Fuerte discusión en Pro por el apoyo a la suba de retenciones, el artículo clave de la ley ómnibus en el que Milei no cede
Si bien acompañará en disidencia el dictamen del oficialismo, el bloque que conduce Ritondo no tiene una postura unificada respecto de la propuesta del Gobierno sobre los derechos a la exportación para el sector agropecuario
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La decisión del presidente Javier Milei de preservar el núcleo central del capítulo de retenciones en la ley ómnibus desató una fuerte discusión en Pro, el socio más estrecho de La Libertad Avanza en el Congreso. “Queremos ayudar, pero no están los votos”, advierten en el bloque que conduce Cristian Ritondo, que se encamina a firmar un dictamen en disidencia con el oficialismo.
A esa jugada se sumarían un sector de la UCR y Hacemos Coalición Federal, después de que los gobernadores de Juntos por el Cambio llegaran esta tarde a un principio de acuerdo con la Casa Rosada. En principio, acompañarán la ley en ómnibus en general, pero rechazarán el artículo de retenciones. El oficialismo, en caso de que logre llevar el debate al recinto pasado mañana, tendrá 36 horas para negociar y evitar que le tumben ese capítulo en el recinto.
Si bien el Presidente accedió a introducir modificaciones respecto de la redacción original del megaproyecto y cedió al disponer la eliminación del gravamen para las economías regionales, mantuvo los incrementos en los derechos a la exportación para la producción agroganadera, el sector industrial o la pesca.
Esa propuesta fue rechazada por gobernadores aliados a la Casa Rosada, como Maximiliano Pullaro, Rogelio Frigerio y Martín Llaryora, y puso en pie de guerra a referentes de la UCR y Hacemos Coalición Federal en provincias como Córdoba y Santa Fe. Pero en Pro, el bloque que más voluntad muestra de convalidar las reformas de Milei, también se desató un tenso conflicto, ya que un grupo de diputados anticiparon en la última reunión de la bancada que no están dispuestos a levantar la mano en el recinto para aprobar las subas en las alícuotas y reclaman que el Gobierno revea su postura o haga un gesto para hacer más “digerible” los aumentos. Es decir, sugieren que diseñe un calendario y prometa que bajará las retenciones a partir de 2025 o que considere eliminar el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego para cumplir sus objetivos fiscales.
En la contrapropuesta que les hizo a los aliados, Milei eliminó las retenciones para las economías regionales, pero las mantuvo para las exportaciones industriales, la pesca y la producción de malta, que tributarán el 15% de derechos de exportación. Tampoco cedió en la suba de la alícuota del 31 al 33% para los subproductos de la soja y el incremento del 12 al 15% en las retenciones para trigo y maíz.
La oferta dividió las aguas en el bloque de Pro. Representantes de Santa Fe, una de las provincias más afectadas por las subas de las retenciones agropecuarias que dispone Milei en el texto de la ley de bases, se pusieron al frente de la resistencia. De hecho, el economista Luciano Laspina expuso su rechazo a la medida ante sus compañeros de bloque. Hoy pidió que Milei recorte más el gasto político, de la “superestructura” y de las “burocracias” -consideró que el Gobierno fue “tímido”- antes de recaudar con subas de impuestos. “No es lo que esperábamos cuando apoyamos a Milei en la segunda vuelta”, sostuvo antes de ingresar al Congreso. A Laspina se sumaron Gabriel Chumpitaz, un dirigente cercano a Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe y uno de los más irritados por la falta de respuestas del Gobierno; Alejandro Bongiovanni, referente de la Fundación Libertad y Progreso; José Núñez, un “halcón” de Pro, y Verónica Razzini, quien compitió en la lista del larretismo en 2023. También se oponen emisarios de Córdoba, La Pampa, como Martín Maquieyra, o Buenos Aires, entre otros.
En cambio, los bullrichistas lucen dispuestos a “acompañar al Gobierno”, sobre todo, después de que accediera a prescindir de la reforma electoral y reformular el capítulo de las jubilaciones. En ese grupo hacen hincapié en que no les agrada acompañar la suba de un impuesto regresivo, pero recuerdan que el país atraviesa una “emergencia” y tienen una mirada concesiva respecto de las dificultades fiscales que enfrenta Milei.
Mientras hace malabares para preservar la cohesión interna y ayudar al oficialismo para evitar un traspié en la primera batalla legislativa de Milei, Ritondo recibió hoy a Pullaro, quien le trasladó su inquietud por el impacto de la suba de retenciones, la “vaca sagrada” en el distrito. En la cumbre el jefe de bloque reconoció que lidia con diferentes posturas en el seno de Pro.
De hecho, en la bancada macrista también advierten que el artículo vinculado a la pesca provocará disidencias. Hay diputados que también objetan la nueva redacción del apartado de privatizaciones e, incluso, de jubilaciones. Y ya hay reparos por la votación de la restitución de Ganancias: deslizan que Milei deberá ir a buscar los votos entre los gobernadores del PJ o en la bancada de UP, que aprobaron la reforma de Sergio Massa.
“Más de la mitad del bloque de Pro no lo va a votar las retenciones”, advierte uno de los diputados macristas que levantaron la voz en la negociación interna. El hecho de que la UCR, que lidera Rodrigo De Loredo, y Hacemos Coalición Federal hayan anticipado que no votarán el nuevo esquema de retenciones estimula el deseo de Pro de desmarcarse del oficialismo y presionar por cambios en ese artículo. Es que, según los cálculos que hacen los estrategas de la bancada de Ritondo, la conducción de LLA no tiene los votos para aprobar en el recinto ese apartado, salvo que consiga armar un colchón de apoyos entre los gobernadores del PJ o habilite una negociación en las horas previas a la sesión.
Quienes hablaron con Guillermo Francos, ministro del Interior, lo notaron optimista respecto de que un sector del peronismo no kirchnerista acompañe al oficialismo en la votación de la ley ómnibus. También deslizó en la intimidad que confía en la figura de Miguel Pichetto para sumar voluntades y construir una mayoría a la hora de votar en el recinto. Menos confía en persuadir a las espadas de Elisa Carrió. De hecho, la Coalición Cívica planea firmar hoy un dictamen propio porque no avalan los cambios en jubilaciones ni la delegación de facultades y declaración de emergencias ni comparten la decisión de “entregar” el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y mantener las retenciones.
Por lo pronto, el firme rechazo de Llaryora o de la bancada radical y del espacio de Pichetto a la suba de las retenciones los puso a los dirigentes de Pro del interior frente a una encerrona. Si votan a favor de las subas, podrían pagar un costo político en sus distritos. Otros aseguran que no pueden respaldar un aumento de la presión impositiva y que la propuesta del Gobierno es “inadmisible”. Se quejan de que las subas se aplicaron sin un criterio claro y exigen que la Casa Rosada incluya en el texto un compromiso de que los incrementos serán temporales. Además, anticipan que representantes de Pro en el Senado, como Alfredo De Angeli (Entre Ríos), tampoco avalarán ese capítulo, que es estratégico para el andamiaje fiscal que diseñó Luis “Toto” Caputo, ministro de Economía.
“Algo que acaso ayudaría a digerir la indeseable suba de impuesto a exportación sería que el Gobierno establezca un cuadro de retenciones para 2024, 2025, 2026 y 2027 donde, más allá de este año, en lo global se vea una efectiva baja”, planteó Bongiovanni, uno de los diputados de Pro que rechaza las subas, en la red social “X”.
Cuando parecía que la negociación del Gobierno con la oposición dialoguista pendía de un hilo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, Santiago Caputo y Francos recibieron esta mañana en Buenos Aires a Frigerio, quien asistió en representación de los gobernadores de JxC, para explorar un acuerdo y evitar que el kirchnerismo se quede con un dictamen de mayoría en rechazo de la ley en el plenario de comisiones. Esa cumbre se gestó durante la madrugada.
Si bien Frigerio no logró que el Gobierno reviera el capítulo de retenciones, Milei hizo concesiones en seis de los siete reclamos que presentaron anoche, en un Zoom con Francos, los mandatarios de JxC. Según hicieron trascender los gobernadores, el Ejecutivo nacional aceptó la idea de que el blanqueo sea coparticipable; eliminar la eliminación del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR).
Además, se comprometió a incluir en el dictamen la promesa de que acatará la sentencia de la Corte a favor de la Ciudad por los fondos de coparticipación; y modificará el artículo vinculado a la liquidación del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la Anses. El traspaso al Tesoro “se haría compensando las deudas de las provincias con el FGS y garantizando los flujos que permitan hacer frente a las compensaciones anuales por las cajas jubilatorias no transferidas de las provincias que aún no lo hicieron, entre las que se encuentran Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe”.
De esta forma, el Gobierno se encamina a destrabar las tratativas para lograr un dictamen mayoritario. Es que, al conceder las últimas modificaciones ante la presión de los gobernadores de JxC, podría sumar adhesiones en la UCR y el bloque de Pichetto. “Primó un entendimiento. Si no, mañana el Gobierno perdía dos a cero: rechazo del kirchnerismo a la ley y paro de la CGT”, señala un referente de Pro.
Mientras tanto, Mauricio Macri supervisa las negociaciones desde Cumelén. En los últimos días retomó la actividad política cuando recibió a una comitiva de legisladores de Río Negro, que encabezó Juan Martín. Habló de apoyar al gobierno de Milei en “todo lo que se pueda” y no rechazó la idea de confluir con los libertarios en 2025. Los representantes de Pro le trasladaron su inquietud por la pelea con Bullrich por el control del partido. El expresidente admitió que hace tiempo no habla con la ministra de Milei. “Mauricio no asoma la cabeza, porque está mirando cómo evoluciona el gobierno. Mientras tanto, se ocupa de arreglar la interna de Pro”, grafica un exministro de Cambiemos. Confiada, Bullrich recluta soldados y se alista para desafiarlo.
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