Francisco Paoltroni, el senador rebelde que desafía a Caputo por la designación de Lijo: “Es el máximo responsable; su cabeza tiene que rodar”
Pese a que el Presidente ratificó el respaldo a su asesor y apuntó contra sus críticos, el senador nacional le pide que lo corra y retire el pliego del cuestionado juez para no afectar la calidad institucional; dice que no se irá del bloque de LLA
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El senador nacional Francisco Paoltroni se transformó en una voz rebelde en La Libertad Avanza (LLA). No solo es un férreo opositor a la llegada del controvertido juez Ariel Lijo a la Corte Suprema, sino que también en las últimas horas se animó a desafiar en público a Santiago Caputo, el influyente asesor presidencial. Lo acusa de ser el autor intelectual de la decisión de promover a Lijo, una jugada que, advierte, podría erosionar la seguridad jurídica del país y “dañar” la imagen del Presidente.
“El máximo responsable es Santiago Caputo; es la cabeza que tiene que rodar”, espeta Paoltroni, un productor agrario que nació en Buenos Aires, pero se afincó hace más de una década en Formosa, bastión del caudillo del PJ Gildo Insfrán, para dedicarse al negocio ganadero.
Pese a que Milei ratificó } su apoyo a Caputo y arremetió contra sus críticos -”es gente que no entiende nada”-, Paoltroni profundiza su ofensiva pública contra el consejero presidencial. De hecho, le pide a Milei que retire el pliego de Lijo para salvaguardar la calidad institucional y desplace de su mesa chica a Caputo. “En algún momento Milei lo va a tener que mandar a los cuarteles de invierno. Ya va a decantar”, dice Paoltroni, quien organizó este lunes en el Senado un encuentro de juristas y referentes de ONGs, quienes alertaron sobre las falencias morales y profesionales de Lijo para llegar a la Corte.
Ante la consulta de LA NACION, el senador formoseño asegura que no contempla la idea de renunciar a su banca o abandonar el bloque oficialista en la Cámara alta, pese a que intuye que está destinado a ser marginado del universo libertario. Por ahora mantiene su cruzada en la soledad. “Yo no cambio las ideas. ¿Por qué me voy a ir del bloque si fui votado por la ciudadanía bajo un contrato y yo estoy absolutamente dentro de ese contrato? En todo caso, que se vayan los otros”, se defiende el empresario.
A pesar de que Milei envía señales nítidas de que mantendrá su cobertura a Caputo, quien también fue un blanco de los dardos filosos de Mauricio Macri, jefe de Pro, Paoltroni evita cuestionar al Presidente. “A Milei lo han convencido de que Lijo servía para algo. Esta es la responsabilidad de este personaje [por Caputo]”, señala.
A diferencia de otros integrantes de LLA que también tuvieron roces con el exconsultor, como Sandra Pettovello o Nicolás Posse, el senador se atrevió a exteriorizar sus diferencias con Caputo, asesor todoterreno de Milei. Incluso sospecha que el consejero del Presidente orquestó los ataques que recibió de usuarios de la red social X que están estrechamente ligados al universo libertario. Y lo acusa de actuar como un “cobarde” por utilizar cuentas anónimas para ordenar el relato libertario. “Son las viejas prácticas. Caputo está haciendo kirchnerismo. Y al kirchnerismo lo queremos dejar atrás”, repite Paoltroni. No oculta su “decepción”, pero insiste en que no se irá de LLA. “Yo vine a cambiar la historia de Formosa y he contribuido a cambiar la historia del país”, afirma.
Su última conversación con Caputo no transcurrió en los mejores términos. “Me dijo que votara como quiera, pero que me calle la boca”, relata Paoltroni. Si bien concuerda con el diagnóstico del expresidente Macri sobre el funcionamiento del Gobierno, el entorno de Milei o los riesgos de promover a Lijo, Paoltroni no imagina un eventual acercamiento a Pro. “Macri carece de legitimidad”, desliza.
Antes de diera el salto a la política en Formosa, Paoltroni se dedicaba a la actividad privada y pasaba sus días en los remates de hacienda, una tarea que le permitió conocer distintos puntos del distrito formoseño. Desde que llegó al Congreso, el empresario ganadero sueña con desbancar a Insfrán. Está claro que Lijo es un asunto crucial para cualquier dirigente que pretenda seducir al electorado opositor en Formosa, ya que el juez benefició a Insfrán en una causa conexa al caso Ciccone. “Es un garante de la impunidad”, repite.
En las elecciones a gobernador de 2023 quedó tercero y cosechó casi el 10% de los votos con el partido Libertad, Trabajo y Progreso. Luego, se alió con Milei para convertirse en senador. Pero la relación con los armadores libertarios estuvo plagada de desencuentros desde que el líder de LLA triunfó en las urnas.
A nueve meses de la asunción del economista, Paoltroni se jacta de “ser el mejor defensor de las ideas de la libertad” y no dura en resaltar las contradicciones del relato oficialista. “Los ciudadanos votaron por una Argentina distinta. ¿Venimos a reemplazar el modelo económico y dejar intacto el sistema de la casta? Eso no es lo que decía el contrato [con el electorado]”, puntualiza. Y abunda: “Veníamos a traer una justicia libre e independiente, con jueces intachables”. Es que presume que detrás de la apuesta por Lijo hubo un pacto con el kirchnerismo. “Es el juez que todos necesitan”, comenta.
Paoltroni dice que no le inquietan la posibilidad de sufrir más represalias por explicitar sus disidencias con el círculo de confianza del Presidente. Por caso, hace un puñado de semanas fue marginado de la discusión por el control del sello de LLA en su provincia, donde Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem apostaron por el diputado oficialista Gerardo González, un exempleado del gobierno de Insfrán. “Le están dando el sello a los kirchneristas más tramposos y delincuentes”, asegura.
Además, denuncia que lo amenazaron con revisar nombramientos en puestos de la Anses y la AFIP en su provincia. “Apretaron con los cargos nacionales. Se ve que eso siempre le ha dado resultados. Los senadores o diputados arrugan frente a cualquier apretada”, indica.
El vínculo entre Paoltroni y los colaboradores más estrechos de Milei se desgastó desde el amanecer de la gestión libertaria, antes de que el Presidente propusiera las nombres de Lijo y Manuel García Mansilla para ocupar las vacantes en la Corte. En la previa de la toma de posesión, Paoltroni había sido confirmado como el eventual presidente provisional del Senado. Pero esa chance se frustró antes de que Milei pusiera un pie en la Casa Rosada. Aquel cortocircuito lo enfrentó a la vicepresidente Victoria Villarruel, quien finalmente apostó por Bartolomé Abdala.
En aquel momento, Paoltroni no sabía con claridad quién había sido el responsable de que no llegara a ese puesto. Pero ahora no duda en apuntar contra Caputo. “Lo que tendría que ocurrir es que se retire el pliego de Lijo, que le corten la cabeza a Caputo y ya está”, afirma.