Florencia Kirchner compartió intimidades de la relación con su madre y sus preocupaciones
Dos meses y medio después de su regreso al país,Florencia Kirchner dio una larga entrevista en radio en la que habló la relación con sus padres, Néstor y Cristina Kirchner, y describió en tono intimista sus preocupaciones sociales, personales y profesionales.
En una charla de 40 minutos con el periodista Franco Torchia, en radio La Once Diez, se refirió a la muerte de su padre, en octubre de 2010. "La última imagen que tengo de mi papá es algo que no me puedo sacar de la cabeza. Me produce desesperación", dijo. Rememoró que ocurrió en Nueva York, donde ella estaba estudiando. Sus padres (Cristina era presidenta de la Nación) habían viajado a la cumbre de las Naciones Unidas. "Es muy loco porque no me quedó en la cabeza el momento en el que me despedí, que fue a la tarde, sino que es una imagen de la noche anterior. Cuando yo me iba del hotel para ir hasta donde yo estaba viviendo, él me acompañó hasta abajo, hasta el auto que me iba a llevar. Y esa imagen de él ahí, gira, y gira, y gira constantemente".
Dijo que esa imagen la lleva "al llanto por momentos, a la desesperación". "Esa desesperación yo creo que era desesperación de los dos, y mía de pensar ‘cómo no le dije adiós’".
Florencia Kirchner volvió a fines de marzo a la Argentina después de haber pasado más de un año en Cuba en tratamiento médico. En el país sigue bajo acusación en las causas Hotesur y Los Sauces, en las que se investigan supuestas maniobras de lavado de dinero en las empresas hoteleras de la familia. No se refirió a esas cuestiones ni al rol político de su madre en la entrevista que concedió a Torchia.
Pero sí se explayó sobre la relación personal con Cristina Kirchner. Destacó especialmente el trato que tiene la vicepresidenta con su hija, Helena. "En cuanto a la maternidad es re metida. Tiene una adoración descomunal por Helena, y se mete en todo. Y si la reto, pobrecita". Contó que la niña "adora" a su abuela. "Hasta que yo me enfermé y ya no pudimos viajar, desde los 2 años que viaja con la abuela. Y no me extraña a mí ni al padre".
La hija de la vicepresidenta destacó su militancia feminista y recordó su compromiso con el movimiento Ni Una Menos. Consideró que hay "deudas" pendientes: "Por el momento que, entre otras cosas, el aborto no esté legalizado y que todavía no esté federalizada la ley de cupo laboral trans. Hay un enorme transodio del que tenemos que empezar a hablar". Recordó la "emoción" con que siguió desde Nueva York en 2010 la votación de la ley de matrimonio igualitario.
En un tramo más íntimo de la charla, habló de la enfermedad que la tuvo internada en La Habana. "Sigo cerrando muchas cosas. La relación con mi cuerpo es dramática. Por muchos motivos. Para empezar los últimos años mi cuerpo me jugó muy en contra. Empecé a tener una pelea con mi cuerpo, de no poder funcionar de golpe. Y por otra parte no estoy ajena a los mandatos, por más que después no haga nada por cumplirlos, hay una lucha por aceptar que soy así y siempre voy a ser así, el Patriarcado también me afecta", dijo.
Sobre su estado sentimental, aclaró que no está en pareja (está separada de Camilo Vaca Narvaja, el padre de su hija) y se describió como "solitaria". "Tiro palos en Instagram. Pero es complejo. No estoy en pareja, no soy muy de la pareja. Me vivo enamorando, pero no es que estoy con alguien por eso. Me ocurre que si me encuentro con una persona que me enamore y me provoque ganas de estar, lo hago, pero si no aparece prefiero estar sola. Y para nada me imagino conviviendo con una persona". Ante la pregunta de a quién mira, dijo: "Para mi ser hombre o mujer es una ficción política, miro a las personas. Me sucede que miro más hombres, es como que algo va más ahí. Pero sí he mirado mujeres y no voy a decir más".