Fernando Espinoza faltó a la audiencia por la causa de abuso sexual en su contra
Ni el intendente de La Matanza ni su defensa se presentaron en la reunión virtual pautada para hoy en el marco de la demanda civil que impulsó Melody Rakauskas contra él; la causa penal corre por otro carril
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El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, procesado por el delito de “abuso sexual simple”, faltó a la audiencia de mediación pautada para este jueves en el marco de la demanda civil que Melody Rakauskas, su exsecretaria privada y presunta víctima del acoso, realizó contra él por “daños y perjuicios”. La causa penal corre en paralelo a esta demanda, y avanza hacia el juicio oral, aunque la defensa del jefe comunal presentó un recurso para que la Cámara de Casación revise su procesamiento.
La audiencia, que hubiese puesto frente a frente a Rakauskas y Espinoza, y por la cual el juez levantó la restricción de acercamiento que rige sobre él, estaba prevista para las 14 horas, pero luego de 30 minutos de espera, nadie se presentó por parte del intendente.
Cerca de Espinoza, señalan que no hubo ninguna “resolución formal” para realizar la mediación de este jueves y que, de haberla habido, ellos hubiesen estado presentes.
El abogado de Rakauskas, Marcelo Urra, remarcó ante LA NACION que tanto Espinoza como su defensa estaban citados a la mediación y que consta en la causa la dispensa judicial del juez para que el jefe comunal pudiera participar de la misma, pese a la restricción que pesa sobre él.
Con esta audiencia fallida, se cerró el ciclo de mediaciones obligatorias.
La causa penal
Rakauskas denunció penalmente a Espinoza en 2021 por el acoso sexual que asegura haber sufrido el 10 de mayo del mismo año, cuando el jefe comunal fue a su casa a tratar temas “laborales”. En mayo de este año, Espinoza fue procesado por la jueza de primera instancia María Fabiana Galetti, quien además le prohibió el contacto con su exsecretaria y dispuso un embargo de bienes por $1.500.000.
Ese procesamiento fue ratificado por la sala VII de la Cámara de Crimen a principios de julio. Los “tocamientos impúdicos” denunciados por Rakauskas configuran, según ambas instancias, el delito de “abuso sexual simple”, que contempla penas de hasta cuatro años de cárcel.
El cuadro judicial de Espinoza se agravó con el delito de “desobediencia”, tras los contactos del jefe comunal con su exsecretaria para que esta retirara su denuncia en la Justicia. La querella ya solicitó la elevación al juicio oral.
La defensa de Espinoza, en manos de María Paola León y Germán González Campaña, interpuso un recurso para que la decisión del tribunal sea revisada por Casación: argumentaron que hay una “contradicción irresoluble” en la valoración de la prueba emitida hasta ahora e insistieron con que Rakauskas padece trastornos psíquicos, y que mintió en reiteradas oportunidades.
“La credibilidad de la denunciante –sobre la que se basa toda la imputación y la prueba del hecho delictivo– debe ser puesta seriamente en tela de juicio, toda vez que exhibió, desde el primer día, un comportamiento absolutamente extraño y/o patológico”, adujeron en el escrito.
Además, resaltaron que Rukauskas utilizó el “mismo modus operandi” contra su madre, abuelo y expareja, a quienes también denunció en la Justicia.
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