Final abierto en Chubut: Luque y Torres cerraron sus campañas con el foco puesto en Comodoro Rivadavia
Mientras que el candidato oficialista organizó una caminata por la zona norte de la ciudad, el aspirante de JxC encabezó un encuentro en un club de fútbol; un aliado de la oposición, clave para sumar electores
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TRELEW.- En un escenario todavía abierto, la elección a gobernador en Chubut de este fin de semana tiene dos favoritos: Juan Pablo Luque, aspirante del oficialismo aglutinado en el Frente Arriba Chubut, e Ignacio “Nacho” Torres, el candidato de unidad de Juntos por el Cambio (JxC). La importancia de estos comicios en la provincia patagónica no solo se da por ser la antesala electoral a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales, sino porque después de 20 años de hegemonía peronista, la oposición podría modificar su color político.
Los cierres de campaña de ambos candidatos fueron esta tarde en Comodoro Rivadavia, una ciudad clave en términos de volumen electoral y determinante para quien resulte ganador. Mientras que Luque organizó una caminata por la zona norte del municipio y apuntó a exponer su trabajo como intendente, Torres encabezó un encuentro con militantes y vecinos en el club de fútbol Santa Lucía y llamó a “terminar con la desidia”.
“Queremos replicar el trabajo que se hizo en Comodoro Rivadavia con un gran equipo de gente comprometida con la ciudad. Lo que tiene que hacer un funcionario público es trabajar y esforzarse para dejar la función pública cada día mejor”, dijo el candidato oficialista, un abogado de 43 años, que pretende dicotomizar con Torres, que es senador nacional, al mostrar su trayectoria política y de gestión. “Chubut no resiste especulaciones ni gente sin experiencia”, dijo en una entrevista con LA NACION.
Por su parte, el candidato de JxC hizo hincapié en las falencias del Estado provincial y municipal en el bastión electoral de su oponente. “Hoy vemos las dificultades que atraviesan las comunidades por la falta de presencia estatal. Eso se termina el 30 de julio: este domingo, vamos a dar vuelta la página de una vez por todas para cambiar la historia de Chubut después de 20 años de desidia”, prometió.
Mariano Arcioni, el actual gobernador que no aspira a reelegirse, es muy cercano al ministro de Economía y precandidato presidencial Sergio Massa y entrega una provincia con graves problemas financieros. Por eso, a pesar del pacto de unidad entre el Partido Justicialista y el Frente Renovador, Luque pretende distanciarse de la gestión provincial al señalar su cercanía con el exsenador nacional y principal rival de Arcioni en la elección de 2019. “No tenemos nada que ver con el gobierno provincial”, remarcó en diálogo con LA NACION.
A pesar del intento por despegarse de Arcioni, Luque tiene en sus listas a funcionario provinciales que hoy son parte de la gestión. Es el caso de su compañero de fórmula, Ricardo Sastre, actual vicegobernador de Chubut, o Vanesa Abril, subsecretaria de información pública y candidata en quinto lugar a diputada provincial por el Frente Arriba Chubut.
En el bando opositor, Torres, un licenciado en administración de 35 años, es apoyado a nivel nacional por los precandidatos presidenciales Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Llega con el viento a favor luego de ganar en abril las elecciones de Trelew de la mano de su postulante, Gerardo Merino, un veterinario sin experiencia previa en la función pública. Dos años antes, su lista se impuso en la elección de senadores nacionales, y se coronó como el legislador más jóven en esa Cámara. El senador nacional es un alfil del Pro que lleva como compañero de fórmula al dirigente radical Gustavo Menna, exdiputado nacional.
El caballito de batalla de Torres en esta campaña fue hablar de “sacar a la provincia de la desidia en la que está desde hace 20 años”. No menciona al peronismo: dentro de su espacio no solo hay intendentes y dirigentes que participaron del armado del PJ provincial, sino que promueve acuerdos estratégicos con sectores productivos históricamente aliados al oficialismo, como el que cerró con el sindicalista Jorge “Loma” Ávila, líder del gremio de petroleros privados de Chubut. Ávila quedó dentro del armado de JxC como cabeza de lista de diputados nacionales por la provincia. Su desembarco en el Congreso significará su despegue en la política partidaria, con la posibilidad de devolverle la centralidad al Golfo San Jorge en una agenda energética nacional que tiene el foco puesto en la cuenca neuquina Vaca Muerta.
La decisión de Ávila, que respaldó las campañas y gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, así como la de Alberto Fernández, tuvo un impacto en el oficialismo. Luque, en tanto, desestimó el viraje político del dirigente gremial: “Su peso es relativo”, sentenció.
El sindicalista actúa en tándem con Claudio Vidal, su par petrolero en Santa Cruz y actual diputado nacional por el partido Somos energía para renovar (SER), que en las elecciones del 2019 fue un aliado clave de la gobernadora Alicia Kirchner para retener el poder. Vidal coqueteó este año con sumarse al armado opositor provincial antes del cierre de listas, aunque esa posibilidad nunca se concretó. En medio de esas negociaciones, Rodríguez Larreta, que apunta a sumar personalidades de diferentes espacios políticos, publicó una foto junto al dirigente sin ningún comentario.
A poner bien arriba a #Chubut 💙
— Juan Pablo Luque (@luquejuanpablo) July 27, 2023
Este domingo vamos a reafirmar el trabajo que venimos haciendo en #Comodoro y vamos a demostrar que podemos poner bien arriba a nuestra provincia. ¡A reventar las urnas! 💪🏻#ArribaChubut pic.twitter.com/vGOTP7F5dp
Las claves de la elección
Para la batalla por la gobernación, Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn son las ciudades que mayor caudal electoral aportan. Allí el peronismo retiene el poder, aunque un batacazo de JxC es posible.
Luque es el actual intendente de Comodoro Rivadavia y es donde construyó su bastión de poder. Como su sucesor propone a Othar Macharashvili, actual viceintendente, que competirá contra la diputada nacional Ana Clara Romero, candidata de JxC. Si bien Romero corre con la desventaja de no tener como vidriera a la gestión municipal, es una de las figuras que mejor mide para disputarle el poder al peronismo local, apoyada por el gremialista Ávila, un aliado fundamental para ganar en la ciudad petrolera.
En Puerto Madryn, el intendente es mellizo del vicegobernador Ricardo Sastre, quien pretende reelegirse en el mismo rol junto a Luque. Gustavo, su hermano, aspira a retener el poder en la ciudad costera. La oposición, con Daniel Laudonio, busca obtener un buen resultado, aunque, según estimaciones de fuentes locales, es menos probable que el municipio cambie de manos. “Sastre está bien considerado a nivel local”, señalaron.
Escenario provincial
Otros candidatos que compiten por la gobernación son el exdiputado provincial y actual presidente del Movimiento Polo Social Chubut Oscar Carlos Petersen, del partido Generación para un Encuentro Nacional (GEN) de la diputada nacional Margarita Stolbizer. Va acompañado en la fórmula por Nancy Lobos. En el armado que acompaña el precandidato presidencial Javier Milei se encuentra César Treffinger, que encabeza la fórmula de la Alianza Por la Libertad Independiente Chubutense junto a Laura Mirantes. Por último, Emilse Saavedra, una militante del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), se anotó en la contienda por la gobernación por el Frente de Izquierda y de Trabajadores junto a Julieta Rusconi.
Arcioni está al frente de la provincia desde 2017, después de la muerte del dirigente peronista Mario Das Neves. Se reeligió en 2019 y, en esta ocasión, ocupará el segundo lugar en la lista nacional para el Parlasur de Unión por la Patria, después de la artista Teresa Parodi.
Chubut tiene 448.149 electores, 26.000 más que en 2021 y fue una de las provincias que más creció en términos porcentuales. Sin embargo, sobre el total del padrón electoral, representa el 1,34%, y su peso sigue siendo considerablemente menor frente otras jurisdicciones como Córdoba (8,66%) o Buenos Aires (37,04%). A pesar de esto, tiene un valor simbólico que los candidatos nacionales podrían utilizar de cara a las PASO.
Para llegar al ejecutivo, quien resulte ganador tendrá que sumar una mayoría simple de sufragios (aunque sea con un voto). Para el cargo de diputados provinciales, la lógica es la misma: la lista más votada se queda con 16 de las 27 bancas que están en juego y se llevará así la mayoría automática. El resto de los lugares se reparten por sistema D’Hont.
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