Fiesta en Olivos: Alerta en el Gobierno por la posibilidad de que Arroyo Salgado reclame la causa
Dicen que la jueza, exmujer del fallecido fiscal Alberto Nisman, no garantizaría “ecuanimidad” para resolver una causa que involucra al Gobierno; la noticia del cambio de juez llegó cuando el oficialismo intentaba cambiar la agenda, en la cuenta regresiva a las elecciones
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Mientras se desvanece la posibilidad de cerrar de forma exprés la causa por el festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez en Olivos –como esperaba Alberto Fernández– el devenir del expediente sumó otro factor de preocupación para la Casa Rosada. Es que el juez federal Sebastián Casanello se declaró incompetente y resolvió remitir el caso de Comodoro Py a los juzgados de San Isidro. En esa jurisdicción la jueza Sandra Arroyo Salgado ya tiene una denuncia por los mismos hechos.
El juzgado federal de turno en San Isidro hoy es el N°2, a cargo de Lino Mirabelli. Pero Arroyo Salgado tiene una denuncia previa y había solicitado tomar vista y analizar el contenido del expediente de Comodoro Py. De todos modos, aunque Casanello tomó la decisión, todavía no envió efectivamente el expediente a San Isidro: debe esperar a que ninguna de las partes (a las que ya notificó) rechace ese cambio de juzgado.
La posibilidad de que finalmente reclame el caso ya encendió una luz roja en Balcarce 50. “Arroyo Salgado no es garantía de ecuanimidad”, dijo a LA NACION un importante funcionario que trabaja cerca de Fernández. Aludió a que la magistrada, exmujer del fallecido fiscal Alberto Nisman, “no es imparcial”, ya que fue querellante en la causa por la muerte del extitular de la UFI AMIA y emitió públicamente durísimas críticas por el accionar del gobierno de Cristina Kirchner tras los hechos de enero de 2015 (dijo que la administración de la expresidenta “formó un grupo de tareas para desprestigiar el trabajo de un funcionario judicial”).
“Arroyo Salgado no puede ser la jueza de una causa de este tipo y podría ser recusada”, agregó el funcionario. Fernández no analizó aún con sus colaboradores el nuevo curso que tomó la causa por el cumpleaños en Olivos, según aseguraron en su entorno. Hoy, el jefe de Estado estuvo en Casa Rosada junto a un grupo de científicos y luego recibió en su despacho al director general para América Latina de Syngenta, Antonio Aracre. Pero había compartido estas apreciaciones sobre Arroyo Salgado días atrás, cuando la jueza requirió la investigación de Comodoro Py “ad effectum videndi” para evaluar si le correspondía entender en la causa.
De Casanello, en cambio, en Casa Rosada tienen una buena valoración. “Un tipo serio dentro de Comodoro Py es un hallazgo”, comentó un colaborador presidencial que conoce de cerca a los pasillos de los tribunales.
La muerte de Nisman es un tema sensible para el Presidente. Fernández dijo, antes de su reconciliación con Cristina, cuando fue entrevistado en 2017 para el documental “Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía”: “Hasta el día de hoy dudo que se haya suicidado”. Pero tras asumir la presidencia exhibió un giro y aseguró estar “convencido” que la muerte del fiscal “fue un suicidio”.
De todas formas, todavía restan varias instancias para definir qué juez se queda con la causa del Olivosgate. El fiscal del caso, Ramiro González, tiene aún la posibilidad de apelar la declaración de incompetencia que hizo Casanello y llevar el tema a la Cámara Federal, para tratar de evitar que la causa se vaya a San Isidro. Y si cambia de jurisdicción, debe definirse si la causa le corresponde a Mirabelli o a Arroyo Salgado.
Los tiempos
La cuestión de la competencia sobre la causa de Olivos extenderá los tiempos del trámite judicial y disminuirá la posibilidad de que Fernández pueda cerrar el caso antes de las PASO. El Presidente se presentó la semana pasada en la causa en la que está denunciado por haber violado la cuarentena y pidió oficiar como su propio abogado. Mediante un escrito, negó la existencia de un delito, pidió que la Justicia le ponga fin al proceso penal y ofreció donar al Instituto Malbrán la mitad de su sueldo durante cuatro meses como “reparación” al daño causado por su conducta.
El Gobierno esperaba correr el foco de la agenda en la cuenta regresiva a las elecciones primarias del domingo 12 de septiembre. Los ejes discursivos que quieren instalar en el tramo final de la campaña están en la reactivación económica, el plan de vacunación y en la confrontación con Mauricio Macri. “Que la gente no se olvide de dónde arrancamos, revalorizar los logros a pesar de la pandemia, exhibir la reactivación que nos muestran las cifras y hablar de futuro”, son los lemas que repiten como mantras en los pasillos de la sede de gobierno.
También en el campamento kirchnerista reclaman salir del Olivosgate y pasar rápidamente de página. “¿Para qué activaron la estrategia judicial?”, se preguntó un colaborador cercano a La Cámpora sobre la decisión de Fernández de presentarse espontáneamente en la causa. Cerca del jefe de Estado replican que él esta “convencido de su postura y no especula” y que por eso se presentó en la Justicia.
Al caso de Olivos se sumó otra mala noticia para el Gobierno en los tribunales, a raíz de la reapertura de la causa del vacunatorio vip. Había sido archivada por la jueza federal María Eugenia Capuchetti pero volvió a exhibir movimientos a partir de un fallo de la Cámara Federal que ordenó seguir investigando el caso.
“Era cantado que los camaristas iban a tener esa postura. Hay una justicia partidaria y Pro-activa”, comentó un importante funcionario en las últimas horas, en un juego de palabras.