Fútbol, política y algo más en una noche en la que todos hablaron sobre Milei
El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, participó de un festejo del Sindicato de Peajes en el que se reencontró con Hugo Moyano, su exsuegro, y se refirió a la continuidad del DT de la selección
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La música atronaba, pero Hugo Moyano y su exyerno Claudio “Chiqui” Tapia se las ingeniaban con esfuerzo para conversar. En una suerte de reencuentro, promovido por Facundo, uno de los hijos del jefe camionero, el titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se volvió a ver con parte de su vieja familia política en un homenaje que le dedicó el Sindicato Único de Trabajadores de Peajes (Sutpa) por el aniversario de la consagración del seleccionado argentino en el Mundial de Qatar. “[Scaloni] va a seguir, tiene que resolver algunas cuestiones, pero va a seguir”, dijo Tapia a LA NACION en un paréntesis de una noche en la que se habló de fútbol, política y algo más.
En el escenario, cuando le tocó hablar delante de 3000 peajistas que celebraban su fiesta de fin de año en un salón de Costa Salguero, Tapia evitó cualquier definición sobre la continuidad del director técnico del seleccionado, aunque tuvo que soportar algún silbido e insulto. Se escudó en su pasado gremial, el que fue recordado con fotos y videos de cuando era dirigente camionero, para esquivar el tema y despedirse con una sentencia más política que deportiva: “Quiero que nuestra nación esté mejor, quiero un futuro mejor”. No sonó después el hit “muchachos”. No había mucho ánimo de euforia.
Tapia le dio pie a Hugo Moyano. El jefe camionero, que cumplirá 80 años el mes que viene, también soslayó públicamente cualquier pronunciamiento sobre el gobierno de Javier Milei y la situación económica. “No estamos dispuesto a abandonar la lucha”, lanzó en el cierre de un discurso brevísimo, presidiendo el escenario desde donde después tocaría uno de los DJ de moda.
A Tapia y Moyano los había precedido en la palabra Facundo, número dos del gremio de peajes y exdiputado nacional del Frente de Todos. Entre música tecno, cumbia y shows con algún artista reconocido, el hijo del jefe camionero se mandó el discurso más político. “Estamos en un momento complicado. No hacen falta rótulos: izquierda, derecha, marxistas, liberales. Nosotros estamos acá, parados de manos, como siempre”, buscó arengar a los peajistas, que se divertían con buffet y barra libre y quienes tal vez ni siquiera imaginan que la privatización de las concesiones viales podría dejarlos mañana sin trabajo. Facundo Moyano agregó, en un mensaje al gobierno de Javier Milei. “Hace unos días me hicieron una nota en un diario en la que dije que no era momentos de poner palos en la rueda. Venga quien venga no le vamos a tirar piedras a nadie. Pero cuando les tiren piedras a los trabajadores, nosotros vamos a responder”, dijo. Una ligera advertencia de un Moyano que por ahora está más en tren de señalar las fallas del kirchnerismo y exigir una autocrítica que de contarles las costillas a una gestión que no lleva ni siquiera una semana.
Debajo del escenario, entre piezas de sushi y salteado de pulpo y salmón, los Moyano, Chiqui Tapia y algunos dirigentes gremiales se enredaban en casi un único tema: ¿podrá Milei?, se preguntaban incrédulos. La incertidumbre por la gestión del libertario hasta unió en un mismo brindis al líder camionero con Carlos Pérez, el número dos de Armando Cavalieri en el Sindicato de Comercio y rival histórico de los camioneros. Moyano, que asistió al festejo con su esposa, Liliana Zulet, estaba algo huidizo para conversar de política. Pero alguien que habló con él lo escuchó decir que estaba preocupado y que comparó el escenario actual con el final de Alfonsín y la llegada de Menem. Aunque hizo una salvedad: “Antes había cuadros en el peronismo y en el radicalismo para tomar la posta, ahora ¿quién está?”. Para Moyano, el PJ sigue siendo “una cáscara vacía”, como cuando pegó un portazo a la vicepresidencia del partido en 2011 en pleno enfrentamiento con Cristina Kirchner por el impuesto a las ganancias.
Moyano se fue antes del show de La Jaoqui, una de las artistas musicales del momento. Chiqui Tapia también. Quedaron en volver a verse. Facundo se jactó de ser el garante del reencuentro, que promete un segundo capítulo, tal vez con un pronunciamiento del titular de la AFA, que mira tentado su desembarco en la política de la mano de los camioneros.
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