Forcejeos con la policía en una nueva marcha de los despedidos de PepsiCo
Se registraron algunos choques en las puertas del Congreso
Un nuevo capítulo del tema PepsiCo se escribió ayer durante toda la mañana, cuando más de un millar de trabajadores despedidos, acompañados por partidos de izquierda y organizaciones sociales, se movilizaron para pedir por su reincorporación. La marcha, que fue del Obelisco al Congreso, concluyó con un leve enfrentamiento con la policía.
A partir de las 7.30, una columna encabezada por los 51 despedidos que piden ser reincorporados comenzó a formarse en la plaza del Obelisco. La convocatoria se nutrió con organizaciones sociales y representantes de la izquierda, incluyendo varios diputados y legisladores. Una hora y media después ya estaban apostados sobre las avenidas Corrientes y 9 de Julio, impidiendo totalmente el tránsito y la circulación del Metrobus.
Si bien en ese momento llegó una orden de desalojo, los efectivos que custodiaban el lugar eligieron no accionar. Según contaron a LA NACION fuentes del operativo, "no había canal de diálogo abierto para que liberen el Metrobus".
El enfrentamiento se produjo hacia el mediodía, cuando los manifestantes llegaron hasta el Congreso y un cordón policial de no más de 20 efectivos les impedía el avance.
La primera línea de trabajadores comenzó a empujar a la policía, que respondió con chorros de gas pimienta y algunos palazos. Eventualmente, los trabajadores pudieron continuar su marcha cuando la policía se replegó.
El desenlace dejó en evidencia que, a pesar de los forcejeos, el Gobierno evitó desalojar a los manifestantes y generar escenas de represión similares a las que se registraron en Vicente López, cuando se desalojó la planta.
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