Fuerte malestar en la Ciudad con el Gobierno por la falta de coordinación en el operativo de seguridad por la marcha piquetera
La administración de Larreta criticó a al gobierno nacional por la falta de controles en los accesos a la Capital durante la protesta
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La multitudinaria movilización piquetera provocó este jueves un caos en la ciudad de Buenos Aires y avivó la tensión entre el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y la Casa Rosada por las diferencias entre ambas jurisdicciones para coordinar un operativo de seguridad.
La doble marcha de protesta de organizaciones sociales afines al Frente de Todos y de agrupaciones de izquierda generó una enorme congestión de tránsito en la Plaza de Mayo y la zona del Congreso -con interrupciones intermitentes en la circulación del Metrobus de la avenida 9 de Julio-, durante toda la jornada.
En la sede de Uspallata mascullaron bronca por la actitud que adoptó la administración de Fernández frente a la movilización. Es que pese al reclamo público que había hecho Rodríguez Larreta a la Casa Rosada en la antesala de la jornada de protesta para que las fuerzas federales y la policía bonaerense colaboren con el control de los puentes de acceso a la ciudad, las estaciones centrales de trenes, como Constitución, y la avenida 9 de Julio, la Casa Rosada tomó distancia del operativo: “El gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires no controlaron nada y dejaron que ingresen”, se quejaron fuentes porteñas. Apuntaron, sobre todo, contra el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y su par bonaerense Sergio Berni, quienes ayer se cruzaron en las redes sociales por la reelección de Alberto Fernández. El gobierno nacional había anticipado antes de la marcha que no respondería a la demanda de Larreta para impedir el ingreso de los piqueteros al territorio porteño.
“Los porteños vuelven a ser víctimas de una disputa que les es totalmente ajena, porque las organizaciones sociales eligen manifestarse contra el gobierno nacional en un lugar estratégico que hace colapsar la circulación en el centro. ¿Qué culpa tienen los porteños de la pelea entre el kirchnerismo y los piqueteros?”, señalaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Ciudad.
En la Ciudad buscaron mostrarse como la contracara de la gestión del Frente de Todos: destacaron que Larreta “se hizo cargo de la seguridad” de los porteños. En ese sentido, funcionarios porteños se mostraron satisfechos porque “no se registraron hechos de violencia” durante toda la jornada pese al caos vehicular por la multitudinaria movilización. Pero en el gabinete de Larreta respiraron aliviados recién a las 18, cuando los referentes sociales definieron en una asamblea que no acamparían para aguardar una respuesta del gobierno de Fernández a sus reclamos por más planes y empleo. Un acampe piquetero en pleno centro hubiera obligado a la Policía de la Ciudad a confrontar con los manifestantes para despejar la zona. “Si ellos desplegaban carpas, íbamos a tener que entrar”, aseguró uno de los colaboradores de Larreta. En Parque Patricios repiten que la problemática social “no se soluciona con la policía, sino con decisión política”.
Además, indicaron desde la Ciudad, los piqueteros “cumplieron” con mantener liberada la circulación en tres carriles de la avenida Entre Ríos -al mediodía, en el momento más álgido de la protesta, ocuparon toda la calzada-. También las calles Lima y Bernardo de Irigoyen, paralelas a la avenida 9 de Julio, y el Metrobus, pese a que hubo cortes discontinuos en ese carril cuando avanzaban los manifestantes. “Los colectivos no cambiaron el recorrido”, argumentaron en el gobierno porteño.
El Ejecutivo nacional tuvo una mirada contemplativa sobre la multitudinaria protesta de la Unidad Piquetera, que se concentró en la Plaza de Mayo, y de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que desembocó en el Congreso. De hecho, el Presidente recibió anteayer en su despacho de Balcarce 50 a una delegación de piqueteros oficialistas. En el gobierno porteño comentaron con asombro que Fernández no haya intentado desactivar las medidas de fuerza en ese encuentro. “Es un delirio: el Presidente no solo no buscó desarticular la marcha, sino que prácticamente la bendijo”, bramó un ministro de Larreta.
En la cartera que conduce Marcelo D’Alessandro sostuvieron que la mayoría de los integrantes de las organizaciones piqueteras y agrupaciones de izquierda ingresaron a la Capital desde “distintos puntos del conurbano”. “La mayoría de los accesos a la Ciudad son jurisdicción de las fuerzas federales y como en las últimas movilizaciones piqueteras cruzaron desde la provincia sin que nadie los pare”, afirmaron.
Con el objetivo de ordenar la protesta y evitar incidentes, D’Alessandro había activado una mesa de diálogo con los líderes de los movimientos sociales y agrupaciones de izquierda que marcharon en la Capital.
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