En su primer día como presidente electo, Fernández reunió a su equipo, visitó a Cristina y definió su agenda exterior
Confirmó que viajará a México, mientras analiza su rol en el Grupo de Puebla
La cumbre con Mauricio Macri fue el punto de partida de un día intenso para Alberto Fernández. Después de la cita en la Casa Rosada, el presidente electo se reunió con algunos de sus colaboradores más cercanos, analizó los resultados del domingo, visitó a Cristina Kirchner y definió el primer destino de su agenda internacional: irá el viernes a la Ciudad de México para verse, el lunes, con el presidente Manuel López Obrador.
El encuentro bilateral iba a producirse antes de las PASO, pero, para evitar interferir en el proceso electoral, en el gobierno mexicano optaron por esperar a que Fernández ganara los comicios generales. El sábado 19, el todavía candidato del Frente de Todos recibió en sus oficinas al vicecanciller de México, Maximiliano Reyes, quien lo invitó a visitar a su presidente.
Para Fernández, la foto con López Obrador podría tener un impacto positivo para la región, en momentos de convulsiones y enfrentamientos en América Latina. El presidente electo argentino resolvió además que no le responderá al mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, que se negó a saludarlo por su triunfo y sostuvo que el pueblo argentino había "elegido mal", además de publicar otras alusiones menos templadas en las redes sociales.
Fernández pretende normalizar esa relación. La misma aspiración tiene respecto del vínculo con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Ese país también figura en la agenda internacional del líder del Frente de Todos. Todavía no hay fecha ni itinerario definidos, pero el presidente electo pretende visitar la ciudad de Houston, en el estado de Texas, con el objetivo de entrar en contacto con potenciales inversores en Vaca Muerta.
El rol en el Grupo de Puebla
El viaje a México incluirá un fin de semana de descanso, previsto para el sábado 2 y domingo 3 de noviembre. A su regreso, Fernández debería definir qué papel interpretará en el segundo encuentro del Grupo de Puebla, que se celebrará en Buenos Aires, la segunda semana de noviembre. Analiza si debe asumir una participación activa o solo una presencia protocolar.
Es un foro del que participan dirigentes progresistas, entre ellos, el propio Fernández; el uruguayo Daniel Martínez, candidato presidencial del Frente Amplio; el expresidente ecuatoriano Rafael Correa; los expresidentes brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff; el expresidente paraguayo Fernando Lugo; el excandidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami, y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, el único europeo. Los tres últimos estuvieron el domingo en el búnker del Frente de Todos.
Ayer a la tarde, cuando llegó a su departamento para descansar, Fernández agradeció en sus redes sociales los saludos de cuatro presidentes de la región: López Obrador, Mario Abdo (Paraguay), Evo Morales (Bolivia) y Sebastián Piñera (Chile). Entre las felicitaciones que recibió ayer se destacó también la de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Unas horas antes, en su oficina, se había reunido con Santiago Cafiero, Juan Manuel Olmos, Fernando "Chino" Navarro y Juan Pablo Biondi, su vocero. Conversaron sobre los pormenores de la cumbre con Macri y del proceso de transición.
Todos habían estado presentes en la reunión del grupo de cuarenta dirigentes del Frente de Todos que se hizo el sábado pasado en la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET). El presidente electo bajó la misma línea en todas las reuniones: hasta el 10 de diciembre gobierna Macri y él es el responsable de las medidas que se tomen.
Cafiero, uno de los cuatro dirigentes designados por Fernández para coordinar la transición, continuó con las reuniones durante toda la tarde. Recibió al intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta; al exsecretario de Turismo bonaerense Miguel Cuberos, y al exministro de Justicia Gustavo Beliz, otro de los elegidos para encabezar las tratativas con el gobierno de Macri.
Cuentas pendientes
También analizaron los resultados electorales. En el comando de la calle México, sede de las oficinas de Fernández, reconocen que esperaban ganar por una ventaja más amplia. El presidente electo interpretó, en conversaciones con sus colaboradores, que la explicación reside en que, después de obtener más del 45 por ciento en las PASO, él se dedicó a buscar el voto propio.
"Mientras Macri salió a capturar un voto nuevo, Alberto se concentró en cuidar el resultado y en consolidar la cohesión del Frente de Todos", dijo un dirigente que pasó ayer por el comando de la calle México. El presidente electo se lamentó, de todos modos, de haber perdido las elecciones municipales en ciudades grandes de la provincia de Buenos Aires, como Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, a las que les dedicó recorridas durante la última semana de campaña.
Cuando Fernández dejó las oficinas de la calle México, minutos antes de las 14, fue a visitar a Cristina, que el viernes partirá a Cuba para visitar a su hija, Florencia.
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