Fuertes cruces entre los libertarios y el kirchnerismo por la ley ómnibus: la salida abrupta de Guillermo Francos y las reformas en dudas
El final de la intervención del ministro fue en el medio de acusaciones de Leandro Santoro; el clima caldeado continuó después entre las bancadas
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La presentación del ministro del Interior, Guillermo Francos, ante el plenario de comisiones para defender el capítulo electoral de la ley ómnibus tuvo un final abrupto y desató un fuerte cruce entre el kirchnerismo y los libertarios. El funcionario de Javier Milei saltó de su silla y se retiró del salón del anexo de la Cámara baja en medio de una fuerte interpelación del diputado nacional Leandro Santoro (Unión por la Patria), quien le recriminó que no haya estirado su tiempo de exposición hasta que los legisladores agoten las preguntas.
Pasadas las 13, después de cuatro horas de intenso intercambio con los representantes de las bancadas de Pro, la UCR y UxP, Francos avisó, a través del oficialista Gabriel Bornonorini, a cargo de moderar el debate junto con José Luis Espert, que debía retirarse para cumplir con otro compromiso. Desde el fondo del salón, Santoro pidió la palabra para reprocharle a Francos su actitud. Le enrostró que él era el “ministro político” del gobierno de Milei y que debía postergar cualquier actividad para prolongar su estadía en la reunión informativa. “Esta ley ómnibus de mil artículos y quieren que la discutamos en quince minutos”, bramó Santoro. A metros de él, la libertaria Juliana Santillán Juárez Brahim intentaba frenarlo: “Andá a C5N”, le gritó.
Santoro siguió con su ofensiva contra Francos: le recordó que su par en el Gabinete Mariano Cúneo Libarona (Justicia) se había quedado ayer hasta la madrugada del martes para responder las preguntas de los diputados. “¿Qué parte no entienden? Usted se está yendo a comer y ustedes presentaron un proyecto de mil artículos. Nosotros también vinimos a las 9, no se puede ir porque tiene un almuerzo”, le espetó. Visiblemente ofuscado, el ministro del Interior no toleró la diatriba de Santoro, agarró las carpetas y saltó de su silla. Levantó la mano y señaló a Santoro con el dedo índice: “Me faltó el respeto”, dijo. Y se fue del salón. Mientras peleaba con la botonera del micrófono, el exasesor de Alberto Fernández redoblaba la apuesta: “Usted nos falta el respeto a los diputados”.
La intempestiva salida de Francos provocó un choque entre los libertarios y el kirchnerismo. Lisandro Almirón, de LLA, apuntó contra los referentes de UxP que dejaron sus cargos en el gobierno de Alberto Fernández hace apenas un mes. “Los que deberían haber sido interpelados son los funcionarios que están en el fondo”, enfatizó, en una enérgica defensa a Francos. Germán Martínez, jefe de la bancada de UP, lo cortó en seco: “Callate, vos te estás queriendo chorear una banca del DNU [la comisión bicameral]”, le dijo al correntino.
Francos tuvo un paso accidentado por el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Legislación General y Asuntos Constitucionales, en la segunda jornada de actividad en Diputados en el marco del debate de la ley ómnibus.
El funcionario nacional admitió que el Gobierno estaba abierto a hacer modificaciones en la ley ómnibus. De hecho, destacó que hubo cambios ante las quejas de gobernadores por las medidas que impactan en el sector de biocombustibles. En la mayor parte de su exposición intentó defender la necesidad de avanzar con la reforma electoral profunda impulsada por Milei en plena crisis económica, que incluye la derogación las PASO, modifica el financiamiento de la política y establece un sistema de elección por “circunscripciones uninominales”.
Dijo que la política debe “hacer un gesto” y que el Gobierno propone “modificaciones” en el sistema político para generar un “proceso de transformación y de cambio”. Además, argumentó que apuntan a suprimir el “enorme gasto” que le genera al Estado la organización de las PASO. “Tenemos que demostrar que nosotros nos estamos ajustando y que es un esfuerzo de todos”, apuntó.
En el Gobierno deslizan que estarían dispuestos a postergar la reforma electoral si no consiguen los votos en el Congreso. De hecho, el oficialismo no tiene los apoyos ni siquiera de Pro –el aliado más cercano en la Cámara de Diputados- para avanzar con esa vasta reforma, que pergeñó Santiago Caputo, el estratega comunicacional de Milei.
Durante el debate, Francos recibió cuestionamientos por la decisión de avanzar con cambios en el sistema electoral en medio de una emergencia económica. Hubo rechazos, sobre todo, a las modificaciones en el financiamiento de la política (básicamente, eliminando los topes de aportes privados) y a la apuesta por un sistema de elección por “circunscripciones uninominales”, con el que los libertarios pretenden terminar con las listas sábana. Esa propuesta cosechó rechazos en Pro, la UCR, Hacemos Coalición Federal e, incluso, entre los libertarios. Santiago Pauli (LLA-Tierra del Fuego) planteó objeciones por el eventual impacto en la representación de su provincia, ya que la iniciativa quita el piso de cinco legisladores por provincia y establece que habrá un diputado por cada 180.000 habitantes. De esa forma, se reduca la cantidad de representantes de 16 provincias y aumentaría fuertemente las bancas de Buenos Aires. En Pro creen que esa maniobra favorecería al peronismo.
“Es inadmisible la delegación de facultades que pretende usted para lo que es la readecuación del Código Electoral en función de las circunscripciones uninominales como sistema de elección de los futuros diputados nacionales. Si se avanza en ese sistema de circunscripción uninominal estaríamos violando el art. 46 porque distritos, por ejemplo, como el de Catamarca, podrían reducir su cantidad de representantes y en la Constitución se establece que el piso es de tres diputados para adelante y así un montón de otros distritos”, afirmó Maximiliano Ferraro (CC), del bloque Hacemos Coalición Federal.
Además, Ferraro calificó de “regresivo” el capítulo de financiamiento. Carla Carrizo (UCR) también le marcó sus discrepancias con el sistema uninominal, que altera la composición en Diputados y la representación de las provincias por dos vías. El nuevo modelo implica dividir el territorio de cada provincia en tantas partes como bancas a elegir. Cada partido político presentaría un único candidato por cada circunscripción y en cada una de ellas se elegiría a un único representante por simple mayoría.
La de Francos no fue la única salida intempestiva en una jornada tensa. La subsecretaria Yanina Martínez (Turismo), una de las funcionarias de Fernández que continuó con Milei, también se retiró del salón después de que los diputados del kirchnerismo le recordaron su paso por la gestión del Frente de Todos. “Son siempre oficialismo, por el cargo. Esta es la casta. Que explique por qué aplicó el previaje”, le gritó la camporista Florencia Carignano, extitular de Migraciones.
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