Coronavirus en la Argentina: el peronismo porteño, sin liderazgo claro y con matices
El tono conciliador que utiliza Alberto Fernández con Horacio Rodríguez Larreta tiene su correlato en la Legislatura de la Ciudad. El bloque del Frente de Todos respalda la alianza estratégica entre el Presidente y el jefe de gobierno para lidiar con el coronavirus, pese a las fricciones que genera el posicionamiento frente al Pro entre los alfiles de Mariano Recalde (La Cámpora), Víctor Santa María (PJ Capital) y Juan Manuel Olmos (NEP).
Sin un liderazgo claro en el distrito, la principal coalición opositora se despliega entre los polos del kirchnerismo duro y del albertismo.
Apenas asumió la presidencia, Fernández lanzó una ofensiva contra Larreta. Primero, anunció el recorte del porcentaje de coparticipación de la Capital. Luego, anuló por decreto la cesión de bienes que había realizado Mauricio Macri a la Ciudad antes de despedirse de la Casa Rosada. Pero la llegada del coronavirus al país sacudió el tablero y enfrió la disputa. Ante la crisis sanitaria, el Presidente y el jefe de gobierno porteño exhibieron sintonía en la lucha contra el virus.
Frente al nuevo escenario, los referentes del Frente de Todos en la Ciudad respaldan el trabajo coordinado entre Fernández y Larreta. En el interior de la fuerza coinciden en la necesidad de mostrar una actitud "colaborativa" durante la emergencia. Sin embargo, existen "matices" a la hora de marcar los límites o las diferencias con el larretismo.
"Fue materia de discusión y acordamos una postura que nos parece la más razonable en este contexto, aunque no sea la más beneficiosa en términos políticos o de instalación de un personaje o varios", señala María Rosa Muiños, vicepresidenta de la Legislatura y una de las jefas de la bancada opositora. "Hay diferentes estrategias y visiones [en la coalición], pero no hay oportunismo político", remarca.
Desde que comenzó la cuarentena, un sector del kirchnerismo pretende endurecer las críticas a Larreta, mientras que los albertistas intentan moderar las posturas. "No dejamos de hacer oposición porque hay un virus, pero entendemos que no es un momento para tirar piedras y tratamos de ayudar. Somos casi unas carmelitas descalzas", reconoce un alfil del sector más moderado del espacio. Quienes frecuentan al Presidente en Olivos aseguran que no pidió "suavizar" las críticas a Larreta.
En abril, la bancada que conduce Claudio Ferreño, integrante del círculo de confianza del Presidente, envió una clara señal de apoyo a Larreta ante la crisis que desató el virus: acompañó con sus votos el endeudamiento por US$ 150 millones de dólares que solicitó el Ejecutivo para afrontar la pandemia. Tuvieron en cuenta, argumentan, el impacto en las arcas porteñas de la emergencia.
Pero el escándalo por la compra de barbijos con sobreprecios, la falta de agua en la Villa 31 o las derivaciones de la causa contra el macrismo por supuesto espionaje ilegal empujaron al bloque a mostrar un perfil más combativo. Además, el Frente de Todos rechazó con duras críticas la ley de emergencia económica, que le dio amplias atribuciones a Larreta hasta fin de año.
Si bien hay diálogo con los ministros y funcionarios, varios legisladores del bloque se sienten "ignorados" por Larreta. "Su forma de operar no contribuye a suavizar las opiniones. No tienen la visión de incluirnos, ni siquiera para el diagnóstico", se queja un integrante de la fuerza.
En materia sanitaria existe una "coordinación inédita" con el oficialismo, reconocen desde el bloque. Destacan, sobre todo, el despliegue del programa Detectar en las villas porteñas. Sin embargo, piden que Larreta tenga un rol más activo en las zonas vulnerables de la Capital y consideran que las medidas económicas que anunció para aliviar a los sectores más afectados por la pandemia, como los comerciantes o las pymes, son insuficientes.
Sin un liderazgo claro
Con el pase de Recalde al Senado o las designaciones de Matías Lammens como ministro de Turismo y Deportes y de Carlos Tomada como embajador en México, la coalición se quedó sin un dirigente de peso en el distrito o una voz resonante en los medios. Además, el jefe de la bancada del Frente de Todos, Claudio Ferreño, cultiva un bajo perfil. Prefiere los movimientos subterráneos y no está interesado en salir a la superficie, un estilo que comparte con Olmos y Santa María, armadores del peronismo porteño.
En el kirchnerismo destacan el estilo verborrágico del legislador Leandro Santoro, "asesor ad honorem" de Fernández. Consideran que tiene "buena llegada" a los votantes de la fuerza, pero reconocen que sus intervenciones mediáticas suelen estar ligadas a los temas nacionales.
La ausencia de un líder claro le quita visibilidad a la oposición a Larreta, admiten en reserva varios legisladores del bloque. "Hoy no nos perjudica, pero esto se va a ver en la pospandemia", concede un referente de la fuerza.
Desde que asumió, Ferreño tiene la delicada tarea de mantener la unidad del bloque. No le tocó una misión sencilla: el frente está conformado por representantes de distintas tribus, desde La Cámpora y el peronismo hasta progresistas y movimientos sociales. Para conservar la cohesión, el bloque funciona como un órgano "colegiado". "Todo se discute y se vota", comenta un legislador.
Ferreño también es el nexo con el Presidente y los ministros nacionales y el principal interlocutor con el oficialismo porteño, sobre todo con el vicejefe Diego Santilli y el vicepresidente primero de la Legislatura, Agustín Forchieri.
Sus pares lo ven como "un equilibrista", una figura con consenso por su cercanía a Fernández que permite mantener la unidad de la coalición. El jefe del bloque de FDT pretende visibilizar una oposición "real" a Larreta, sin confrontar, y busca que la Ciudad vuelva a ser la caja de resonancia de la política nacional. "Una oposición propositiva y constructiva", resumen cerca de Ferreño.
Recalde y Lammens fueron absorbidos por la agenda nacional, pero buscan mostrarse activos en el distrito. El jefe de La Cámpora en la Capital mantiene contacto permanente con sus terminales en la Legislatura y las comunas -el camporista Ignacio Álvarez preside la junta comunal 4-. Y suele lanzar dardos a la gestión de Pro a través de las redes sociales.
Mientras lidia con las urgencias del sector turístico por el virus, Lammens trabaja para brindar asistencia a los clubes de barrio de la Ciudad. Como Recalde, criticó a Larreta frente a los micrófonos por la estampida de runners en Palermo.
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