"Firmenich era un informante del Ejército desde 1973"
Martin Edwin Andersen fue corresponsal del Washington Post en la Argentina durante los peores años de la dictadura, además de colaborar luego con el Congreso de los EE.UU. para apoyar la lucha por los derechos humanos. Tras su paso por la Argentina y con los contactos obtenidos escribió el libro "Dossier secreto", en el que describe cómo se construyó y se desarrolló lo que define como "el mito de la guerra sucia", en la que no hubo dos ejércitos luchando entre sí, pero sí varios traidores e informantes. Andersen compartió sus conocimientos sobre Montoneros ayer durante una conversación telefónica con LA NACION desde Washington
-¿Es posible que haya habido algún entregador en la contraofensiva de Montoneros, como sospecha el juez Bonadío?
-No tengo datos precisos sobre la segunda contraofensiva y la participación de Firmenich en ella, pero sí sé que de los tres que están bajo la lupa es Firmenich quien tiene antecedentes de haber colaborado antes con los militares. Se supone que si siguió como jefe montonero es muy probable, casi una certeza, que si hubo entrega de esa gente, Firmenich sea el culpable. Es más, si uno lee las declaraciones de gente como el poeta Juan Gelman o incluso Miguel Bonasso ahora, ambos dicen que la contraofensiva era muy disparatada y uno tiene que preguntarse entonces a qué jugaban, a qué fin apuntaban al lanzar semejante disparate.
-¿Qué define como "colaborador", a un doble agente, a un miembro de los servicios de inteligencia?
-Firmenich trabajaba como informante, que es la palabra que utilizó Sher (Robert, delegado del FBI en Buenos Aires en aquellos años) hablando conmigo. Firmenich, por lo menos desde 1973 era informante del coronel Alberto Valín, quien llegó a ser el jefe de inteligencia militar de la Argentina, y también era socio de la administración Reagan en América Central con los "contras". Además, y como consta en "Dossier Secreto", hice toda la argumentación circunstancial en contra de Firmenich y hablé con Sher al respecto. Me carteé con él y mantengo dos cartas, de las que puedo entregarle a Bonadío copias fieles, con su firma. Allí él insiste en que Firmenich era informante.
-¿Por qué Firmenich, según usted, llegó a ser informante?
-Por el viraje de los Montoneros en 1973 hacia la ultraizquierda. La gente tiene una óptica ahora... Mentalizaron mucho la propaganda militar, pero Montoneros no empezó como un grupo de corte izquierdista, sino como nacionalista católico que llegó a tener ciertas características de la izquierda porque alguna de su gente se entrenó en Cuba, pero no fue hasta que se fusionaron con las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) que llegó a ser lo que se identificó como la "guerrilla peronista-marxista". Si uno ve, además, todos los muertos que hubo en la cúpula (de Montoneros) tienden a ser muchos más los marxistas que los nacionalistas católicos como Firmenich y compañía.
- Que sobrevivieron...
-Sí. Firmenich sobrevivió a tres tandas de dirigencia montonera. La primera, la de los fundadores, la que estuvo en la década del 70 y también la que se fue al exilio. Es el único sobreviviente que quedó en la cúpula desde el principio de Montoneros.
-¿Eso tuvo repercusiones en la familia de Firmenich?
-La mujer de Firmenich fue detenida en julio de 1976, inmediatamente después de la voladura de Coordinación Federal. Sher dijo que la vio en la cárcel y que no fue torturada. Pudo dar a luz al hijo de Firmenich, ese bebe no fue sustraído y ella sale del país con pasaporte legalizado, con su hijo y con Galtieri (Leopoldo por entonces jefe del Ejército) presente, antes de Malvinas. Ahora, ¿cómo se explica eso? Además, el padre de Firmenich afirmó que ni él, ni su familia, nunca fueron molestados por el Proceso y que él siguió trabajando para el brigadier Cacciatore (Osvaldo, intendente porteño durante la dictadura).
-¿Entregaba información que podía derivar en la muerte o desaparición de montoneros?
-Sí, supongo que sí.
-Usted cita, como ejemplo, cómo ocurrió la muerte de...
-Mario Roberto Santucho, sí. Sher me dijo que él tenía entendido que Firmenich tenía que ver con su muerte. También hablé con uno de los cabecillas del ERP, Luis Martini, que en 1987 me dijo que no le cabía ninguna duda que fue por ese lado. Me dijo que tenía la certeza que la infiltración venía por parte de Montoneros y que Firmenich estaba detrás.
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