiciones del grupo", dijo el ministro. Esas reglas incluyen que el FMI supervise un eventual acuerdo. La Argentina debe 6500 millones de dólares al grupo de 19 países, entre los que Alemania tiene la mayor acreencia (22%).
Glos aclaró que el pago de la deuda "no fue el tema prioritario de la conversación" con Cristina Kirchner. La delegación argentina dio su versión off the record : no se habló del Club de París ni con el ministro ni durante el "saludo de cortesía" que le ofreció Merkel a la candidata oficialista.
Antes de llegar a Berlín, altas fuentes del Gobierno habían indicado su interés en ablandar la postura alemana respecto del papel del FMI en el proceso de pago de la deuda.
Aquí, anteayer, la senadora dijo frente a empresarios: "Tenemos una manifiesta vocación de pagar. Pero se nos exige someternos a una revisión del FMI que es inviable en términos políticos, económicos y de lógica".
Esa discusión se convertirá en tema prioritario en la eventual segunda gestión kirchnerista si, tal como parece, quiere captar más inversión extranjera. La falta de pago a los países del Club de París ha frenado financiamiento público a empresas con proyectos en la Argentina.
El gobierno de Alemania prefiere separar los temas. "Todo el mundo conoce las cifras [de la deuda] y creo que la Argentina está en el buen camino de recuperación. Podemos tener una plena confianza en la forma de actuar de la economía argentina", dijo Glos a la prensa argentina.
Glos elogió la recuperación económica argentina y anunció que en noviembre irá a Buenos Aires con una misión de inversores. Su postura está en línea con el optimismo de las grandes industrias alemanas radicadas en la Argentina, con grandes ganancias desde la salida de la crisis de 2001.
Hasta ahora, la relación bilateral combina esa bonanza con cierta frialdad por asuntos pendientes, como el pago irresuelto de la deuda. Glos ayer se mostró cauto. Recordó que "el principio básico del Club de París es la solidaridad entre los miembros". Pero cortó el tema: "No es algo para abordar con una candidata. Habrá que tratarlo a nivel técnico y de expertos".
Más allá de la postura respecto del FMI, la predisposición alemana hacia Cristina Kirchner sorprendió a algunos entendidos del poder en Berlín.
Uno: Merkel no suele recibir en plena carrera electoral a una candidata presidencial. La reunión fue sólo de unos 20 minutos. Pero permitió sacar fotos de la charla, y la información oficial alemana mencionó "las buenas relaciones con los inversores" como un punto de la charla.
Noticias valiosas para una candidata en campaña por el Primer Mundo, lo más lejos posible de los conflictos internos de su fuerza política, de la crisis electoral en Córdoba y de los tironeos en la oposición.
La reunión con Glos, al terminar la de Merkel, apuntaba a entrar en detalles. "Nos dedicamos a los temas que tienen que ver con el futuro de las relaciones de confianza entre los dos países", dijo el ministro.
Estaba acompañado en la charla por su jefe de gabinete, su traductora de español y su asesor de prensa. Tal vez los únicos funcionarios que quedaban al atardecer en el enorme edificio del ministerio. De fondo, un afiche con una curiosa campaña de promoción estatal: "Siga sus instintos, invierta en Alemania", ponía, debajo de una foto de Claudia Schiffer tapada sólo por la bandera negra, roja y amarilla.
En la comitiva argentina se había informado que el ministerio no permitiría el acceso de periodistas. No era tan así: ante la consulta de un enviado especial, el custodio de la puerta llamó al encargado de prensa del organismo. Llegó en un minuto y guió hasta una salita a los tres medios no estatales que siguen la gira. Prometió y cumplió en acercar al ministro al final de la reunión.
La comitiva de Cristina Kirchner volvió al hotel Regent, casi sin tiempo para tomar el avión fletado por Volkswagen que los depositaría en Viena. Hoy, los espera allí el gobierno en pleno.
En el lobby, esperaban a la candidata ejecutivos de Volkswagen y Siemens que la habían paseado por sus fábricas. Estaban exultantes. Tal vez lo explicara uno de los puntos de la versión extraoficial que la comitiva kirchnerista dio a la prensa: tanto Merkel como el ministro Glos "estaban muy al tanto" del desempeño exitoso en los últimos años de esas multinacionales alemanas en la Argentina.
Austria
- BERLIN.- Antes del anochecer, Cristina Kirchner partió para Viena, donde hoy la recibirán el presidente, Heinz Fischer, y el canciller federal, Alfred Gusenbauer, ambos socialdemócratas. No se informó el motivo de la visita, pero sí quién la organizó: el presidente de Volkswagen argentina, Viktor Klima, ex jefe de gobierno austríaco. La comitiva y el empresario viajaron en un avión de la automotriz.