Freddy Lijo: “Todos los abogados somos operadores judiciales”
El hermano del juez Ariel Lijo, quien fue postulado por Javier Milei para la Corte Suprema, responde a las acusaciones por sus negocios
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El crecimiento patrimonial y los nexos con el poder que ostentó durante años Alfredo “Freddy” Lijo lo ubicaron en el centro de la controversia en torno a la candidatura de su hermano, el juez Ariel Lijo, para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia. Lejos de negar su papel como operador judicial, Fredy Lijo se jacta de serlo y lo naturaliza. Consultado por LA NACION sobre su actividad y su identificación como operador judicial, el hermano del juez responde: “A ver, todos los abogados somos operadores judiciales. Asesoro a muchas empresas”.
“Por secreto profesional no quiero decir quiénes son mis clientes”, puntualizó, en referencia a un listado que puede volverse determinante si su hermano se transforma en miembro de la Corte Suprema de Justicia.
El operador judicial asegura que desarrolla la actividad como abogado “desde otro lugar”, con un “asesoramiento más elaborado”.
Alfredo Lijo compartió vínculos societarios con personas ligadas a la política, sobre todo al sector energético y que operaba Julio De Vido, exministro de Planificación kirchnerista. En la firma Finaig Consultores estuvo asociado a Silvana Stochetti, expareja de Claudio Uberti, quien durante los gobiernos kirchneristas estuvo a cargo del Occovi y a quien se le atribuyeron relaciones diplomáticas paralelas con Venezuela.
Con pasado en varias empresas energéticas que operaban bajo la órbita del exministerio de Planificación Federal, Stochetti fue socia minoritaria de Alfredo Lijo, mientras que Uberti enfrentaba en la justicia las acusaciones por el caso de la valija de Antonini Wilson. Actualmente, Finaig Consultores tiene, según el registro societario al que accedió LA NACION, a Federico Ariel Bonachi y Sillvana Díaz Padro designados como director y presidente, respectivamente.
Si bien Alfredo Lijo ya no figura en los registros societarios a los que accedió LA NACION, ante la consulta de sobre quiénes trabajan con él, Lijo respondió el jueves pasado que Bonachi es uno de sus abogados apoderados.
Finaig es apenas una de las empresas con las que operó el hermano del juez. También fue titular de Caledonia Seguros, junto a un grupo de socios también vinculados a José María Olazagasti, como Ernesto Chalabe y Fernando Dapero, y a un funcionario del exministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, Marcelo Rochetti. Esa firma emitió cédulas azules de autos que manejaban los hermanos Lijo. Dapero y Freddy Lijo fueron socios en Caledonia. Esa firma fue inhibida hace tan solo una semana mediante una resolución de la Superintendencia de Seguros de la Nación. Se le prohibió operar y los bienes de la firma fueron inhibidos. Pero la medida duró tan solo unas horas, y el Gobierno levantó la inhibición y la prohibición.
Dapero fue investigado en el fuero penal económico por lavado de dinero.
Todos esos vínculos y negocios fueron denunciados por Elisa Carrió en 2018 en una causa que, tal como informó LA NACION, fue cerrada sin abordar en profundidad la trama de nexos y actividades en común. Al respecto del objeto de esa vieja causa judicial en la que fue sobreseído, donde se lo señalaba como el jefe de una asociación ilícita que traficaba influencias en Comodoro Py, Alfredo Lijo dijo: “La causa se cerró después de ser instruida y después de muchos oficios que se pidieron. Fueron tiempos muy convulsionados, con notas, artículos, denuncias. Yo soy abogado de toda la vida y empresario”, agregó.
Otro de los grandes hechos que dejaron a los hermanos Lijo bajo la lupa, en este caso, del Consejo de la Magistratura, fue su presencia y actividad en el haras “La Generación”. Ese negocio fue el centro de la investigación que se inició en el Consejo, en la que se indagó sobre el patrimonio del juez y sobre el llamativo nivel de vida de su hermano. La exesposa de Alfredo Lijo lo comprometió en el manejo de dinero de su hermano juez. Sin embargo, el juez Lijo no informó ninguna propiedad ni inversión inmobiliaria en Dolores en sus declaraciones juradas. Tampoco informó caballos entre sus bienes desde que asumió como juez, en 2004. Y antes de que el hermano del juez fuera citado para declarar en el Consejo de la Magistratura, el órgano que selecciona y sanciona a los jueces desestimó la acusación.
Sobre la relación de su hermano Ariel con el mundo del stud, Alfredo Lijo respondió a LA NACION: “Ariel no tiene relación con los caballos, a él le gustan los canarios”. Igual que al exministro Julio De Vido, aunque en su caso prefiere las palomas.
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