Fernández y Rodríguez Larreta compartieron la preocupación por la suba de contagios y acordaron retomar el trabajo conjunto
Fue una charla de 15 minutos, con el objetivo de retomar la dinámica de trabajo conjunta; no resolvieron nuevas medidas
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Fueron 15 minutos, por videoconferencia, que alcanzaron únicamente para retomar el diálogo que se había perdido por el paso del tiempo y por los cortocircuitos entre el oficialismo y la oposición. Alberto Fernández dialogó esta tarde con Horacio Rodríguez Larreta y compartió su preocupación por la velocidad que viene adquiriendo la segunda ola en la región metropolitana
El Presidente y el jefe de gobierno porteño no resolvieron nuevas medidas. Solo se comprometieron a trabajar coordinadamente entre la Nación, la Provincia y la Ciudad, como habían hecho al inicio de la pandemia. “El trabajo coordinado” de las tres jurisdicciones “se torna indispensable”, escribió Fernández en Twitter tras la conversación con Rodríguez Larreta.
La semana próxima se espera que se reúnan los equipos técnicos de los tres gobiernos, a nivel ministerial. Pero desde Uspallata quieren evitar que se repita la foto de los tres mandatarios juntos. “Hay que tener efectividad en las medidas que tomemos más que escenificar la imagen de los tres”, dijo a LA NACION un funcionario porteño.
En la tarde de hoy pude conversar con el señor Jefe de Gobierno de la CABA @horaciorlarreta respecto de la situación epidemiológica que se manifiesta ante el aumento de contagios por COVID-19.
— Alberto Fernández (@alferdez) April 3, 2021
El Presidente, en cambio, insiste en volver a instalar la mesa conjunta del AMBA. “Estamos enfrentando un incremento de casos a una velocidad mayor que en el primer momento en el área metropolitana. Esto ya lo viví, empieza en el AMBA y luego contamina el resto del país”, dijo el Presidente ayer en AM 750.
El problema es que Kicillof y Rodríguez Larreta exhiben dos estilos y enfoques contrapuestos: mientras que la Provincia analiza nuevas medidas y transmite pánico por el nivel que adquirieron los contagios, en la Ciudad apuntan únicamente a reforzar los controles sobre las restricciones vigentes. Es decir, cuidar el aforo en los restaurantes, reservar el transporte público para esenciales y para la comunidad educativa y vigilar la actividad nocturna en horarios prohibidos.
De todas formas, todos esperan que en los próximos días se sumará algún planteo adicional. El Presidente ya dijo en declaraciones radiales que “algo hay que hacer” ante la velocidad que tomaron los contagios. Con una óptica muy distinta a la del año pasado, en el Gobierno aseguran que la experiencia indica que los momentos de mayor peligro son las reuniones sociales, cuando no se aplican protocolos de cuidado. Por eso, en la Ciudad no descartan que el Gobierno busque ampliar las restricciones a la nocturnidad, hoy interrumpida únicamente de 2 a 6 en la Ciudad y la Provincia.
Escuelas y vacunas
En principio, el alcalde porteño escuchó del Presidente uno de los puntos que más lo obsesionan: que se sostendrán las escuelas abiertas con educación presencial “como máxima prioridad”. “Esto es muy importante, porque implica que cualquier medida que se tome va a priorizar el trabajo en las aulas, cuando el año pasado había sido lo primero que se cortó”, resaltó un colaborador del alcalde porteño.
El jefe de gobierno porteño, además, le detalló al Presidente cómo evoluciona el proceso de vacunación en la Ciudad. Si bien destacó que en los últimos días se aceleró por el ingreso de vacunas, aprovechó el contacto para reclamarle por el criterio de distribución de las dosis, dado que su distrito tiene una proporción mayor de trabajadores de la salud y adultos mayores de 60 años. Fernández le propuso analizar la posibilidad de involucrar al PAMI en la aplicación de las vacunas. El organismo, conducido por Luana Volnovich, protagonizó más de un cruce con la administración porteña.
Los funcionarios, en tanto, analizaron los datos epidemiológicos de la Ciudad. Si bien compartieron su preocupación por la evolución de los contagios de los últimos días, Rodríguez Larreta le transmitió al Presidente que todavía no se observa una situación crítica en las camas de terapia intensiva. Un contraste con lo que expresan del otro lado de la General Paz.
La posibilidad de un confinamiento total, como el que se resolvió en 2020, todavía no está sobre la mesa. “Quisiera que hagamos algo para ordenar el área metropolitana. También sé que la sociedad tiene muchas dificultades para volver a soportar un encierro”, dijo ayer el Presidente en una entrevista con AM 750. Fernández recordó que hay “21 países que tienen toque de queda”, pero fuentes oficiales señalaron a LA NACION que difícilmente se pueda tomar una medida de ese tipo en la Argentina.
“Hay que ir viendo qué se puede reducir, con un foco en el esparcimiento y siempre tomando medidas por zonas”, dijo un importante portavoz oficial. Nadie sabe hasta dónde subirá la segunda ola ni cuánto se podrá sostener este nivel de apertura. Es un trabajo “día a día”, repiten en todos los despachos oficiales.
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