Gasto social y mortalidad infantil bajo la lupa
La verificación de los mensajes políticos de la semana
Mario Quintana:, secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete: "El gasto social creció un 43,5%, eso significa que la inversión hacia los que menos tienen es lo que más creció en el presupuesto"
FALSO
"El gasto social en los primeros cinco meses del año, con respecto al año pasado, creció en un 43,5%, eso significa que toda la inversión hacia los que menos tienen es lo que más creció en la asignación presupuestaria en la Argentina", aseguró en una entrevista el secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana.
Los datos oficiales señalan que la erogación que más creció en comparación con el año anterior fue la Deuda Pública. Además, el porcentaje mencionado por Quintana responde a una nueva metodología, que no es la utilizada históricamente y deja afuera ciertos rubros de Servicios Sociales que también llegan a los sectores más desfavorecidos, como Educación, Salud y Vivienda.
De acuerdo con uninforme de la ASAP -que utiliza información oficial-, la erogación que más creció en comparación con el año anterior fue la Deuda Pública, no los Servicios Sociales ni la suma de las funciones Promoción y Asistencia Social y Seguridad Social. Al mes de mayo se había destinado al primer rubro $57.122 millones, un 91,9% más que al mismo mes de 2015. Los otros rubros que más crecieron fueron la Administración Gubernamental (36,1%) y, en tercer lugar, Servicios Sociales (34,6%).
Dentro del Presupuesto, el Gasto Social es considerado como la suma de los gastos de la finalidad Servicios Sociales de la Administración Pública Nacional, y está destinado a brindar servicios de "salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación y cultura, trabajo, vivienda y urbanismo, agua potable y alcantarillado, y otros servicios urbanos", de acuerdo con el documento del Ministerio de Economía de la Nación "El sistema presupuestario en la Administración Nacional".
Esta metodología oficial es la misma que utilizan fuentes alternativas, como la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Hasta mayo de 2016, el Gobierno nacional ejecutó $391.580 millones en Gasto Social, mientras que el año anterior la administración de Cristina Fernández de Kirchner había destinado a ese sector $290.999 millones. Si se comparan ambas erogaciones, el gasto en Servicios Sociales aumentó un 34,6% entre enero y mayo de 2015 y el mismo período de este año, es decir un porcentaje menor al mencionado por Quintana y que está por debajo de la inflación interanual calculada por la mayoría de las fuentes oficiales y alternativas.
En cuanto al cálculo al que se refirió el secretario de Gabinete, el Ministerio de Hacienda y Finanzas elaboró una planilla donde calcula un aumento del 43,5% de las "Políticas de Ingreso" entre mayo de 2016 y el mismo mes de 2015, e incluye dentro de ese concepto programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Embarazo (AUE), las asignaciones familiares, el Plan PROG.R.ES.AR de educación, las jubilaciones y pensiones contributivas y no contributivas, y el Plan Argentina Trabaja. Ante la consulta de Chequeado, Quintana citó esta información como la fuente de sus dichos referidos al "gasto social", es decir, que incluyó dentro de gasto social únicamente a las Políticas de Ingreso.
Sin embargo, desde un punto de vista metodológico, el cambio no respeta la definición establecida en el documento oficial ya mencionado. "Salvo que se introduzca un cambio bien fundamentado y en línea con las mejores prácticas, lo recomendable es mantener las categorías y series de tiempo", señaló Gustavo Sibilla, director de Investigaciones de la ASAP, quien señaló que cualquier cambio heterodoxo a una metodología presupuestaria "afecta la comparabilidad intertemporal, interna y externa".
Felipe Miguel, jefe de Gabinete porteño: "El año pasado se registró en la Ciudad el índice de mortalidad infantil más bajo de la historia"
VERDADERO
En el contexto de su informe ante la Legislatura porteña, el jefe de Gabinete de Ministros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Felipe Miguel, aseguró en un tweet que "el año pasado se registró en la Ciudad el índice de mortalidad infantil más bajo de la historia".
La tasa de mortalidad infantil de la Ciudad creció y descendió en el tiempo, por eso es importante, advierten los expertos, analizar la variación por trienio y no por año. Sin embargo, si se mira la evolución del indicador cada tres años, las muertes infantiles alcanzaron entre 2003 y 2015 el número más bajo de la serie.
La Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEyC) del Ministerio de Hacienda de la Ciudad publicó en mayo último un informe sobre la mortalidad infantil en el que calcula para 2015 una tasa de 6 muertes cada mil nacidos vivos, cifra que indicó el Jefe de Gabinete porteño. Se trata del número más bajo desde 1990, año en el que comienza la serie oficial.
Si se toma el promedio por trienio en base a datos de la DGEyC, en el último período que va de 2013 a 2015 la Ciudad registró una tasa de mortalidad infantil de 7,6 muertes cada mil nacidos vivos, seguida por los trienios 2007-2009 (7,8) y 2010-2012 (7,8).
Con respecto al pasado, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicado en 1993 señala que en la Región Metropolitana -que en ese entonces incluía a la Capital Federal y a la Provincia de Buenos Aires- hubo una reducción de la tasa de mortalidad desde 46,5% en el período 1961-1962 a 25% en 1986-1987.
La Ciudad se volvió un distrito autónomo a partir de la reforma constitucional de 1994. Por lo tanto, los datos mencionados demuestran que la tasa de mortalidad del último período (2013-2015) es la más baja de la historia porteña.
El promedio del distrito, sin embargo, oculta las diferencias entre las distintas comunas. Aquellas con la mayor cantidad de muertes infantiles en 2015 fueron la 8 (incluye a los barrios de Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo); la 1 (Retiro, San Nicolás, Monserrat, Puerto Madero, San Telmo y Constitución); y la 4 (Nueva Pompeya, Barracas, Parque Patricios y La Boca). La tasa de mortalidad infantil de esas comunas es similar a la de países como Rusia, Ucrania y Líbano.
En la otra cara de la moneda se encuentran las comunas 12, 2 y 13, ubicadas en la zona norte de la Ciudad, que incluye a los barrios de Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Coghlan, Saavedra, Recoleta, Nuñez, Belgrano y Colegiales. Países como Alemania, Polonia y Nueva Zelanda tienen tasas de mortalidad infantil comparables con las que presentaron esas comunas en el último año.
Según los datos nacionales, la Ciudad de Buenos Aires se ubica como la jurisdicción con la segunda tasa de mortalidad más baja del país, al mismo nivel que la provincia de Chubut (8,1) y peor que La Pampa (6,8), tendencia que se ha mantenido históricamente.
El especialista en Salud de UNICEF Argentina Fernando Zingman señaló que, luego de la suba de la mortalidad infantil en años anteriores, se disparó un alarma en la Ciudad. En ese sentido, "hubo acciones, como reforzar las estrategias de regionalización para concentrar los nacimientos de mayor riesgo en las maternidades del Sardá, el Fernández, el Argerich y el Santojanni, y la incorporación de más de 150 enfermeras en las áreas de neonatología, que parecen haber tenido su efecto".
Informe: Matías Di Santi, Lucía Martínez y Lucía Gardel. El chequeo de mortalidad surgió a partir de un pedido de la plataforma Chequeo Colectivo .
@chequeado/@lauzommer
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