Ganó Schiaretti y Juez denunció fraude
El escrutinio provisorio le dio al oficialismo una ventaja del 1,1%; el candidato derrotado pedirá el recuento "voto por voto"
CORDOBA.- El vicegobernador peronista Juan Schiaretti (Unión por Córdoba) se proclamó ayer ganador de las elecciones en esta provincia, amparándose en un escrutinio provisorio que duró 18 horas y cuyo resultado fue cuestionado por el principal candidato opositor, el intendente de esta capital, Luis Juez (Frente Cívico y Social), quien denunció haber sido víctima de un fraude. Las cifras provisorias le otorgaron a Schiaretti una ventaja sobre Juez del 1,1%, que representa unos 17.000 votos.
La diferencia, que deberá confirmar el escrutinio definitivo, es la más ajustada de las elecciones para gobernador provincial realizadas en todo el país desde el regreso de la democracia, en 1983. Implica un golpe político para el gobernador José Manuel de la Sota, cuyo delfín estuvo al borde de perder el poder provincial.
"Nos robaron la elección. Tenemos la sensación, la certeza y las pruebas de que estos delincuentes nos robaron la elección", sentenció Juez en clara alusión al peronismo local, que preside De la Sota. Eran las 9.30 y concluía así una vigilia de más de seis horas frente a las puertas del Correo Argentino. Schiaretti le replicó diciendo que sus denuncias "son de mal perdedor" y lo acusó de "socavar las instituciones de la provincia".
Juez comenzó ayer mismo a definir con abogados y los apoderados legales de su partido la estrategia judicial que llevará adelante para respaldar su denuncia. Quiere que la jueza con competencia electoral Marta Vidal disponga el recuento "voto por voto" de todas las mesas.
El candidato, quien recibió la visita solidaria del intendente de Morón, Martín Sabbatella, también cuestionó el papel en el escrutinio del Correo Argentino, en una crítica velada al gobierno nacional, ya que el organismo es presidido por Eduardo Di Cola, uno de los principales referentes kirchneristas en esta provincia.
Tampoco se descartaba ayer la realización de una marcha para rechazar el resultado del escrutinio provisorio, lo que podría recalentar el clima social de esta provincia. Sin embargo, en el partido de Juez dijeron que "oficialmente nadie está convocando" a una protesta. "Nos llegan rumores de que la gente se está autoconvocando a partir de esta desazón que siente", dijo María Miranda, vocera del candidato.
Desde el oficialismo, Schiaretti mostró su disposición a aceptar que se tomaran "todos los recaudos que sean necesarios" para que se garantizara la transparencia de los comicios. Lo hizo poco después del mediodía en una conferencia de prensa en la Casa de las Tejas, sede del gobierno local, en la que se adjudicó, por tercera vez en menos de 24 horas, la victoria.
El papel de la Casa Rosada
"Este es un triunfo del gobierno del presidente Kirchner", afirmó un cansado Schiaretti, acompañado por su compañero de fórmula, el ex basquetbolista Héctor Campana, que ingresó en la política hace cuatro años de la mano de Juez. También estaban ministros y dirigentes provinciales y exultantes militantes del PJ local. Se pudo ver también en primera fila al polémico secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, que fue quien armó la alianza del peronismo cordobés con el gobierno nacional.
A la hora en que habló Schiaretti el conteo provisorio se había detenido en el 97,95% del total de las mesas habilitadas y la ventaja del vicegobernador era de apenas 17.113 votos sobre un total de más de 1,6 millones de sufragios emitidos, y aún restaban contabilizar 123 urnas. El escrutinio definitivo comenzará mañana.
En su primera aparición pública desde la madrugada -cuando en respuesta a unas declaraciones de Juez salió a decir que había ganado por tres puntos-, Schiaretti le restó importancia a la escasa diferencia que lo separó de Juez.
"Un triunfo puede ser por 30 puntos o por un punto, pero siempre es un triunfo en democracia", afirmó. Fue una forma de justificar que todas sus predicciones -a las 18.35 de anteayer había dicho que ganaba por siete puntos- no se habían cumplido.
De hecho, Schiaretti recién pudo respirar aliviado luego de que Juez, en la puerta del Correo y megáfono en mano, le pidiera a su gente que se fuera "en paz a casa" para preservar la calma social de la provincia.
Según pudo saber LA NACION, el escándalo tuvo relación con una estrategia de comunicación aplicada por el peronismo local. Según esas fuentes, las encuestas en boca de urna que manejaba el delasotismo anticipaban el apretado margen a favor de Schiaretti, por lo que se decidió controlar el conteo del escrutinio para que, al cierre de los diarios, el peronismo apareciera con una clara ventaja.
Pero la jugada se complicó por la aparición de las encuestas en boca de urna contratadas por los medios locales, que daban ganador al candidato opositor, y las intervenciones de Schiaretti diciendo que ganaba por siete puntos, lo cual habilitó a Juez para decir que hubo fraude.
Bajo sospecha
Domingo, 18.00
Se divulgan las encuestas en boca de urna que le dan a Luis Juez una ventaja de 2 puntos. Juan Schiaretti afirma que gana "por siete puntos" y es "el gobernador electo de Córdoba".
Domingo, 22.15
Se cargan los primeros cómputos del escrutinio provisional. El PJ se impone con el 46%. A Juez se le atribuye el 23%, y a Negri, un punto menos.
Lunes, 2.28
Schiaretti se impone por apenas 7 votos. Minutos después, Juez pasa al frente por una décima (35,70% a 35,60%).
Lunes, 9.30
Schiaretti vuelve a ponerse al frente, por una décima. Al rato, el escrutinio cierra con una ventaja de 1,11% para el PJ.
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