Festejos de Pro entre música y baile hasta la madrugada
Sin Macri, dirigentes y funcionarios se reunieron en un local de la Costanera
"¡A ver! ¿Quién votó a Filmus de los que están acá?", gritaron Marcos Peña y María Eugenia Vidal desde el lugar reservado para el disc jockey. "¿Y a Tomada?", insistieron el secretario de Gobierno y la vicejefa porteña electa. "¡Nadie!", respondieron los centenares de jóvenes macristas apiñados, vestidos con remeras amarillas, globos en las manos y orejas de plástico mientras saltaban de felicidad.
Habían pasado algunos minutos de la medianoche de ayer y los principales dirigentes de Pro comenzaban, junto a militantes y funcionarios de la ciudad reunidos en un local bailable de la Costanera, la larga noche de festejos de la reelección de Mauricio Macri como jefe de gobierno porteño. Un festejo bien Pro: sin demasiadas agresiones a sus derrotados rivales del kirchnerismo, con mucho glamour y la tecnología al servicio de una celebración más que especial.
Poco después de las 23, y mientras Macri se iba junto a su esposa, Juliana Awada, a reunirse con amigos y jugar a las cartas, el resto de sus compañeros de ruta enfilaron para Pachá, cercano al aeroparque porteño y a Costa Salguero. Allí, el macrismo esperó los resultados el domingo por la noche. De a poco, los dirigentes de peso se sumaron a los jóvenes, que llegaron primero y comenzaron a degustar las bebidas del local, todos con una cinta celeste en sus muñecas. Los precios del lugar no eran módicos: la cerveza partía de $ 15 y se extendía a $ 600 la botella de vodka de primera calidad. Con el ya clásico "Arde la ciudad" de La Mancha de Rolando comenzó un periplo musical que continuó con reggaetón, el hit brasileño "Chora me liga", Shakira y el grupo Ráfaga. No hubo lugar para Fito Páez en la selección musical.
Ubicados entre el VIP y la pista principal, se movieron los ministros Guillermo Montenegro, Diego Santilli y Francisco Cabrera; el vocero de Macri, Iván Pavlosky; el secretario de Transporte, Guillermo Dietrich, y su par de Recursos Humanos, Andrés Ibarra; la diputada Paula Bertol; los legisladores porteños Fernando de Andreis y Martín Borrelli, y decenas de otros funcionarios.
En el medio de la pista había una pantalla circular que transmitía imágenes de la gestión de Macri.
Un momento especial llegó cuando el secretario de Medios, Miguel de Godoy, subió al estrado y pidió al DJ el hit "La bomba loca", de Gustavo Cordera. El pegadizo baile se convirtió en una fiesta de saltos y abrazos, mientras algunos demostraban sus dotes de bailarines. Bertol se destacó.
"Esta fiesta está tan buena que los peces se suben a los botes", se exaltó un funcionario porteño al visualizar las beldades femeninas presentes, lejos de la presencia de su esposa. El comentario motivó risas en el círculo íntimo de Macri, aunque nadie se animó a delatar a su autor.
Los saltos y las rondas de abrazos se extendieron hasta pasadas las 3. Montenegro (de llamativa remera blanca) y Santilli fueron de los que dieron las hurras más temprano: es que a las 8 el líder de Pro los esperaba para la reunión semanal de gabinete. A nadie le importó madrugar.
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