Alberto Fernández reclamó la aprobación de la reforma judicial y Diputados evalúa cómo seguir
En momentos en que la Corte Suprema daba a conocer su fallo sobre los traslados de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, el presidente Alberto Fernández instó a la Cámara de Diputados, que conduce Sergio Massa, a que trate la media sanción del Senado sobre la reforma de la Justicia Federal, un proyecto del Poder Ejecutivo que hasta ahora no alcanzó el apoyo suficiente para convertirse en ley.
El Senado le dio media sanción al proyecto el 31 de agosto pasado, pero desde entonces el oficialismo de la Cámara baja no hizo ningún gesto para arrancar el debate en las comisiones a los cuales fue girado el proyecto. El oficialismo justificó la demora en la necesidad de ganar tiempo hasta conseguir la mayoría de los votos necesarios para su aprobación, que hoy continúan esquivos.
"Yo sigo esperando que la Cámara de Diputados se digne a tratar la reforma que he propuesto para la Justicia Federal. Que acá, en la provincia de Buenos Aires, busca que tengamos herramientas para juzgar al crimen organizado rápidamente", dijo Fernández, al cerrar un acto junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la inauguración de obras de un centro judicial en el municipio de Avellaneda.
"La reforma no busca que yo ponga jueces amigos ni los traslade de un lugar a otro, ni los ponga como subrogantes del juzgado que me conviene, busca que tengamos jueces dignos, éticos, moralmente irreprochables, técnicamente preparados para que la ciudadanía tenga la Justicia que se merece", completó el Presidente.
Voceros del oficialismo indicaron que si el tratamiento de la iniciativa fue frenado en la Cámara baja se debió a una decisión tomada en acuerdo con el Presidente para enfriar la tensión generada durante su debate en el Senado. "Veremos en los próximos días si se retoma el tratamiento", se limitaron a decir.
En su discurso Fernández defendió el proyecto de ley empantanado en Diputados. "Es necesario que la Justicia funcione y esto quiere decir que tengamos jueces técnicamente preparados, jueces moralmente probos y una Justicia rápida", dijo el Presidente y cuestionó al gobierno de su antecesor, Mauricio Macri: "Los espías entre los jueces no son una buena idea, no fueron una buena idea. Usar a los jueces para perseguir opositores no fue una buena idea. Presionar a gente para que se arrepienta e involucre a otros en las causas no fue una buena idea. Eso no es el Estado de Derecho, eso es el mal uso de las instituciones de un gobierno de turno".
En la oposición no acusaron recibo de las palabras del Presidente y apuntaron hacia Massa y Máximo Kirchner, los responsables de impulsar las iniciativas del Poder Ejecutivo.
El presidente del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio), el radical Mario Negri, evaluó que "el fallo de la Corte Suprema envalentonó al Presidente", que ahora "pide que Diputados trate urgente la reforma judicial y cuestiona la ley del arrepentido, que permitió avances de causas de corrupción". "No persiguen una mejor Justicia, buscan impunidad", dijo el diputado cordobés.
"¿Sobre la base de qué instituciones proponen un acuerdo político y social para sacar al país de la crisis mayúscula en la que está? Escuchando al Presidente hablar de la Justicia cuesta creer que va a ser posible cualquier acuerdo", completó.
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