La paciencia de la UTA con el macrismo tiene fecha de vencimiento: 100 días

Roberto Fernández, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) refuerza esa teoría no escrita que establece en 100 días el período de duración de la luna de miel con un nuevo gobierno.

En medio del tironeo por la negociación de las paritarias, los sacudones internos en el Justicialismo y la posibilidad de reunificación sindical, Fernández se muestra dialoguista: "Tenemos que trabajar para que haya una salida que incluya a todos, no sólo a algunos. Ya vivimos una experiencia muy fea. Habrá que sentarse a una mesa todos juntos, decirnos lo que nos tengamos que decir y pensar en la Argentina. Si no, seguimos confundiendo las cosas, como en estos 50 días de (el nuevo) gobierno."

-¿Qué es lo que le genera confusión?

-El tema de la inflación, cómo han subido las cosas desde noviembre, la devaluación terrible que hemos sufrido y estamos sufriendo los trabajadores. Todo eso es preocupante, ¿cómo vamos a buscar una solución para todo lo que está pasando? Y con las nuevas tecnologías se vendrá más falta de trabajo, como ya está pasando en el mundo. Estamos en el país más caro de Latinoamérica, es muy caro vivir acá.

-¿Cuánto es el tiempo lógico que el movimiento obrero le debería dar a un nuevo gobierno para hacer una evaluación?

-Hablo por mi gremio. Entiendo que después de los 100 días hay que pedir una reunión para preguntar a dónde vamos, porque ahí ya marcan rumbo. Hasta el momento, se equivocan lo rectifican, y así van adelante.

-¿Es una característica positiva o una señal de debilidad?

-No es debilidad, es bueno que quien se equivoca lo reconozca. Tenemos que empezar a ver la realidad de las cosas. Si cambia para bien, hay que decir "bienvenido". Todo el que hace, se equivoca y es valedero. Hay que dejarlo que actúe. Tenemos que saber que la situación del país es importante, que este Gobierno tiene que vender cosas, exportar más para que ingrese dinero. El campo tiene que producir y lo mismo los minerales. Después no veo muchas más cosas para hacer. Hay que reforzar la energía. No tenemos energía y eso es un costo muy grande y llevará muchos años (recuperarla).

-¿Encontraron un panorama más complejo del que preveían?

-Entiendo que sí y por eso digo que llevará mucho tiempo, hay que tener paciencia. Yo como dirigente gremial defiendo los derechos de los trabajadores, quien llegó al Gobierno debería haber sabido las cosas que pasaban. Pero podemos buscar una manera para acordar. No puede ser que los empresarios aumenten a cada rato. Por ejemplo, lo que pasa con la carne: ¿cómo es posible que haya algunos que la pueden vender a $90 el kilo y otros a $140? Los grandes mercados tienen su propio ganado y esa gente es la que tiene que colaborar.

Recomponer el peronismo

-¿Cuáles son las principales diferencias entre el gobierno kirchnerista y el actual?

-No quiero evaluar a este gobierno porque ni siquiera se sentaron en la silla todavía. Lo que digo es que hoy lamentablemente se han perdido las ideologías. En el peronismo hay que hacer un gran debate para juntar al movimiento obrero, a los políticos, a lo que era el peronismo según su doctrina, que hoy se perdió. Los mariscales de la derrota quieren seguir y hay que hacer un cambio general. Hay que debatir ideas y hacer un nuevo peronismo, con ideas y gente nueva .

-¿Cree como Pepe Scioli que el Frente para la Victoria se terminó el 10 de diciembre?

-Es cierto, se terminó, esa es la realidad. Han perdido. Hay otra gente que tiene otras ideas y puede plasmarlas y llevarlas a la práctica. El que pierde, que espere.

-¿A quién le gustaría ver como líder de ese nuevo peronismo?

-Hay gobernadores que tienen experiencia, son gente joven y se puede tener confianza para que manejen el movimiento.

-¿Cómo el gobernador de Salta, Urtubey?

-Podría ser uno.

-¿Y qué se debería hacer con De la Sota, Massa y Das Neves?

-Es gente de experiencia y tiene que participar. Hay que dar espacio a sus ideas y también a la gente joven. Eso es renovar y eso es bueno.

-¿Quiénes son los mariscales de la derrota?

-Los que han perdido, los que se presentaron.

-¿Tienen el mismo grado de responsabilidad Daniel Scioli que el kirchnerismo, sector al que muchos dirigentes del propio oficialismo le reprocharon no haber hecho lo suficiente para ganar las elecciones?

-¡Todos, claro! Y parte del movimiento obrero que participó.

El camino hacia la unidad sindical

-¿Cuán cerca está la posibilidad de una CGT unificada?

-Todavía está difícil el tema.

-¿Qué falta para que puedan estar juntos? ¿Son muy diferentes las visiones?

-No, pero algunos dirigentes tienen ambiciones personales, prevalece eso y no nos sentamos a conversar.

-¿Hay algún dirigente sindical que considere capaz de conciliar las diferentes posturas y encabezar una CGT unificada o cree que sería mejor una conducción colegiada?

-Pienso en un modelo colegiado para evitar todas estas torpezas que hay y, de a poquito, ir llevándolo a la unidad.

-¿A quiénes le gustaría ver en un hipotético triunvirato para conducir la CGT unificada?

-No podría decir… que sea quien sea, lo importante es que estemos todos juntos. Hay tres centrales, nos sentamos juntos y hacemos un triunvirato.

-Quedan afuera las dos CTA.

-Pero son diferentes. Mañana, bienvenidas sean, que estén adentro, por qué no. Si hablamos de la unidad del movimiento obrero tienen que participar todos.

Inflación, desempleo y paritarias

-¿Qué le preocupa más hoy, la inflación o la preservación de los puestos de trabajo?

-Las dos cosas. Que me des trabajo no significa que tenga que hacerlo gratis. Cuando uno asume el gobierno incluye las dos cosas. Es tan importante el trabajo como el bienestar social. No hay que hablar de inflación, nosotros no lo hacemos. Yo hablo de sueldo de bolsillo y digo que desde noviembre hasta hoy perdí un poder adquisitivo terrible. Quiero por lo menos recuperar eso. Si tenía un auto y hoy ya ni siquiera le puedo poner nafta es muestra de que perdí poder adquisitivo.

-¿Cuánto es el poder adquisitivo perdido desde noviembre hasta hoy, según sus cálculos?

-Con todos los aumentos, estuvo arriba del 30%.

-¿De ahí surge que la UTA no acepte negociar paritarias por menos de 30%?

-Yo quiero hacer un acuerdo con los señores empresarios en forma de sector. ¿Cuánto vale un colectivo, cuántos son los intereses que pagan cuando lo sacan? Hay que sentarse con todo el sector a ver cómo se trabaja. Yo cierro una sola vez en el año y ellos pueden aumentar las cosas cuando les convenga.

-¿Cree que una salida para destrabar la actual situación es negociar paritarias semestrales o que incluyan una cláusula que contemple que si se dispara la inflación se reabre la discusión salarial?

-Eso tendría que ser automático, cada 3 o 6 meses. Podría decir bueno, no me gusta esto, pero hasta julio podemos trabajarlo. Nadie nos puede decir qué va a pasar mañana, lamentablemente. No estoy echando culpas y no es que falta credibilidad, sino que acá la inflación sube constantemente.

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